En esta ocasión quiero platicar contigo de dos eventos, el primero de ellos es el cierre de temporada de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, y el segundo es un delicioso recital para contrabajo y piano al que tuve la oportunidad de asistir el pasado 26 de junio, y aunque ya pasaron un par de semanas, no me gustaría perder la oportunidad de compartirte mis comentarios de este recital.
Pero vámonos por partes, iniciamos con el cierre de temporada de nuestra máxima entidad musical, la OSA, que tuvo lugar el pasado domingo 30 de junio a las 18:00 horas en Palacio de Gobierno. Desconozco con certeza la razón por la que se cambió la fecha del concierto, del viernes 28 al domingo 30 de junio, pero lo primero que se me ocurre pensar es que el viernes fue día del servidor público, es decir, es día inhábil por lo que de haber tenido concierto ese día, era necesario hacer un pago extra a los músicos, personal administrativo, técnicos, tramoya, y todo el personal requerido para un concierto, evidentemente por trabajar en día inhábil, pero digamos que esto lo entendemos, entonces esto supone que debería hacerse un trabajo de planeación anual para que este tipo de incidentes no se presenten y todo obedezca a un proyecto o plan de trabajo previamente propuesto, revisado y autorizado, y no caer en improvisaciones de última hora que dejan mal parados a los administrativos de la OSA. Y me atrevo a asegurar que el cambio fue de última hora porque en los programas de mano que finalmente entregaron en el penúltimo concierto, el cierre de temporada está programado para el viernes 28 de junio a las 20:30 horas en el Teatro Aguascalientes, es decir, no hubo un trabajo de planeación, pero qué te digo, no me extraña.
Ahora bien, si el concierto se cambió de fecha por los motivos arriba expuestos, lo que es comprensible, lo que definitivamente no entiendo es el cambio de sede, pudo haberse realizado el domingo a las 18:00 horas en el Teatro Aguascalientes, o en la Sala de Conciertos de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, pero no sé cuál es la razón de seguir programando conciertos en este inmueble que no ayuda a disfrutar de una buena sesión musical, la acústica no es la apropiada, hay mucho rebote de sonido, y de repente todo aparenta ser una masa amorfa de sonido. Insisto en el comentario, para ese tipo de programas que el maestro Revueltas suele programar en conciertos especiales, como esos de valses, polcas y marchas, está bien Palacio de Gobierno, pero no para un concierto de cierre de temporada.
El programa era verdaderamente una delicia, para disfrutarlo al máximo en un lugar cómodo, nada como las butacas del teatro o de la Sala de Conciertos y no en sillas sumamente incómodas. Por otro lado, al estar ahí, en el segundo patio de Palacio se pierde un poco el protocolo y la solemnidad del evento, un concierto sinfónico, es decir, no es cualquier cosa, y el tráfico de gente entrando y saliendo es ininterrumpido lo que por supuesto, perjudica la atención que pretendemos ponerle a la música.
Pero te hablaba del programa, el concierto inició con el Homenaje a García Lorca de Silvestre Revueltas, una obra para metales, percusión, piano y cuerda reducida, un verdadero monumento de la música de cámara del compositor de Santiago Papasquiaro, Durango, lamentablemente los metales, haciendo perfectamente su trabajo, esto no es su culpa, tapaban por completo a las cuerdas debido al inevitable rebote de sonido, a esto me refiero cuando hablaba, líneas arriba, de una masa amorfa de sonido.
El concierto continuó con una suerte de poema sinfónico del compositor italiano Ottorino Respighi, Gli Uccelli, que en español significa Los Pájaros, para terminar con una belleza, soberbia en su contenido, majestuosa en su expresión, la Sinfonía No.5, Op.76 en fa del compositor bohemio Antonin Dvorak, una obra muy intensa de principio a fin con unos fortes estremecedores lo que tristemente también se vio afectado por el rebote de sonido, comentábamos el ingeniero Salvador Meza, ex gerente de la OSA, y un servidor, de los espectacular que hubiera sido disfrutar de esta sinfonía en un lugar adecuado, si así lo disfrutamos, ya me imagino en un sitio construido para este fin, una audición musical.
Este concierto fue dirigido por el maestro Román Revueltas, titular de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, él mismo comentó al dirigirse al público que Palacio de Gobierno era un lugar bello, eso, por supuesto, no se cuestiona, y es un edificio emblemático de nuestra ciudad, pero te comentaba que el mismo maestro Revueltas reconoció estas dificultades de acústica propias de este inmueble decorado soberbiamente por los murales del chileno Osvaldo Barra Cunningham.
Pero no quiero dejar pasar la oportunidad de dedicar unas cuantas líneas al recital de contrabajo y piano que el pasado miércoles 26 de junio ofrecieron Jesús Romero, integrante de la sección de bajos de la OSA, acompañado al piano por Martín González con un programa que inició con los tres movimientos del Concierto para contrabajo y orquesta No.3 de Serge Koussevitzky, continuamos con el Tema de la película La lista de Schindler de John Williams. Después de un breve intermedio el recital continuó con Kicho del argentino Astor Piazzola, y finalmente, Czardas de Vittorio Monti. Excelente concierto de media semana, pero me quedé con las ganas de escuchar la versión orquestal del Concierto de Koussevitzky con el maestro Jesús Romero como solista, ojalá pronto lo haga con la Sinfónica de Aguascalientes.