Y la ganadora es… cerca de la medianoche, finalmente se cantó el resultado del Conteo Rápido por el INE y ¡oh sorpresa! Del primo aviso de una exultante alianza opositora en voz de Xóchitl Gálvez su gozo saltó al pozo, al tiempo que en el partido oficialista su candidata a la presidencia, Claudia Sheinbaum, derramaba alegres saludos de triunfo -como regocijada concursante- cantando su victoria aplastante. Desde las ocho de la noche que se proclamaron a coro sendos triunfos de los bandos contendientes, hasta más allá de las 23:45 horas se escuchaba la candente letanía de números: lo inverosímil era la abismal diferencia entre el primer y segundo lugar, más de 30 puntos porcentuales. Resultado que agigantaba la contundencia del triunfo de la Cuarta Transformación, y sumía en un doloroso silencio a la Alianza PRIANPRD. El MC agradecía a sus votantes la confianza y el respaldo.
Ese primer acto postelectoral catalizó las emociones y la carga de sus impugnaciones. Todavía persistía el mareo del golpazo en la frente que, de la incredulidad, pasaba a la sospecha y de ésta a balbucear “un fraude”, en los más impactados; y un ánimo impugnativo en la mayoría derrotada. Las encuestas de este lado de la banda no sincronizaban con los datos oficiales del árbitro electoral… ¡Algo había pasado! Luego, el implacable curso del Conteo de Resultados Preliminares del propio sistema digital del INE ajustaba casi por milésimas lo predicho por el Conteo Rápido. Y, por fin, los Conteos Distritales van confirmando en muy cercanas proporciones los resultados finales contra los antedichos. Excepto, las indebidas e inoportunas anticipaciones tanto de la secretaria de Gobernación como del propio presidente AMLO respecto de la distribución final de Curules en la Cámara de Diputados y de Escaños en el Senado de la República, publicitando ya sendas Mayorías Calificadas en el Congreso de la Unión. Anuncio que corresponde única y exclusivamente a la presidencia del Consejo General del INE, que habrá de pronunciarse este domingo entrante.
Este último dato es de primordial importancia porque de su forma de constituirse dependería el “fast track”, incluso sin deliberación legislativa, para emitir las mentadas reformas que acarrea el PLAN C López Obradorista, a impulsarse en el mes último, septiembre, de la gestión gubernamental del presidente Andrés Manuel López Obrador y primero de la nueva Legislatura Federal con la presidenta electa Claudia Sheinbaum. Es este contexto de relevo de gobiernos y mandatos legislativos constitucionales el que habrá de imponer la nueva dinámica política de México. Y es precisamente este entorno de atropellamiento por el oficialismo, nuestro foco de análisis y base de los primeros esbozos de prospectiva. Observemos.
Para la oposición es imperativo reconocer y advertir el terreno cenagoso por el que estuvo transitando -en gran medida guiado por Encuestas- que no cumplieron con el rigor de mediciones predictivas, dignas de una confianza verosímil y con grados estadísticos de alta probabilidad. El discurso electoral iba bien, sonaba bien, concitaba la emoción de las audiencias congregadas, las adhesiones parecían crecer día con día. Se percibía que, por fin, las clases medias del país encontraban una buena adalid de sus aspiraciones en Xóchitl Gálvez.
Ella, la candidata de la coalición PRI-PAN-PRD trabajó con denuedo para “galvanizar” -al decir de los mainstream media de Tele y Radio comunicación- y de las Redes Sociales, a las masas recién emergentes del bloque opositor, que entintó de rosa las calles urbanas y suburbanas de México. A este respecto, yo en lo personal deseo externar mi admiración y reconocimiento a nuestra candidata Xóchitl Gálvez, por su genuino ánimo de aglutinar a un disímbolo colectivo prácticamente en orfandad de la atención, cuidado y promoción del Gobierno Federal en funciones. Su titular, por el contrario, se dedicó a denostar, atacar, patear a un lado de la cancha a este segmento que calificó de “aspiracionista, individualista, racista, discriminante” de los más necesitados.
El perfil de los votantes -de este preciso segmento poblacional- por la continuidad del régimen actuante, cortó en tres porciones a este gran conjunto social: sus extremos la clase media alta y la clase media baja votaron por la candidata oficial. La primera, por imitar a la clase verdaderamente afluente -a la que le ha ido bien pese al régimen despótico de López Obrador-; y la segunda, por sentirse vergonzante de haber salido de la línea de pobreza, y atribuirlo al régimen aparentemente benefactor de la 4T. Hoy sabemos que el 49% de los primeros votaron por Claudia Sheinbaum, y el sandwich de en medio un 41% votó por Xóchitl Gálvez.
La observación metódica de estos fenómenos sociales nos aporta más luces y razones que la simple mención sobre el papel de los Programas Sociales, como invención casi mágica para ganar adeptos, aceitar la maquinaria electoral y asegurar la popularidad presidencial de Andrés Manuel López Obrador, factores que no se niegan, pero que por sí solos no explican el fenómeno social real que les subyace. Para explicarlo, hacen falta traer a cuenta algunos principios y conceptos sociológicos fundantes:
A.- El acto político pragmático de “dar dinero” bajo el título de Programas Sociales, consiste en realidad de ofertar una óptica de espejismos ilusorios intencionalmente incrustados en el “tejido social”, bajo la astucia auténticamente de “zorro-a”, que incrusta en las percepciones ciudadanas una ideología hegemónica pesadamente intencionada, con cariz de benefactora. Y es a esta deriva “generosa” que hemos llamado, “ilusión fáustica”.
Analogía tomada del gran drama inglés el Doctor Fausto de Christopher Marlowe, quien en síntesis vende su alma al Diablo con tal que le aporte en esta vida riquezas, placeres y disfrute de la vida sin límites. Los diálogos con Mefistófeles son lecciones maestras de cómo opera la seducción satánica sobre su inerme víctima. Pues bien, en extensión de esta fábula dramática, se caracteriza este tipo de política pública -notablemente populista- como de una “Ilusión Fáustica”, porque consigue el propósito buscado: avasallar a su “elector”, aliado o servidor leal, enajenando su voluntad al poder omnímodo de “El Señor”, dador de todo bien. Este hombre, según el filósofo Nietzsche, es débil, es demasiado humano; está lejos de ser el Superhombre, el que sí detenta el Poder. Se complementa con el Mimo (cariño) de Peter Sloterdijk.
Problematización.- Este preciso colectivo social que nos importa hoy en México, los adherentes y simpatizantes de Morena o fervientes seguidores de la 4T, plantea la necesidad de indagar las implicaciones reales, objetivas e históricas del porqué de su adhesión o militancia incuestionada de optar por un régimen, en el poder, a todas luces destructivo de instituciones e iniciativas originales de la sociedad civil; administrativamente incompetente y polarizador de la sociedad en una dicotomía irresoluble, dictada como dogma de “regeneración” histórica; aunado a todos los devaneos autoritarios y centralistas de su líder cuasimesiánico.
Este punto climático, que abordamos en anteriores entregas, adquiere hoy todo sentido, debido a su alta calidad de riesgo para la Democracia y con ella a todo tipo de libertades que han sido caras y queridas al pueblo de México desde su ser independiente (200 años) y más enfáticamente en su punto de quiebre revolucionario (100 años), que hoy por hoy tiene al país en la zozobra de un crimen organizado que asuela regiones enteras del país, exhibiendo el desprecio absoluto por la vida humana, su humillante sometimiento bajo las armas de la muerte; y, dolorosamente, la inoperancia del Estado bajo el régimen actual, con su pasmosa e indolente indiferencia. La lucha política de esta campaña electoral 2024 concluye con la cesión mayoritaria de todo el poder, sin contrapesos ni equilibrios; todo queda a “la autocontención” del Ejecutivo en funciones.
Digámoslo enfáticamente, el colectivo mayoritario que eligió la continuidad del régimen actual en la persona de Claudia Sheinbaum, le está entregando un cheque en blanco, sin plazos, sin límites, sin rendición de cuentas… Ella y su gobierno habrán de resolver los problemas de México, porque están comprometidos con la “Cuarta Transformación” de la Nación Mexicana. Identidad de la cual, ya lo he dicho, sociológicamente es cuarta sí, pero en razón de rango y prioridad Constitucional. Abundemos, provisionalmente, en este concepto.
B.- El Análisis Sociológico, respecto del Estado como entidad suprema de gobierno, propone la categoría Forma de Estado. Y esta acompaña y funda coherentemente la doctrina constitucional del Estado Mexicano:
1º.- Forma de Estado. País soberano e independiente, organizado bajo el modo Capitalista de Producción, Circulación, Revaluación, Capitalización, Financiamiento y Tesoro, inserto en la Globalización Económica bajo los Países Centrales y Dirigentes del Capital Mundializado, como entidad subsidiaria de este sistema monopolar del Capital.
// Permítaseme glosar, respecto de esta FORMA de Estado el régimen López Obradorista no toca un ápice ni de la estructura ni de la dinámica de este Sistema Mundializado, del que México es parte y está obligado bajo múltiples tratados multilaterales hemisféricos y trans hemisféricos. // Primera categoría en la que México es sujeto obligado y subsidiario.
2º.- Tipo de Gobierno.- Basta leer con atención nuestra Constitución Política -entiéndase la Norma Normante y no Normada a su vez- de los Códigos Jurídicos que en conjunto forman el Sistema de Derecho Positivo Mexicano. Y que armoniosamente integran el Estado de Derecho de México. Aquí, en esta segunda categoría jerárquicamente entendida, está claro que hasta ahora, no se puede cambiar al arbitrio el ser identitario de México como: República Federal, Representativa (mediante Diputaciones o Senadurías) y Democrática (sujetas a la elección popular).
//Naturaleza jurídica gubernamental que está cimentada en ser Federativa, que de origen es contraria a monarquías o gobiernos centralistas, que desconocen el pacto de Unión entre los Estados Libres y Soberanos que conforman precisamente la República. La aspiración reiterada del PLAN C Cuatro Teísta, implica la negación o la obsolescencia del pacto federal, desconociendo más de 200 años y luchas ancestrales por lograr la autonomía territorial de regiones del país, que lograron ordenarse precisamente por el llamado Pacto de la Unión. Las Leyes de Reforma son paradigmáticas en este sentido. Se infiere que un simple Decreto Ejecutivo no basta para destruir la memoria Democrática de un pueblo que ya se ha dado una Constitución viva e imperante. El capricho centralista es un devaneo que puede significar hechos de sangre, inadmisibles entre hermanos ya en concordia.//
3º.- Figura de Gobierno.- Que su distribución o división sea Tripartita: Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial. Poderes iguales en rango de dignidad Constitucional y con autonomía relativa propia vis á vis los otros dos poderes. En los modernos países independientes tanto europeos como Norteamericanos, esta separación de poderes da garantía al funcionamiento del aparato del Estado, con equilibrios jurídicos, alcances hegemónicos, pesos y contrapesos que den garantía a la llamada homeostasis del sistema político de Poder.
//De manera que, las pretensiones López Obradoristas de borrar de un plumazo a los otros dos poderes y dejarlos sujetos a su mandato, además de ser una idea descabellada, significa la apropiación simple y llana de centralizar todo el poder del Estado en una sola persona, sin límite ni constricción alguna. Invadiendo, además, esferas de competencia que son ajenas a la investidura presidencial.//
4º.- Modo de Régimen.- Aquí está el punto nodal de esta exploración sociológica. Nuestra Constitución ordena tres Niveles de Gobierno: El Federal, El Estatal y El Municipal. Las categorías noéticas y jurídicas anteriores presuponen ya los fundamentos de este aterrizaje gubernamental. El nivel u Orden Federal organiza y rige sobre la unión del pacto de Nación, vigila y ordena sobre la salud y buen funcionamiento del todo del país, modula la armonización del régimen público, en todos y cada uno de los Gobiernos Estatales y les provee y asegura los recursos para su óptimo desarrollo. Cada Estado, a su interior, organiza y ordena el buen funcionamiento institucional en cada región y municipio de la entidad local, velando por su sano y pleno desarrollo integral; por su cuenta el Nivel u Orden Municipal es responsable de la estructura y dinámica comunitaria de su jurisdicción, velando por la provisión de los servicios públicos indispensables para el buen desarrollo de la vida comunitaria local. En estos tres órdenes o niveles de gobierno debe privar la coordinación, y según materia de economía y desarrollo la concurrencia, así como subsidiariedad, fomentando en todo la solidaridad de sus habitantes.
A modo de conclusiones
// Una vez más, ¿qué quiso cambiar la 4T? Pretender incidir en las tres primeras categorías prioritarias de la FORMA DE ESTADO MEXICANO, aparte de un enorme disparate -sobre todo atentar contra la primera-, ni siquiera llegaría a un mal chiste, es una imaginación demencial y fuera de toda proporción histórica, teórica y práctica.
La segunda categoría como Tipo de Gobierno del Estado Mexicano, sí se ha visto en los hechos asediada, minada, vulnerada y violada por el régimen presente de López Obrador. Para ello, ha mantenido una sujeción servil del Poder Legislativo, haciéndolo como se dice una “oficialía de partes” del Gobierno. Bueno, aquí se debe observar la indignidad de los servidores públicos que ejercen como diputados o senadores de su fracción mayoritaria gubernamental; han sido todos ellos mera causa instrumental de los rabiosos edictos y decretos de Palacio Nacional. Difícilmente habíamos presenciado una sumisión tan servil al Ejecutivo, fuera de todo orden jurídico racional y sensato, a quien por cierto NO SE DEBEN estas figuras de Legislador, son parte esencial de la “representatividad ciudadana”.
De manera que por la presente Elección 2024, asignarles todo el poder mediante Mayoría Calificada. Ya no solo entra en la categoría de RIESGO DEMOCRÁTICO, sino peligro real a la funcionalidad de los poderes Tripartitos de la Unión. La pretensión insana y por otro lado rabiosa de destruir la estructura y dinámica del Poder Judicial, es simplemente inadmisible, sino perjudicial en sumo grado, ya que sabemos que el orden social está anclado en el orden y respeto institucional que por naturaleza custodia el bien y los valores generativos de paz y concordia social. Eso significa armar un peligroso circo de la ley de la selva. Ya lo he dicho la pretensión de la 4T no incide en el plano diacrónico de la Historia, no es cuarta en el orden y dignidad de las anteriores transformaciones de México; aspira cuando mucho a ser una mutación de Cuarto Nivel en cuarto rango de jerarquía de la Forma del Estado Mexicano, es asunto de orden conceptual y categorial.
Por cierto, un apunte a los sucesos que están por venir. Volvamos al maravilloso cuadro del triunfo arrasante de la Dra. Claudia Sheinbaum, al día de hoy sólo felicitaciones, buenos deseos, muchos abrazos, y presencia mediática de los personajes más notables del planeta. México ha estado en las primeras planas de la prensa mundial. Enhorabuena. Ya lo he dicho, el equipo de trabajo “del proyecto de Nación” de la presidenta electa dista mucho, mares, océanos, de la narrativa beligerante, agresiva, rabiosa, reivindicativa de López Obrador; en las presentaciones preliminares de sus ideas de gobierno y proyecto de programas prevalece un discurso que yo he calificado de “Versallesco”, en él todo es comedimiento, escucha, atildados comentarios, ilustrados argumentos, citas citables de grandes literatos y destacados científicos y especialistas de toda índole. Que puesto en paralelo con la narrativa de Andrés Manuel ni siquiera corre en paralelo, ambos discursos parecen una suerte de caduceo por el que se deslizan dos serpientes entrecruzando su eje, pero nunca se intersecta ni mucho menos confluyen. Son como las perspectivas de un bizco, los ojos se cruzan y se extravían en rotaciones y direcciones dispersas y en fuga unas de otras. ¿Qué pasará si se rompe este encanto “versallesco” de Sheinbaum, en poco tiempo o acaso días?
La imposición brutal de una captura de la SCJN o la reforma insana del Poder Judicial, según el rabiosamente codiciado Plan C, implosionará, sin duda, en asalto violento a la debida tersura y transición gubernamental de la presidenta. Será prender el llano en llamas. Será acabar, antes de que comience, la luna de miel del nuevo gobierno a la que tiene derecho su nueva titular. Aquí están ya los nuevos dilemas del poder.
