Rebelión | La Columna J por Roberto Valdés Ahumada - LJA Aguascalientes
03/07/2024

“Cada momento fue una oportunidad que ahora se ha desvanecido, cada injusticia permitida fue el camino que pavimentó a la dictadura de los más poderosos, nunca supimos lo que teníamos, incluso después de haberlo perdido”.

Estimado lector de este reconocido medio LJA.MX, con el gusto de saludarle como cada semana quiero aprovechar esta ocasión para escribir sobre un tema que tenía pendiente, el cual es una ligera reseña de la obra publicada en 1945 por George Orwell: La rebelión en la granja. Hace algunas semanas en el teatro Morelos en Aguascalientes se presentó la obra, en una magnífica representación, nuevamente acuden a mí un sinfín de reflexiones que me llevan a replantear. Orwell sin duda alguna resulta ser un genio que retrató el pasado haciendo una predicción casi exacta de un futuro que ha sido alcanzado por el presente, más ahora. 

La obra retrata un movimiento orquestado por los animales de la granja del señor Jones, dado que el actuar de éste era completamente injusto, dictatorial, caprichoso, ocioso, explotador, etc. Muy parecido al espectro que se genera en el grupo que está en el poder. En tanto que a iniciativa de los cerditos se arma un plan para sacarlo de su propia granja, aquí aparecen los personajes de Napoleón y Snow Ball. A consecuencia de una serie de actos y casi en una batalla épica logran desterrar a Jones, el héroe de dicha batalla es Snow Ball. Digamos que es el proceso de la transición democrática.

No obstante, de manera inmediata los animales comienzan a poner sus reglas, su especie de Constitución bajo un estado de derecho, el cual en primeras líneas se procura la libertad, la igualdad, la disminución de trabajo, a lo cual todos los animales concuerdan y tienen un ánimo excepcional de un nuevo porvenir. Pero no todo es miel sobre hojuelas, el liderazgo entre Napoleón y Snow Ball comienza a ser más que palpable. Una vez que hay un tipo de asamblea para analizar los proyectos para la granja, existe un quiebre entre los liderazgos. Napoleón había destinado recursos alimenticios de manera secreta para los perros, los cuales evidentemente estarían a entera disposición de la mano que les da de comer.

Tenía su plan maquinado y cuando fue el momento correcto desterró a Snow Ball de la granja y paulatinamente fue destinando toda la culpabilidad prácticamente a él, se acusó de complot, de traición, de desacato, de robo, conspiración etc. Es menester recordar que la esencia de la política es la traición. Una vez que Napoleón tuvo el control de la granja hizo que todos los animales trabajaran y comieran menos, comenzó a modificar la ley para su beneficio, coptó las vías de comunicación y quien opinaba distinto a él era severamente castigado. Una última reseña retrata un momento en el cual alguien se asoma a la casa y cuando ve a Napoleón y a otros cerdos, no les pudo distinguir de los humanos.

Algo que siempre se debe de cuidar en toda batalla, es no convertirse en aquello que tanto se odió. 

Acaban de pasar las elecciones, en un acto sin precedentes, no es palpable ninguna rebelión, es evidente la resolución de la gran mayoría, Los programas sociales y la falta de una oposición real crearon el escenario idóneo para que Morena tenga todo el poder. Hay un pequeño detalle, como lo expresaba Orwell, y es que en las polarizaciones políticas no hay medias tintas, es decir el país tomará un solo rumbo, ojalá y pueda ser ese camino de reconstrucción social. Tomo como referencia la obra de Orwell porque en la breve reseña que se expresa se puede retratar ligeramente cuál ha sido la historia por la que ha pasado la política de este país. 

Después del dos de junio, la política de este país cambia completamente, ahora estaremos en una nueva reconfiguración del poder, los que en algún momento hicieron la rebelión prácticamente están desterrados de la granja, los pocos que quedan no tienen moral ni armas para poder siquiera pensar en hacer un nuevo movimiento, quien tiene el control del poder, lo tiene en una proporción desmesurada y casi absoluta. 

Estimado lector, aunque la historia se repite, aquí hay algo que es evidente, y es la severa crisis política que hay, la voluntad popular se ejerció, ¿El pueblo es sabio? No lo sé, no lo creo, es probable que aparte de necesitar nuevos partidos, pensar en un sistema político distinto no estaría tan lejano, pero de momento es otra utopía. Ya no tendremos a Snow Ball que levante la voz por la causa, ahora solo se tendrán Napoleones que ejercerán su poder a conveniencia. El equilibrio que existía producto de una rebelión, se perdió, se difuminó y tardará mucho en llegar.


Eso pasa en las democracias, eso pasa en la vida, así es la política poco lógica y elevadamente traicionera. Esperar es la única y escasa sensatez a la que podemos aspirar. Aunque alguien gane, si el país pierde, todos perdemos. 

In silentio mei verba, la palabra es poder.


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