Necesario que profesionales en salud mental trabajen con perspectiva LGBTIQ+. Atención a la salud mental debería estar garantizada para todos
Muerte de Ociel Baena Saucedo, magistrade del Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes, trajó un incremento evidente de ataques y discursos de odio hacia personas de la comunidad LGBTIQ+, lo que se vio reflejado en el aumento de los servicios que ofrece la Clínica de la Diversidad Sexual SURA, informó su director, Héctor Meza.
“Nosotros hemos recibido más casos y hemos visto un aumento en la gravedad de las problemáticas tras el asesinato del magistrade Ociel Baena; incrementaron terriblemente las manifestaciones de odio públicas y esto repercutió en la salud mental. Hubo aumentos en cuestiones de depresión, ansiedad e ideación suicida, especialmente en la población no binaria”.
Ante este panorama, destacó la necesidad de destinar una partida presupuestaria para generar estadísticas que permitan conocer la situación de la población LGBTIQ+ en salud mental, para establecer una línea de acción eficaz para solucionar esta problemática.
Resaltó también que es imperioso que los profesionales en salud mental de la entidad trabajen también con perspectiva LGBTIQ+ a fin de brindar una atención terapéutica especializada a esta población, ya que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, manifestó Héctor Meza.
“Consideramos prioritario incluir en las políticas públicas la atención en salud mental para la población LGBTIQ+, ya que, al ser un grupo discriminado y marginado, la tendencia a generar problemas de salud mental como ansiedad, depresión e ideación suicida es muchísimo mayor”.
Detalló que como parte del activismo que realiza la Clínica SURA se han atendido más de 1,500 consultas al año y enfatiza que su trabajo es gracias los activistas, labor que debería estar garantizada por el sector público.
Resaltó que es de forma general, tanto en el sector público como en el privado muchos especialistas en salud mental carecen de perspectiva hacia la población LGBT, es decir, no entienden que las experiencias de vida de las personas gay, lesbianas o trans no son las mismas que las de personas cisgénero y heterosexuales, ya que desde pequeños se les priva de ser quienes son, se les estereotipa, violenta y se les juzga mucho; por ello se les debe atender con las herramientas adecuadas.
“Recordemos que estamos en un estado súper conservador, católico, que se les violenta mucho en el mismo núcleo familiar, lo cual influye mucho en la salud mental… La salud mental es un derecho para todas, todos y todes”, dijo el especialista para resaltar que, con una buena salud mental en la población, sea LGBTIQ+ o no, beneficia a toda la sociedad en su conjunto.