Ante la inminente oleada de nombramientos del equipo completo de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, uno de los nombramientos que más revuelo ha causado es la de la selección del próximo Secretario de la Defensa Nacional. Hay que recordar que esta es una de las elecciones más difíciles en la conformación del gabinete.
Ante una posible sucesión en la Sedena por parte del grupo de control, conformado por Gabriel García Rincón, Ricardo Trevilla Trejo y el mismo Luis Cresencio Sandoval González; se nos hace creer nuevamente que la tradición es que el Secretario saliente presente una terna,
Sin embargo la realidad es que todo presidente sensato estudia bien sus opciones, más allá del esfuerzo del saliente de cuidarse las espaldas proponiendo una terna.
A continuación la crónica del intento de conservar el poder por parte General Luis Cresencio Sandoval González a la Sedena, y el historial incómodo sobre el grupo de control de sus allegados.
Y lo más importante: la oportunidad de la Doctora Claudia Sheinbaum para corregir el rumbo, con opiniones informadas y un análisis donde no le anoten un gol.
Si Sandoval llegó luego de un análisis a conciencia, ¿por qué su sucesor debería ser impuesto por él mismo?
El entonces -recién electo- presidente López Obrador nombró al General Luis Cresencio Sandoval González hasta el 22 de octubre de 2018.
Se demoró porque trató de hacerlo bien, elaborando cuestionarios y pidiendo una investigación especial a la Comisión Nacional de Derechos Humanos sobre el comportamiento de todos los generales de división en el activo y de los almirantes en activo. Para la decisión hubo cuidado en que no existieran recomendaciones internas, tratando de desmarcarse del General Salvador Cienfuegos Zepeda, quien el día del destape, calificó como excelente el nombramiento de quien sería su sucesor en el cargo.
De hecho, en la mañanera del 6 de septiembre de 2022, López Obrador declaró que había seleccionado a Sandoval porque era incorruptible.
Como dato al margen, Cienfuegos no ocultó su felicidad, refiriéndose al General Sandoval como un hombre valiente, maduro, experimentado y leal. Y sabía que sería leal, especialmente porque habían seleccionado a alguien de todas sus confianzas. Una vez más, el control del Ejército se quedaba en las mismas manos.
De cara a una posible sucesión en la Sedena, se nos hace creer nuevamente que la tradición es que el Secretario saliente presenta una terna, pero la realidad es que todo presidente sensato estudia bien sus opciones, más allá del esfuerzo del saliente de cuidarse las espaldas proponiendo una terna.
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La preocupación de Sandoval en el futuro sexenio de la Dra. Sheinbaum
Los presidentes hacen la tarea, pero la realidad es que en México, el mundo de los civiles es bastante lejano del de los militares y esto hace fácil que le metan un gol a cualquier presidente, como eventualmente se daría cuenta López Obrador de su mala elección, a través de las filtraciones de los Guacamaya Leaks.
El general Sandoval está preocupado y, abusando del código no escrito de estricta obediencia en el Ejército, ha ordenado a los generales de división, que no son de su plana mayor, que tienen estrictamente prohibido acercarse a la Dra. Sheinbaum o a su equipo, o hay pena de ser arrestados o ser procesados.
A pesar de la orden, dos lo han intentado, uno con permiso y el otro sin permiso:
- El primero que lo intentó, con permiso, es el actual subsecretario, el general García Rincón, y el favorito de Sandoval y de Cienfuegos, compadre de ambos.
- El segundo, sin permiso, fue el general Vallejo, un tanto empoderado y envalentonado por ser parte de El Clan, ese grupo empresarial al que pertenecen Amílcar Olán, Andy y Gonzalo López Obrador y la secretaria de economía Raquel Buenrostro.
- Vallejo ya ha sentido las consecuencias de su osadía, la plana mayor ya le ha enviado a la Inspección y Vigilancia del Ejército para monitorear sus actividades.
El Secretario Sandoval se ha esforzado como nunca para tratar de dejar un sucesor. Sus principales candidatos son: el subsecretario de la Defensa, el general Gabriel García Rincón, el Jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército, el general Ricardo Trevilla Trejo, y él mismo.
¿Protección y servicio al pueblo o abuso de poder del grupo de control?
En la desesperación está abriendo la posibilidad a otros miembros de su plana mayor y ha dejado inclusive entrever su disposición de quedarse al frente otro sexenio.
Esto ha hecho mucho ruido en el Ejército, ya que rompe la tradición y se considera un abuso por parte de Sandoval. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, los secretarios de la Defensa Nacional han durado exactamente un sexenio.
En el Ejército, la posibilidad de ascender a Secretario de Estado se ve amenazada por el grupo de control actual, ya que esta es la única secretaría de estado donde uno puede empezar desde abajo y aspirar algún día a ser el titular de la SEDENA.
A la generación que ahora le toca esa posibilidad perdería toda esperanza y se esperarían retiros anticipados de varios generales que no quieren seguir siendo pisoteados, ni que la plana mayor siga manchando a la institución.
La falta de generales incrementaría los riesgos para el país porque implicaría sacar del retiro a los generales de división controlados por Cienfuegos.
Como se puede apreciar, el nombramiento del General Secretario es una decisión difícil.
La oportunidad de la Doctora Sheinbaum
Como se puede apreciar, el nombramiento del General Secretario es una decisión difícil. La decisión de la Dra. Sheinbaum se reduce a dos sopas, como se dice coloquialmente.
Una que representa al grupo de control y los escándalos, donde está la reelección del General Sandoval, o la elección de alguien de su plana mayor: Trevilla Trejo, Ávila Astudillo, González Ávalos, Vallejo Suárez, García Rincón, González Rodríguez, Zapata Pérez o Cortés Rodríguez.
La otra sopa es hacer la tarea para seleccionar a alguien fuera del grupo de control. Como hizo López Obrador en su momento, evitando las recomendaciones internas y pidiendo opiniones externas.
La Dra. Sheinbaum puede evaluar qué general es institucional, quién tiene experiencia en operaciones, quién conoce al personal, quién sabe manejar presupuestos y dirigir proyectos. También podría consultar a su gente cercana que ha convivido con generales, al presidente, a los gobernadores en turno, a quienes están en el gabinete actual o a quienes estarían en su gabinete, preguntando: ¿Qué general aportó más a la Cuarta Transformación? o ¿Qué general puede aportar más al Segundo Piso de la Transformación?