Las encuestas de salida y el inicio del PREP indican que triunfó la elección de Estado coordinada por el presidente López Obrador y que gana Claudia Sheinbaum su discípula y candidata, para quien trabajó.
El presidente en más de 120 ocasiones violó la Constitución y la ley electoral haciendo campaña a favor de los candidatos de su partido en sus mítines de todas las mañanas.
En la recta final lo hizo quince días seguidos. El INE y el TEPJF, de manera tímida, le sacaron tarjetas amarillas, pero el presidente nunca hizo caso a los señalamientos. La ley no les otorga tarjetas rojas.
El presidente, la candidata, Morena y todo el gobierno federal hicieron publicidad, por todos los medios a su alcance, de que si se votaba por un partido distinto a Morena los beneficiarios iban a dejar de recibir los recursos de los programas que ahora tienen.
Los Siervos de la Nación, uno de los más eficaces instrumentos electorales de Morena, a sueldo de la Secretaría de Desarrollo Social, tiene seis años visitando las casas de los beneficiarios diciendo que le recursos que reciben se los manda el presidente a quien se los tienen que agradecer.
En sus recorridos a las viviendas, que se intensifican en tiempos electorales, de manera abierta amenazan a los beneficiarios de que si no votan por Morena van a perder los recursos de los programas que les llegan. Siembran miedo. Hay videos sobre ese trabajo electoral que es un delito.
Los medios en general, algunos reciben muchos recursos del gobierno federal, han dado una mayor y más positiva cobertura a la candidata del presidente y han perjudicado a la candidata Xóchitl Gálvez. Esto sobre todo en los estados.
Hay muchas pruebas y también denuncias de cómo los 23 gobernadores de Morena, algunos con evidentes relaciones con el crimen organizado, han trabajado de manera descarada a favor de la candidata del presidente. También grupos criminales.
Los gobernadores han metido cuantiosos recursos, pagado medios, puesto a funcionarios a trabajar a favor de la candidata Sheinbaum y comprado a líderes populares para sumarlos con sus bases a la campaña. El dinero invertido alcanza cantidades enormes. Como nunca antes se había hecho.
La campaña de Xóchitl Gálvez, sabiendo que se enfrentaba a una elección de Estado, no a Sheinbaum, nunca pudo superar esta enorme diferencia. No pudo vencer al poderoso Estado Mexicano que puso todo para que ganara la candidata del presidente.
Habrá que ver con cuidado el cómputo final y ver el resultado de las otras muchas elecciones en juego. La de Estado se concentró en la presidencial. Ahí se pusieron todos los recursos políticos, financieros, organizativos y publicitarios. (El corte de este artículo lo hago a las 21.00).
@RubenAguilar