Bien, hay una cosa que tengo perfectamente clara, y es que alguien en el área administrativa de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes no está haciendo bien su trabajo, da pena ver el Teatro Aguascalientes tan solo en un concierto de la OSA, más lamentable cuando el programa es verdaderamente atractivo. No recuerdo, y créeme que tengo autoridad para decirlo, no recuerdo en toda la historia de esta actual versión de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, es decir, 32 años, un período tan mal manejado, la OSA está viviendo el peor momento de su historia, nunca habían estado los conciertos tan desairados, si acaso sólo comparable con aquella incomprensible pifia de Carlos Reyes Sahagún cuando nombró como director de la OSA a alguien que no era mal director, simplemente no era director, y queda en la historia como una de las grandes atrocidades cometidas en contra de nuestra máxima entidad musical, pero lo que está sucediendo ahora con la administración de Alejandro Vázquez Zúñiga es verdaderamente vergonzoso, esta administración cultural será recordada como la de las butacas vacías. Haciendo un recuento rápido, sin meterme en profundidades y detalles, sólo recordemos las dos ediciones de la entrega del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes, evento que siempre hacía insuficiente la capacidad del Teatro Morelos, en el 2023 y ahora en 2024 lució vació y muy triste. El Festival de Música de Cámara de Aguascalientes, que también solía llenar el mismo escenario, Teatro Morelos, el año pasado registró las entradas más pobres en los 20 años que tiene este festival, y claro, los conciertos de la OSA, que en otros tiempos registraban promedio de entrada que daban orgullo, por ejemplo, en la administración de don Felipe González, siendo director del Instituto Cultural de Aguascalientes el licenciado Alejandro Lozano y director de la OSA el maestro Enrique Barrios, teníamos dos títulos de ópera al año, temporadas de la Sinfónica que eran sumamente atractivas e interesantes, temporadas como la de los Stradivarius, la de Pianissimo, Simplemente Beethoven, la de Berlioz y Brahms, en fin, temporadas que registraban entradas promedio de 900 personas por concierto, y con sala llena muy frecuentemente, con estrategias de publicidad bien diseñadas que daban resultados inmediatos.
El concierto del pasado viernes 17 de mayo, que presentó un programa extraordinario iniciando con un poema sinfónico llamado El Jardín Encantado, Tríptico Sinfónico de Alfonso Elías, continuamos con Callirhoë, Suite Op.37 de Cecile Chaminade. Escuchamos después el célebre Vals Triste de Sibelius, vino entonces la maravillosa Obertura Rienzi del dramaturgo musical Richard Wagner y terminamos con la Capriccio Espagnol, Op.34 de Nikolai Rimsky-Korsakov. La dirección estuvo a cargo del maestro Gustavo Rivero Weber, en su calidad de director huésped.
Fue un extraordinario concierto, y el maestro Rivero Weber supo entender perfectamente a la Sinfónica, le sacó provecho a su potencial y la hizo sonar impresionante, es cuando uno se pregunta si es la misma orquesta que dirige el maestro Revueltas cada semana. Creo que para los que asistimos con una devoción casi religiosa a todos los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, queda perfectamente claro que la nuestra, a pesar de todo, es una de las mejores orquestas del país y que cuando tiene enfrente una batuta competente, que la entiende y la sabe guiar, los resultados son sorprendentes. Lamentablemente en la sala del Teatro Aguascalientes no había más de unas, no sé, quizás unas 250 o 300 personas de las 1500 que caben en este inmueble, triste, ¿no crees?, y es especialmente triste porque se ha demostrado cualquier cantidad de veces que independientemente de lo que esté programado, es posible que la asistencia a los conciertos sea mucho más decorosa. Ya lo he comentado en este mismo medio varias veces, pero lo digo otra vez por si les sirve de algo a los que trabajan como administrativos en la OSA, en otros tiempos se contaba con transporte gratuito para llevar público a los conciertos, se fijaba un punto, los interesados, que solían ser muchos, se reunían en ese punto y el transporte los llevaba al Teatro, al terminar el concierto, el autobús regresaba al punto de partida con todos aquellos que estaban interesados, y así en cada concierto. Por otro lado, la publicidad, ahora esto no existe, no sé qué le hace creer a los actuales funcionarios del ICA que con publicar boletines en las redes sociales están cumpliendo dignamente con su trabajo, está claro que esto no es suficiente. Antiguamente se hacían ruedas de prensa cada jueves con el director titular, o el invitado, depende el caso, con el solista, si había uno de acuerdo a lo programado, se hacía una gira de entrevistas con el gerente, bueno Salvador Meza sí sabe, entonces las entrevistas con él eran muy enriquecedoras, yo tuve la oportunidad de entrevistarlo varias veces, y también con los protagonistas del concierto, en el caso de que no hubiera solistas, iban músicos de la orquesta para hablar de su trayectoria y, claro, del concierto, se hacían por los menos unas seis o siete entrevistas cada semana, y ahí estaban los resultados, buenas entradas en cada concierto, pero ahora…, a mí como melómano, seguidor de mi orquesta, y como periodista cultural, me da mucha tristeza ver lo que está sucediendo en esta administración en el Instituto Cultural de Aguascalientes.
Para mañana, en el tercer programa de la segunda temporada, tendremos de Alexander Borodin, En las Estepas del Asia Central, el Concierto para piano No.3, Op.50 en re mayor de Dmitri Kabalevsky con la participación de Lulú Galindo al piano, y para finalizar, la deliciosa Sinfonía No.1 en sol menor de Vassili Kalinnikov, dirige el maestro José Miramontes Zapata. Nos vemos a las 20:30 horas en el Teatro Aguascalientes.