Mi tesoro, aprendices del Gollum | Opciones y decisiones por Francisco Javier Chávez Santillán - LJA Aguascalientes
21/11/2024

Acaecida ya la tercera marcha/concentración de la “Marea Rosa”, el pasado domingo 19 de mayo, y efectuado el Tercer Debate de las y el candidatos presidenciales, es increíble el celo con que el colectivo oficialista, liderado por Andrés Manuel López Obrador y su candidata presidencial a la cabeza, ha negado más que tres veces la existencia y su conocimiento del innegable colectivo de la Sociedad Civil -apodado así “marea rosa”-, el que contra toda evidencia, se ha manifestado en las calles de México y algunas ciudades del extranjero. ¿Por qué esa exacerbada negación de su presencia? Indagación que abre un interludio para plantearnos algunas “Quaestiones disputatae”, a saber: 

  1. Primera cuestión disputada. La organización de la Sociedad Civil como bloque opositor no existe

Se argumenta que “políticamente” no existe, que no hay tal. Que lo único existente en el bloque opositor son las marcas más desprestigiadas de partidos políticos “del pasado”, el bloque “moralmente derrotado” por el movimiento Morenista en 2018, y por ende la superioridad moral de la Cuarta Transformación; alianza opositora que la candidata Claudia Sheinbaum apellida con sarcasmo y desdén: la “priandilla”. Descalificación y reducción intencionalmente retórica que se ha repetido a la saciedad en los altavoces de la mañanera presidencial, sus corifeos y aplaudidores, durante este sexenio. Pero, ¡oh sorpresa!

Y, como dijo el gran pensador Galileo Galilei abjurando de su versión heliocéntrica del mundo: “Y sin embargo, ¡se mueve! / E pur si muove”, ante el Tribunal de la Santa Inquisición, 1633. Liberado de la ejecución. Emulando a Giordano Bruno (1548-1600), en 1576 quien tuvo que huir debido a su pensamiento herético respecto al universo, a la Tierra redonda que giraba alrededor del Sol y la teoría heliocéntrica. Infaustamente ejecutado. Efectivamente, ante el nuevo tribunal de inquisidores 4Teístas, con el Gran Inquisidor de Palacio al mando, y contra su terca negación de la presencia activa opositora de la Sociedad Civil, volvemos a repetir la histórica y valiente expresión: ¡Y sin embargo, se mueve! 

Creo yo que, con razón y fundamento suficiente, me permito decir que sí, se ha manifestado como multitud en la Historia. Calificación sociológica que emitió George Rudé respecto de las manifestaciones de protesta por el pueblo de París, contra la elevación de los precios del pan, en los mercados de la ciudad (https://www.sigloxxieditores.com/libro/la-multitud-en-la-historia_16509/). “La multitud en la historia marcó un hito historiográfico. Por un lado, inauguró lo que desde entonces se conocería como ‘historia desde abajo’, intentando recuperar el pasado de los sectores populares desde una perspectiva que incluía la propia subjetividad de los actores. Por otro lado, la incorporación de las percepciones de individuos y grupos en la explicación histórica supuso un tránsito entre la historia social y la historia cultural, corriente que ha dado destacados y continuados frutos”. (Cfr. La multitud en la historia. Los disturbios populares en Francia e Inglaterra, 1730-1848. Siglo XXI editores, 2009). 

Siendo que, desde el primer momento de su aparición, una muchedumbre formada por ciudadanos ostensiblemente de clases medias y otros de estratos sociales distintos integrados a diversas ASC (antes ONG’s), decidieron salir a las calles para manifestarse en contra de los ataques a las instituciones democráticas, por el régimen López Obradorista actuante; cuya primera instancia fue la defensa del INE (“el INE no se toca”), marcha por la democracia, noviembre 13, 2022. Incluidas instituciones representadas por los Poderes Constitucionales, y/o creadas como órganos autónomos previstos por la Ley en la estructura Sectorial, bajo el compendio jurídico de la Legislación vigente en la República Mexicana, sistema que constituye su corpus como Derecho Positivo Mexicano, comprendido en su totalidad, Constitución Política incluida. Este precisamente ha sido el objeto oscuro de su deseo por destruir y erradicar

E pour tant! Acerca de esta cuestión disputada: Sí sabemos dónde está esa franja ciudadana   sistemáticamente negada, ignorada, minimizada, relativizada desde el alquimista de Palacio hasta el coro de los “urdimalas” militantes 4Teístas. El interés político evidente es reducir conversacionalmente su presencia y su significación como actor de peso en esta contienda; independientemente de su confluencia -por necesidad jurídica- con las marcas partidistas que les abre representación política electoral expresa. En el espejismo colectivo López-obradorista sólo hay oposición de tres marcas políticas ya condenadas desde su interés hegemónico, y cuyo decreto de muerte ya fue inscrito en los anales de la historia contemporánea. Sin embargo, gracias a la vitalidad del colectivo opositor se les ha aparecido un fantasma aterrador: “¡Los muertos viven!”, antisemema que los trae mareados y con estrabismo extremadamente grave. Esa gran vertiente de la Sociedad Civil decidió manifestarse en las calles contra los ataques arbitrarios del régimen gobernante a las instituciones democráticas del país. Tiene identidad propia que se llama: “ser multitud en la Historia”. Y saldrá como “marea rosa” a votar este 06/2024. Nociones que derivan en otras cuestiones disputadas.  

  1. Segunda cuestión disputada. La identidad real y manifiesta de la candidata Claudia Sheinbaum. Como por arte de magia, al caer el telón de la gran concentración ciudadana en plazas de la República, en la fase del Post-Debate se trasluce sin sombra de dudas la personalidad inequívoca de la candidata presidencial Dra. Claudia Sheinbaum. Todo lo dicho y debatido sobre los verdaderos motivos del oscuro deseo político del oficialismo, para continuidad hegemónica en el país, se han hecho patentes en voz, figura, talante y persona de la candidata oficial. Lo que modifica significativamente la discursiva predominante.

Asunto que nos reporta un resultado metaproblemático que se desprende de la aparente masiva preferencia electoral (que las encuestas al uso esgrimen) por la continuidad del oficialismo hegemónico, a pesar y  contra los rotundos y patentes fracasos del gobierno López Obradorista, en sentido transversal a todos los planes sectoriales de Gobierno, que a no dudarlo impactan sobre los frentes más sensibles y caros para la población nacional en su conjunto, especialmente sobre los grupos y colectivos más vulnerables, tal como Xóchitl Gálvez los ha reunido virtuosamente. 

En una barroca argumentación visceralmente extraída de “la popularidad” imbatible del propio presidente Andrés Manuel, se afirma o se afirmaba que, su propio y personalísimo ADN se había estado transmitiendo mágicamente a su elegida candidata Claudia Sheinbaum, y se aducía que por una suerte de trasvasación molecular ignota, ahora ella estaba comportando ese mismo “arraigo popular”, como dirían los de la vieja escuela política, hasta convertirse en genio y figura de su mentor. Para sorpresa y extrañamiento de muchos, sus comparecencias sucesivas últimas, particularmente la correspondiente al último programa inmediato de Tercer Grado del conocido panel de Televisa, afloró el verdadero ADN de Claudia Sheinbaum, capaz de erizar la piel de los panelistas y de innumerables espectadores anónimos. Atinaba a afirmar, “el Plan C” bajo mi mandato se ejecuta… es decir, la República se reduce a mi voluntad de cambio, no hay discusión, mucho menos consulta, simplemente se ejecuta y ya. La transformación continúa. 

Recordemos que el fenómeno sociopolítico de “epización” personal (dígase El César, Cleopatra, Mandela, John F. Kennedy, Lenin, Putin, Obama, Sir Winston Churchill, El General Charles de Gaulle, Angela Merker, etc.) además de manifestación mágica y casi por efluvios espirituosos, no suple ni puede sustituir la construcción histórica de un perfil de liderazgo propio en la brega diaria, además de genuino y creíble. No obstante, gracias al efecto altamente gratificante de sondeos y encuestas electorales al uso y a modo, la  candidata oficial ya decidió romper la escayola que le impuso el presidente, para demostrar que ella ejercerá  su propio estilo y modo de mando. Su rigidez y frialdad sí anticipan un perfil de alto riesgo, para un México plural, pluriétnico, multicultural, más alto y profundamente estratificado. Su ADN es como los virus, altamente modificado. 


  1. Tercera cuestión disputada. La reducción retórica y semántica del opositor y/o de su visión alternativa del mundo. Para abordarla, me voy a referir a un fenómeno etnológico y social, ancestral, pero ilustrativo del tema semiótico que deseo abordar. Veamos.

En la cuenca amazónica de Ecuador y Perú habita la tribu Shuar, también conocida como jíbaros. De ella se dice que fue una de las pocas a las que los españoles nunca pudieron someter debido a su carácter aguerrido. Sin embargo, los Shuar no son tan conocidos por esto sino por una práctica que puede clasificarse como macabra: la reducción de cabezas de sus enemigos. (Cfr. Muy Interesante. Rodrigo Ayala, Periodista especializado en temas de historia y ciencia. Creado: 04.08.2022. https://www.muyinteresante.com.mx/historia/1070.html). “La idea era atrapar al espíritu demoníaco, para evitar que vengue la muerte del guerrero vencido”, le explica a BBC Mundo Tobias Houlton, antropólogo de la Universidad Witwatersrand, en Sudáfrica. “El propósito de la reducción no era destruir al espíritu sino esclavizarlo”, añade. Los shuar creían que “el espíritu continuaba viviendo dentro de la cabeza, pero ahora trabajaba en beneficio del vencedor”. 

Toda vez que hemos fincado este referente etno-sociológico, a su luz, podemos abordar el asunto álgido de la esfera económica de México. Y me refiero a la sistemática evasión del presente régimen López Obradorista de instaurar una auténtica reforma de la Política Fiscal, desde la cual se rija con aptitud y eficacia el sistema de Ingresos y Egresos de la Hacienda Pública Nacional.

La ya inobjetable, después de 6 años de Ejercicios Fiscales, decisión persistente de mantener el compromiso de la división entre los factores económicos y los políticos, ha confirmado el mal presagio de ahondar la exclusión explícita del sector empresarial del mandato gubernamental, tal como López Obrador lo ha ejercido; ya que no sólo la mantuvo en la retórica discursiva, sino que al final, pactó acuerdos “non sanctos” con señalados agentes preponderantes del Capital, a su conveniencia, pero no con el resto del sector como un todo. 

Lo anterior, con notable afectación a lo esencial: el pacto fiscal fundamental para la recta formación del Capital y construcción del Tesoro de la Nación. Esta inclusión teórico-práctica pertenece al núcleo esencial del sistema Capitalista de Producción, Circulación, Reproducción,  Revaluación y Acumulación Financiera del Capital. Vivimos en un mundo densamente interconectado, que a la caída económico-política del polo comunista del Este, 1989, queda estructurado unipolarmente bajo el sistema de Globalización económica bajo la Dirección de los Países Centrales Capitalistas del mundo, habida cuenta de la influencia de los regímenes dominantes de los países nacionales integrados al concierto de Naciones.

Pretender evadir esta realidad sistémica mundializada es, aparte de una mera mitología, una auténtica insania, debido a las graves contradicciones que se infiltran en los países nacionales que así se comportan. Para abreviar, al negarse el Gobierno de López Obrador de pactar una auténtica Política Fiscal, pretende supuestamente una radical soberanía del Estado frente a las oligarquías empresariales nacionales, ilusoriamente sujetándolas y subordinándolas, al imperio del Gobierno Federal. Sin embargo, esta grave exclusión y polarización es esencialmente contradictoria y ficticia.

Lo anterior, en razón de la vinculación continental de Norteamérica en el TMEC, cuya integración económica y financiera no está a deliberación unilateral porque por esencia es Trilateral, para empezar. En segundo lugar, al “excluir o expulsar” al sector empresarial de la Inversión Pública en cuanto tal, siendo como es el factor económico relevante y preponderante de la inversión privada nacional, en vez de ingresar natural y funcionalmente al ciclo de reproducción del Capital, enfáticamente del Capital de Trabajo de la estructura poblacional del país, y por ende del bienestar de la clase obrera y trabajadora, en general; esta política pública excluyente está paradójicamente privilegiando literalmente “el atesoramiento” de los mayores capitalistas -con ventajas orgánicas en la economía-, al no integrarlo orgánicamente a los ciclos sistémicos del Capital y, más aún en claro detrimento de la reedición del capital-laboral y de la formación propia de la clase trabajadoras, y del capital productivo.

Lo que permite inferir que ésta sí es una forma hipócrita de evitar a toda costa la Reforma Fiscal imperativa, ya, para el México de hoy. Cuya prueba histórica y geopolítica está en dicha aseveración, y consiste es revisar simplemente el funcionamiento de la Trilateral que implantó el Neoliberalismo (Margaret Thatcher-Ronald Reagan): las empresas Trasnacionales como el mercado, no están en alguna parte, porque están en todas partes y no quedan restringidas a las políticas internas de los países nacionales… Por eso son Trans-Nacionales.

El acento persistente del López Obradorismo en los Programas Sociales delinea un régimen político de “Bienestar”, pero sin abatir las causas profundas de la desigualdad social; lo que ya hemos aludido como Ilusión Fáustica. En cuyo contexto, más contradictorio aún resulta ser el enfoque de supuesto desarrollo, desde o a partir de “la carestía” que no es sino un eslogan vacío y efímero de la exaltación populista al pueblo pobre, utilizado en contra de los “oligarcas” de la “derecha”; a los que ya añadió o sumó sin fundamento y desbocadamente, a todas las clases medias y aspiracionistas del país. Ya lo he comentado, basta leer con atención y puntualidad el Volumen I de El Capital de Marx, para caer en la cuenta de las increíbles aberraciones que se provocan en el sistema económico, con esta lectura sesgada del papel del Capital bajo una rectoría adecuada del Estado, y no su supresión. Más claro, no su castración o “reducción de cabezas”, como se quiera expresar. 

Inferencia de la cuestión disputada: Pésimo presagio será éste de “continuidad” de la pragmática, fría e intransigente candidata Claudia Sheinbaum, al quedar evidente la inviabilidad del continuismo de la exclusión de la clase empresarial, que no tal sólo se ha manifestado desde su cuarto de guerra, con un lenguaje, temple y estilo genuinamente versallesco; a todas luces discrepante, pero continuador del perfil de López Obrador. He aquí, un excelente ejemplo del estrabismo congénito al oficialismo, dos perspectivas visuales que no se armonizan, sino que se entrecruzan arbitraria y caprichosamente. He aquí su crisis resolutiva. ¿Será? 

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