- Reiteró que su gobierno va “bastante bien” y agradeció a todos los que simpatizan con su partido y consideró que “los que no simpatizan porque no pasan de insultos y enojos y difamaciones”
A unas horas del tercer y último debate presidencial, el jefe del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, comenzó la conferencia matutina con la frase “Vamos iniciando la semana bien y de buenas”. De nuevo defendió que no tiene vínculos con el narcotráfico y que sus hijos no son corruptos.
Al ser consultados sobre lo que vio en el encuentro entre las candidatas afirmó que “en lo interno muy bien, hasta diría requetebién porque estamos a 15 días, menos, de la elección presidencial” y detalló logros de su gobierno.
“Vamos muy bien, requetebién. No estoy hablando de lo económico, ahí pues no solo es de dominio público, se advierte, se percibe, se siente en la economía popular familiar. Esto la mayoría de los mexicanos sabe y las cifras no mienten: Se ha incrementado el salario mínimo y promedio en México como nunca en medio siglo. Hay oportunidad de trabajo como no sucedía”, también habló de la inversión pública.
“En lo social les puedo garantizar al 100% que no hay un país que tenga un plan de bienestar a la mayoría de las familias como el que se está aplicando en México desde hace seis años, no hay en el mundo algo así, ningún país proporcionalmente a nuestras posibilidades, a nuestra población. Entonces estamos bastante bien y en lo político, libertades plenas, democracia auténtica, no simulada”.
Reiteró que su gobierno va “bastante bien” y agradeció a todos los que simpatizan con su partido y consideró que “los que no simpatizan porque no pasan de insultos y enojos y difamaciones”.
De todas las que, afirma, son difamaciones, con las que buscan afectarlos en lo político, “tiene un efecto de búmeran porque si se dedican a calumniar con un pueblo consciente como está el pueblo de México pues pierden credibilidad y caen en el ridículo”.
De nuevo respondió a los señalamientos en su contra por supuestos vínculos con el narcotráfico y por los presuntos negocios de sus hijos. “Nada porque el pueblo tiene un instinto certero, sabe y no se deja manipular y puede venir el New York Times como vinieron, la DEA, la señora Anabel Hernández y decir que me dieron una maleta de dinero, nunca prueban nada, nada, calumnian, pero no tienen ningún efecto”.
Acerca de la acusación de corrupción de sus hijos, pidió “pruebas, ¿dónde están? Mis hijos no son corruptos y demuéstrenme lo contrario, los desafío porque si no y además ya lo doy por sentado son unos viles calumniadores nuestros adversarios del bloque conservador, porque así es la derecha en todo el mundo. Son muy falsarios, hipócritas, clasistas, racistas”.
Aseguró que su honestidad lo protege, le da un blindaje en su misión de transformar al país y es lo que le permite que no lo destruyan. “La autoridad moral es la que da autoridad política”, también llamó a los jóvenes a que resistan las tentaciones del dinero, del poder por el poder y de llegar a toda costa porque de lo contrario cuando lleguen a un cargo serán manipulados y chantajeados. “Imagínense una autoridad que representa a un pueblo convertido en un pelele”.