- Experto en crianza y educación canina señala que el trabajo dueño-mascota debe ser constante para corregir malas conductas
- Canes pueden iniciar su proceso desde los primeros meses de vida, sin importar su raza
La Universidad Autónoma de Aguascalientes preocupada también por el bienestar animal, continúa con la promoción de cursos enfocados en motivar el respeto hacia las diversas especies. Uno de ellos, actualmente en marcha, es el de adiestramiento canino impartido por Pablo Puente Díaz.
El también criador de perros y responsable de impartir el curso de extensión “Adiestramiento canino” (durante un periodo programado) en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, recomendó a los propietarios de algún perro, aprender a dirigir la educación de su mascota. A decir del adiestrador canino, las principales situaciones que le reportan tienen que ver con que el perro, al salir de paseo, jala la correa de su dueño con excesiva fuerza, o el que, al ver a otros animales, sale disparado hacia ellos de forma agresiva. Problemas como estos y otros asociados al uso de la pirotecnia pueden ser abordados de manera profesional para corregirlos.
La educación canina es un método cuyo propósito es el de enseñar a un perro las mejores conductas posibles. Se trabaja en pro de que la mascota aprenda reglas que debe respetar para vivir en armonía con su entorno y su dueño.
Antes de iniciar un proceso de educación de un perro, el propietario debe ser consciente de la importancia de que el trato debe ser específico, el perro es un animal y debe ser tratado como tal y no como un bebé para evitar futuros problemas de estrés o ansiedad.
Es importante saber que en ambientes que a un perro le resultan incómodos, se detona la cantidad de ruido por ladrido, se acumula energía y estrés, y se llegan a presentar las inapropiadas conductas que comúnmente, orillan a tomar la decisión de querer deshacerse de la mascota.
Puente Díaz, recomienda trabajar la educación canina a partir del lenguaje corporal. En su procedimiento, hay comandos por voz y sonidos, sin embargo, la batuta la lleva el dueño en todo momento.
La iniciación de la educación canina es recomendada a partir de los tres meses, cuando el cachorro ya come solo y cuando ha concluido su primer esquema de vacunación. En ese momento el perro está listo para socializar y ser expuesto a otros de su especie.
De manera desafortunada, en nuestro país pocas personas invierten en la educación de un perro y, de forma errónea, quienes lo hacen, creen que la persona que trabaja el adiestramiento cambiará los hábitos y temperamento del animal. Es de suma importancia que para que el proceso sea exitoso, los dueños se involucren, aprendan las reglas y pautas para que el canino se comporte de la mejor manera, pues, además, cada perro es distinto.
La responsabilidad es el aspecto más importante que un dueño debe considerar. La mascota, que depende al 100% de su propietario, debe ser cuidada, alimentada y paseada todos los días por un periodo que puede abarcar más de 15 años.
El tema de la educación canina cobra relevancia en un mundo donde la violencia en contra de los seres vivos desafortunadamente va en aumento. Es un aspecto que no debe tomarse a la ligera y que a largo plazo deriva un aprendizaje que favorece una mejor vida para el perro y la sana convivencia con humanos y otros de su especie, de ahí el esfuerzo que realiza la UAA para ofrecer a su comunidad y público en general, un curso integral y de gran apoyo.