Todos los días llegan infractores, entre cinco o diez personas, situación que se potencializa los fines de semana
Los menores de edad son los más afectados por la destrucción del tejido social en el municipio de Jesús María, reconoció el alcalde Antonio Arámbula López, quien dijo que esa situación llevará años en reconstruirse, pues a pesar de que durante su gobierno se han instruido políticas públicas en beneficio de la niñez, los resultados podrían verse reflejados hasta dentro de años.
El alcalde, quien estuvo presente en la toma de protesta de la diputada Flor de María Zavala en el Congreso del Estado, manifestó que hay un tema pendiente de justicia cívica, donde se buscará que esté acorde el reglamento cívico con el reglamento del Código Penal y con el reglamento del estado.
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Señaló que todos los días llegan infractores, entre cinco o diez personas, situación que se potencializa los fines de semana, pero “los que han pagado, por ejemplo, la falta administrativa con trabajo comunitario andaremos pisando los mil, desde que iniciamos este proyecto, que fue hace poco más de un año”.
Comentó que no hay celdas suficientes, pues se requiere hacer celdas específicas para menores, “tengo que hacer una para niños, niñas, que sería como una ludoteca y una para adolescentes, que tampoco se tiene, pues los recursos son escasos, pues hay que recordar que el FORTASEG ya lo eliminaron y eran recursos para eso”.
Explicó que cuando se detiene a un menor, que es infractor, se le manda llamar a los padres para que pongan correctivos, pues de los detenidos por faltas administrativas un 30 o 35 por ciento corresponde a menores de edad.
Hizo hincapié en que gran parte de responsabilidad es de los padres y madres de familia, señalando que los dejan solos en las calles, no tienen límites, por lo que los menores hacen cosas que no deberían.
“Sobre todo se les detiene por daños en las cosas, riñas y los más grandes, que son adolescentes, los detenemos por venta de drogas y robos”.
Arámbula López mencionó que para que un menor haga el mal es porque hubo la omisión o bien la inducción de un adulto para hacer el mal: “por eso creo que sí se debe de castigar al papá, nosotros hemos visto casos en Jesús María donde el papá y la mamá son adictos y mandan al menor a entregar droga o lo drogan para no darle de comer o simplemente la mamá está embarazada y se droga, por lo que esos menores tendrán tendencia hacia la drogadicción, hacia la depresión, porque es un menor desatendido”.
Señaló que para la reconstrucción del tejido social se debe trabajar con todas las generaciones al mismo tiempo, con los adultos mayores, con los adultos, con los jóvenes y con los niños.
Dijo que Jesús María ha tenido un crecimiento muy alto en su población, por lo que de algo están sirviendo las políticas públicas, pues si no se tendría un mucho mayor índice de violencia.