Semiótica: Se define como la ciencia que estudia las propiedades generales de los sistemas de signos o símbolos, como base para la comprensión o comunicación de toda actividad humana, sea política, económica, cultural, etcétera.
Finalmente iniciaron, ahora sí, formalmente, las campañas presidenciales de los tres candidatos registrados ante el INE: por las coaliciones “Fuerza y corazón por México” de Xóchitl Gálvez, “Sigamos haciendo historia” de Claudia Sheinbaum, y por el partido Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez. Ahora sí, cuentan todos los días de campaña de cada una de las candidatas y el candidato, e irán a toda prisa contra reloj y los números de las tendencias que, en un mar de encuestas, determinan el punto de arranque que deben ajustar de cara a la gran encuesta del 2 de junio.
Es innegable el tener que aceptar que la candidata oficial de la coalición “Sigamos haciendo historia”, ha iniciado con una clara ventaja sobre sus contrincantes, y que, hoy por hoy, resulta muy difícil de precisar, justamente por las actitudes de la propia candidata, su equipo de campaña y el activismo electoral del vasto cuadro de respaldo que el oficialismo hecho gobierno, compuesto por 23 gobiernos de ese origen político y el propio gobierno federal, encabezado por el mismísimo presidente de la República, están realizando sin tapujo alguno, inclusive, más allá de la ley. Para confirmar lo anterior, quizá bastaría mencionar el artículo del diario El Economista del pasado domingo firmado por Diego Badillo, donde señala que Andrés Manuel López Obrador, acumula 330 denuncias electorales en lo que va de su administración, correspondiendo 17 de ellas sólo a los dos primeros meses del 2024. Es popular el conocimiento de que para el presidente es inútil señalarle la importancia de los ordenamientos legales del país, y su frase de “no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”, define y explica su conducta y la de sus seguidores.
Sin embargo, según el mismo artículo arriba citado, los propósitos que persigue la mencionada ilegal conducta oficial son dos, a saber, por un lado, apoyar el triunfo de su candidata, y por otro, preparar los elementos “legales” necesarios para obligar al Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal y anular la elección en caso de un triunfo de la oposición. Recordemos que en política nada es casualidad ni accidente, todo tiene un fin preciso, sobre todo viniendo del ladino huésped de Palacio Nacional.
Sin embargo, el inicio de las campañas punteras, tuvieron su especial carga de simbolismo, que dan pie a adivinar la tónica que caracterizará el proceso electoral de aquí a la jornada electoral del 2 de junio. Mientras que Xóchitl Gálvez, iniciaba su carrera por la presidencia de la República en la icónica ciudad de Fresnillo, Zacatecas, la ciudad más insegura del país, dando relevancia al principal tema que el actual gobierno federal dejó sin solución en un claro abandono de la población ante la delincuencia organizada, mismo tema que retomó en la concentración de Irapuato, Guanajuato, lugar no menos asediado por la inseguridad y la violencia, donde ofreció el fin de los abrazos y la creación de una mega cárcel para atacar e inhibir las acciones del crimen ahora enseñoreado en el país.
Por su parte, la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, inició el viernes 1 de marzo en la explanada del Zócalo capitalino, con un tradicional lleno al más puro estilo de la 4t, estilo que debió sufrir una modificación por la presencia frente a Palacio Nacional de los activistas y padres de familia de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, a los que el jefe del Ejecutivo sencillamente ignora, aunque prometió resolverles el asunto desde el principio de su gestión. Este es un signo más, aparte de la desatada violencia e inseguridad en el país, donde el proyecto político de la 4t no ha logrado el menor avance. Siguiendo con los símbolos y las campañas, la candidata Sheinbaum siguió su recorrido por Ciudad Juárez, Chihuahua, por lo que “representa para México en materia de la violencia con las mujeres”.
Y los símbolos siguen. Jorge Álvarez Máynez inició su campaña en el municipio de Lagos de Moreno, Jalisco, con la señalada ausencia de los líderes del estado emanados de su propio partido, Movimiento Ciudadano. Al evento no asistieron los líderes de su partido, ni el gobernador Enrique Alfaro, ni ningún otro líder naranja de la entidad, y con otra señal significativa de una asistente al mitin: “te cambio mi voto por mi hermano desaparecido”.
Si bien las estrategias están basadas en los símbolos para enviar mensajes en la elección por parte de los candidatos, la ciudadanía y en general la población, también tienen sus propuestas, y suelen ser muy directas y duras. La ciudadanía tiene su propio código de señales para los candidatos, y éstos deben ser muy receptivos y empáticos para con ellos, de otra suerte, habrán de asumir la clara consecuencia en el mensaje que les dejen en las urnas.
Hoy es innegable el asedio de la realidad al proceso electoral, ni el empecinamiento del presidente López Obrador a participar o incidir en el mismo, ni la impericia o indolencia de las autoridades electorales, ni la actitud de las candidatas y el candidato presidenciales, podrán obviarlo durante las siguientes semanas de campaña. No es posible ignorar la incidencia del crimen organizado que tiene su propio proceso electoral en marcha. Según el artículo de Daniela Wachauf (El Universal, 29/02/24), “del 7 de septiembre de 2023, a la fecha han asesinado a 18 aspirantes o precandidatos a algún cargo público para las elecciones de este año. De Morena fueron privados de la vida 7, del PAN con 5, de MC con 3, PRD, PRI y Verde Ecologista con uno respectivamente, de acuerdo a la actualización ‘Violencia Electoral, proceso 2023- 2024’ de Laboratorio Electoral.” Otro signo ominoso para atender sin dilación.
Las campañas han arrancado, los signos y sus mensajes están mostrándose y el único cobijo que nos queda, es la ley.