Yo nací en marzo de 1963 en Aguascalientes, tengo 61 años y siempre he vivido en esta bella hidrotermópolis, mis recuerdos de infancia y juventud están impregnados, entre otras cosas, del restaurante La Chatita, a unos cuantos pasos de las vías del tren con aquellas deliciosas chabelas con agua de piña y un coctel de camarones, de las jacarandas que adornan la ciudad con su color purpura, propio de la cuaresma, que es cuando florecen; por supuesto, del silbato del tren que es algo que está en el ADN de nuestra ciudad, y muchas cosas más, entre ellas, el programa cultural de la Feria Nacional de San Marcos, recuerdo que escuchaba decir a mi papá que la oferta cultural de la feria era el contrapeso de los excesos en la verbena primaveral, de niño acompañaba a mi papá ver la exposición del Encuentro Nacional de Arte Joven, por supuesto, a la entrega de lo que en ese tiempo se llamaba Premio Nacional de Poesía, hoy lleva el nombre de Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes y que tuvo sus orígenes en los Juegos Florales en 1931 entregando una flor natural al autor del poema ganador, asistíamos a conciertos y otras cosas como el Ferial que se celebraba en Palacio de Gobierno, y claro, con la infaltable visita a la casa de don Alejandro Topete del Valle en General Barragán en donde la pasaba genial escuchando al maestro y bebiendo una refrescante agua de frutas que siempre nos ofrecía doña Bertha Ceballos, don Alejandro nos contaba muchas anécdotas que él vivió relacionadas con grandes personalidades del mundo de la literatura, de la política, de la música y de las artes plásticas, yo era feliz en la casa del maestro y siempre esperaba que mi papá me dijera que si lo acompañaba a visitar a don Alejandro.
Así transcurrieron mis años de infancia, adolescencia, juventud y edad adulta, siempre interesado en conocer el programa cultural de la feria más importante de México y diseñar mi agenda para asistir a los eventos que me interesaban, y es que evidentemente si la Feria Nacional de San Marcos es la más importante de México, no es por la cantidad de gente que se la pasa bebiendo en las calles, porque se permite hacerlo en el perímetro ferial, que abarca buena parte del primer cuadro de la ciudad, ni por la cantidad de bares, antros, y esos lugares, claro que no, ni por el palenque y el casino, hoy los casinos ya están permitidos en todo el país; yo no soy taurino, pero creo que tampoco el serial taurino de nuestra feria la hace ser la mejor feria de México, entiendo que hay otros seriales de la misma o quizás más importancia, nada de eso.
Siempre que viajo a algún lugar, una playa por ejemplo, estoy cansado de que cuando me preguntan “¿de dónde nos visitan?”, y al responderle que de Aguascalientes, tiene que venir, casi invariablemente, un comentario acerca de nuestra feria, y yo me apresuro a decirles que Aguascalientes tiene muchas cosas más importantes y bellas que tres semanas de fiesta en las calles de la ciudad, y que incluso en la misma feria, existe un programa cultural que le da a la fiesta otro rostro, me apresuro en explicarles que tenemos el premio de poesía más importante, no sólo de México, sino de toda Latinoamérica, y que incluso en España están al pendiente de nuestro premio de poesía, que tenemos el Encuentro Nacional de Arte Joven, que también es el mejor en su naturaleza, que tenemos una Orquesta Sinfónica que está ubicada entre las mejores del país, y así, me preocupo en dejar en claro las bondades culturales de esta tierra que me vio nacer.
En fin, el asunto es que cada año, para quien esto escribe, la presentación del programa cultural de la Feria Nacional de San Marcos, la más importante de México, me genera un gran interés, así que, movido justamente por ese interés, asistí el pasado miércoles 27 de marzo a la presentación del programa cultural de la Feria en su edición 2024 que se celebró en la Casa de la Cultura a las 20:00, inició con los clásicos protocolos, y de inmediato noté fallas en el sonido, después me di cuenta que la transmisión en redes sociales estuvo peor de lo que padecimos quienes estábamos en el primer patio de la Casa de la Cultura, imposible entender algo, aunque sé que de nada me perdí, y esto no fue más que un preámbulo de lo que vendría en la presentación, simplemente diré, que como ya lo apunté líneas arriba, el programa cultural siempre ha sido lo mejor de la feria para un servidor, y es lo que más presumo a los que son de otras ciudades, incluso de otros países, pero este programa cultural es el peor de los que recuerdo. Y ahora, ¿qué le digo a quien nos visita?, ¿qué les presumo? El programa está muy pobre y no es digno de la Feria más importante de México. Por otro lado, yo no sé si los diseñadores del programa estén enojados con el pueblo de Aguascalientes, o tienen algún resentimiento y así se quisieron desquitar, lo cierto es que resulta un verdadero sacrificio leer lo que dice. En pocas palabras, no hay nada rescatable en ninguno de los foros, se puede contar con una mano los eventos destacados, y nos sobran dedos. En realidad, debo decirte algo, no esperaba nada de esta administración cultural, absolutamente nada, e incluso así, me decepcionaron.