Una de las maneras más frecuentes como el crimen organizado interviene en las elecciones es amenazando a precandidatos o candidatos, para obligarlos a que no participen.
Así garantizan que solo se registren los candidatos que ellos quieren y con quienes antes, de manera directa o a través de su partido, ya llegaron a un acuerdo.
La amenaza es de muerte del candidato o también de integrantes de su familia. A estos les hacen saber que los tienen identificados y ubicados en sus domicilios.
Días atrás el presidente del PAN, Marcos Cortés, hizo público que precandidatos de su partido habían sido amenazados por el crimen organizado si participaban en la contienda electoral.
En la sesión del Consejo Nacional de su partido dijo también que varios precandidatos habían sido secuestrados. No mencionó nombres ni tampoco los estados donde ocurrieron estos hechos.
Hizo pública que la decisión de los amenazados y secuestrados, luego liberados, había sido declinar su participación en aras de conservar su vida o la de sus familiares.
Hasta ahora se sabe también de amenazas a precandidatos y candidatos del PRI, pero no se conoce ninguna denuncia de parte de Morena y los otros partidos.
En versión del dirigente panista, la creciente violencia en contra de políticos, en ejercicio de sus funciones, y de precandidatos y candidatos tiene su origen en la estrategia de seguridad del presidente de la República.
Asegura de manera abierta que “está claro que López Obrador tiene un pacto inconfesable con el crimen organizado, cada vez hay más elementos que lo confirman y él simplemente lo niega”.
En independencia de las afirmaciones de Cortés, el PAN, el PRI y el PRD tienen pruebas contundentes de que en la elección de 2021 el crimen organizado participó abiertamente en apoyo a los candidatos de Morena, que resultaron ganadores en diversos estados.
El panista sostiene que el mayor peligro en la próxima jornada electoral es la intervención del crimen organizado, lo mismo sostienen dirigentes del PRI y del PRD con los que me he podido entrevistar.
La oposición es consciente del problema que entraña para el proceso electoral la participación del crimen organizado. En algunos estados del país están en condiciones, ya lo han demostrado, de hacer ganar a quienes ellos decidan.
Hasta el pasado 15 de febrero diversos despachos de consultoría especializada en seguridad y también medios de comunicación registraban el asesinato de 18 precandidatos o candidatos.
Existen pruebas sólidas, para sostener que la participación del crimen organizado en la historia del país nunca había alcanzado los niveles que tuvo en la elección de 2018 y 2021.
Los estudiosos de este tema estiman que esta intervención será todavía mayor en la elección de 2024 y hablan de la posibilidad de que sean asesinados 200 políticos.
@RubenAguilar