- En la presentación de su paquete de iniciativas, el presidente acusó que desde el sexenio de Carlos Salinas hasta el de Enrique Peña Nieto se negó el acceso a un verdadero estado de bienestar
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el esquema neoliberal que padeció México hasta 2018 condenó a las generaciones futuras a una escasez de derechos en diversos ámbitos, entre ellos el de una pensión justa.
En la iniciativa de reforma constitucional en materia de pensiones, el presidente acusó que desde el sexenio de Carlos Salinas hasta el de Enrique Peña Nieto se negó el acceso a un verdadero estado de bienestar. Pero “el mayor atropello a la seguridad social y regresión histórica se dio en la administración de Ernesto Zedillo”, dijo.
Recordó que como parte de la lógica mercantilista neoliberal, en febrero de 1992 el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari estableció el primer mecanismo de ahorro complementario obligatorio en el país, fomentando así la transferencia a la banca, recién privatizada, del 2% del salario de cotización del trabajador para el fondo de retiro, y el 5% relativo al INFONAVIT para el fondo de financiamiento a la vivienda.
Esto, con la finalidad de que el monto acumulado etiquetado para el fondo de retiro fuera devuelto a los trabajadores hasta que se jubilaran, generando incertidumbre en el esquema pensionario y afectando los derechos de la clase trabajadora.
Con la entrada en vigor en 1997 de la reforma del presidente Ernesto Zedillo al sistema de pensiones del IMSS, se llevó a cabo “uno de los mayores atropellos a la seguridad social de las y los mexicanos”.
Esta reforma, acusó, representó una regresión histórica al progreso de las condiciones de vida de la sociedad mexicana alcanzado por las luchas de los sectores laborales, toda vez que se contempló un nuevo régimen de aportaciones definidas, en la capitalización individual y la administración privada de los recursos de los trabajadores y del pago de las pensiones, por conducto de Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES) y de instituciones de seguros especializadas, respectivamente, que se constituyen como sociedades anónimas de capital variable (S.A. de C.V.).
De esta manera, advirtió, el Estado dejó de lado la administración e inversión de los recursos ahorrados, y el riesgo de fluctuaciones en manos de los mercados financieros.
Ya con Felipe Calderón y aún bajo la lógica neoliberal hubo una nueva reforma al sistema de pensiones, a la que López Obrador consideró como “una nueva transgresión a los derechos laborales” posible gracias a la complicidad entre los partidos gobernantes, así como instituciones internacionales que impulsaron diversas iniciativas de corte neoliberal en el país que fomentaron el clientelismo y la corrupción, beneficiando a unos cuantos.
La iniciativa concluyó que el sector financiero, las administradoras privadas de fondos de pensiones y las compañías de seguros de vida se han beneficiado tras la privatización de las pensiones.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), las promesas aducidas en la implantación del sistema de capitalización no se cumplieron, pues sólo 750 trabajadores (1%) de la denominada “generación afore” alcanzaría una pensión justa.