La Procuraduría tiene el registro de este tipo de denuncias, aunque “este tipo de delitos está ligado a asociación delictuosa y adicciones”
Las peleas de perros se han convertido en todo un delito en cuanto a seguridad pública, pues no sólo es la violencia animal que se ejerce sino que este delito está asociado con asociación delictuosa y adicciones, señaló el titular de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PROESPA), Héctor Anaya Pérez.
Al cuestionarle sobre las peleas de perros, señaló que se está atento a este tipo de denuncias: “es algo que está prohibido en la ley y recientemente no se han tenido este tipo de casos, pero siempre estamos atentos y confíen en la autoridad, pues uno de los objetivos es erradicar todo tipo de maltrato animal”.
Dijo que la Procuraduría tiene el registro de este tipo de denuncias, aunque “este tipo de delitos está ligado a asociación delictuosa y adicciones, son personas que son adictas a algún tipo de estupefaciente y con relación a actividades ilícitas y ven en la pelea de perros una actividad de entretenimiento y de apuestas y casi siempre está ligado con esta parte y mayormente en los puntos de alta incidencia delictiva que tiene el estado”.
Explicó que por tal motivo no es común que reciban este tipo de denuncias, sin embargo “sí hemos tenido advertencia de las autoridades municipales de que en algún sitio se pudieran desarrollar eventualmente estas peleas”.
El funcionario indicó que es complicado tener la certeza de que en algún lugar se están realizando las peleas, sobre todo por la naturaleza de la actividad y porque los sitios donde se realizan son clandestinos, “no hay certeza pero sí presunción, por lo que estamos coordinados con ello”, apuntó.
Explicó que en caso de detectarse una pelea de perros se puede iniciar un procedimiento de oficio o a petición de parte “y lo hacemos en coordinación con las autoridades de seguridad pública y ministeriales, porque, insisto, tiene relación con otro tipo de relaciones ilícitas y los inspectores de la Procuraduría tampoco están capacitados ni portamos armas de fuego, es decir, protocolos en los cuales tendrían que intervenir otro tipo de servidores públicos”.
Por otra parte, Anaya Pérez, dio a conocer que en el año 2023 se registraron 42 denuncias formales en cuanto maltrato animal, mientras que el año pasado fueron 30 y en cuanto a reportes también ya se superó la cifra, ya que se tienen 1,300 reportes, mientras que en el 2022 fueron 1, 200 “y esto es porque el ciudadano confía en cómo actúa la Procuraduría”.
En casos extremos, dijo, se presentaron 5 denuncias en cuanto a maltrato de animales, de acuerdo a lo que establece la ley de protección a los animales como el no tener resguardo, que no se tenga alimento, agua y que el animal esté limitado de su movilidad o que si está desarrollando alguna enfermedad, no esté recibiendo atención médica.