- “Dentro de sus prioridades nunca ha estado hacer justicia, ni encontrar la verdad”, dice un comunicado de la Secretaría de Gobernación. Se pedirá a la FGR que, de ser procedente, se otorguen nuevas órdenes de aprehensión
El Gobierno de México suscribió la postura de la Fiscalía General de la República (FGR) respecto a la decisión de los juzgadores que ordenaron que ocho militares vinculados al caso Ayotzinapa llevaran su proceso en libertad.
“No nos extraña la posición del Poder Judicial de la Federación en el caso Ayotzinapa. Dentro de sus prioridades nunca ha estado hacer justicia, ni encontrar la verdad. Por el contrario, se ha dedicado a obstaculizar y entorpecer el desarrollo del proceso”, refiere la postura oficial, difundida en un comunicado de la Secretaría de Gobernación.
La dependencia se refirió a la decisión de la jueza segundo de distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, Raquel Ivette Duarte Cedillo, así como de los magistrados del tribunal colegiado, Horacio Armando Hernández Orozco, Juan José Olvera López y Francisco Sarabia Ascencio.
“Una vez más el Poder Judicial se vale de pretextos procedimentales para dejar de lado la justicia. Encubiertos en tecnicismos, no ponderan los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la no repetición”, señala el comunicado de Gobernación y añade:
“No puede pasar desapercibido que fue el mismo Poder Judicial el que liberó a 62 implicados en los hechos al argumentar que habían sido torturados, pero no han actuado en contra de torturadores, como es el caso de Tomás N, actualmente prófugo en Israel. También intentaron dejar en libertad al exprocurador general de la República, Jesús Murillo Karam, a través del cambio de sus medidas cautelares, lo cual se impidió gracias al trabajo coordinado entre la fiscalía y otras dependencias del Gobierno de México”.
Ahora, asevera el gobierno federal, “sin ningún fundamento legal, ellos mismos ordenan poner en libertad a ocho militares señalados de haber participado en el caso Ayotzinapa con la deliberada intención de favorecer la hipótesis de que el Gobierno de México protege al Ejército y, de esta manera, seguir socavando el prestigio de una de las instituciones más importantes del Estado mexicano y perjudicar el compromiso del presidente de conocer la verdad y llegar al fondo de los hechos. Todo ello, por razones estrictamente políticas”.
El daño que se ha hecho es inconmensurable, señala el pronunciamiento. Con estas decisiones, sostiene, el Poder Judicial mina los cimientos de la verdadera procuración de justicia.
Tras afirmar que para el Gobierno de México el caso Ayotzinapa es un asunto de Estado, el comunicado de la SEGOB anticipa que se pedirá a la fiscalía que solicite la revisión de las medidas cautelares, tomando en cuenta los factores de riesgo y los elementos probatorios que llevaron a la misma jueza a otorgar la prisión preventiva justificada desde el 15 de agosto del año pasado, pero que el mismo tribunal colegiado, señala, ignoró y dejó sin efectos. “De igual modo, se va a solicitar a la FGR que, de ser procedente, se otorguen nuevas órdenes de aprehensión y se agoten todas las líneas de investigación”, señala el pronunciamiento.