- “He decidido, en ánimo de garantizar la paz y la gobernabilidad en este estado, hacerme a un lado”, declaró Luis Enrique Orozco
Luego que se descarrilara el proyecto presidencial de Samuel García, Luis Enrique Orozco renunció a su puesto de gobernador interino para que el emecista reasuma plenamente como mandatario constitucional de Nuevo León.
La misma tarde del 4 de diciembre, el Congreso aceptó la renuncia de Orozco con 38 votos a favor y aprobó el regreso de García Sepúlveda, por lo que oficialmente ya vuelve a la posición que había dejado el 20 de noviembre para ir a la precampaña.
Orozco Suárez dijo que le regresaba el puesto a Samuel debido a que los secretarios estatales le hicieron vacío e ignoraron sus indicaciones, y a que el gobernador constitucional tenía derecho de volver a tomar el puesto por el que fue electo en el 2021.
Luego de un fin de semana caótico, este lunes, sorpresivamente Orozco Suárez ofreció en la sede del Congreso local una conferencia de prensa junto con los presidentes de la legislatura, Mauro Guerra, y del Tribunal Superior de Justicia en el estado, Arturo Salinas, para decir que accedía al interés de García Sepúlveda para ocupar de nuevo el puesto del que se había separado temporalmente para convertirse en precandidato. Y entregó en la oficialía de partes de la legislatura el documento en el que formalizaba su intención.
“El doctor Samuel García ha expresado a esta soberanía su intención de asumir sus funciones como titular del Poder Ejecutivo lo que, evidentemente y tras un diálogo que se ha verificado, especialmente con el titular de la mesa directiva de esta soberanía, y en diálogo abierto con el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia, he decidido, en ánimo de garantizar la paz y la gobernabilidad en este estado, hacerme a un lado y renunciar a mi cargo de gobernador interino del estado de Nuevo León”.
El exvicefiscal de la Fiscalía estatal recordó que los secretarios le hicieron vacío y lo ignoraron cuando el sábado a las 3:30, en su primer orden como interino, pidió que le reportaran el estado en que se encontraba cada una de las dependencias a sus cargos, y luego, fue desairado por la mañana cuando intentó dar pase de revista de la corporación Fuerza Civil en el Campo Policial de Escobedo.
A diferencia de la postura que manifestó el domingo de permanecer en el interinato para transformar Nuevo León, este lunes dijo que consideraba necesario “reconocer el innegable derecho” de García Sepúlveda de regresar a la gubernatura.
Aclaró que no estaba en condiciones de gobernar el estado, porque no tuvo respaldo institucional. “Ante las condiciones que impidieron y obstaculizaron el ejercicio material del poder y ante el innegable derecho del gobernador a reasumir las funciones por las que fue electo por la mayoría de los ciudadanos de Nuevo León es que elegí tomar esta decisión”, dijo.
Orozco rindió protesta el 29 de noviembre en el Congreso Local y asumió el puesto de gobernador interino en el primer minuto del 2 de diciembre, aunque nunca pudo sentarse en el escritorio donde despacha el titular del puesto en el Palacio de Gobierno.
Su entrada y salida de la gubernatura, dos días después, tuvo como mayor efecto provocar que Samuel García renunciara a su aspiración presidencial para no dejarle la gubernatura a Orozco, que fue propuesto y respaldado por PRI y PAN, cuyos líderes son enemigos políticos del emecista.