Es claro que el éxito electoral de Morena lo coloca en una posición ventajosa en el proceso de selección y acomodo de candidaturas y liderazgos. Tiene muchos espacios, tiene muchas opciones, pero también tiene muchos aspirantes.
A pesar de las tremendas presiones internas a tiros y tirones Morena ha sacado a buen puerto las 9 candidaturas a gobiernos estatales, tiene en proceso las del senado y las diputaciones federales que posiblemente tengan un menor nivel de complejidad sin que ello signifique que terminen algunos liderazgos inconformes.
Buena parte de esa estabilidad en un proceso de altas tensiones, tiene que ver con la decisión de Marcelo de quedarse en Morena ya que de no hacerlo, hubiera representado la primera ruptura importante al interior de Morena.
Toma la decisión de quedarse principalmente por la sensibilidad de Claudia de modificar conductas y prácticas al interior de Morena que deben de ser corregidas. Aceptar que hay procesos que desacreditan a la izquierda que Morena representa es un factor que fue decisivo para que Marcelo se mantuviera dentro.
Otro factor fue que se reconociera por el órgano interno que hubo irregularidades en el proceso de la aplicación de la encuesta y que se van a sancionar a aquellos militantes y servidores públicos que intervinieron en prácticas indebidas.
Si bien es cierto que circuló en medios de comunicación la posibilidad de que Marcelo se fuera a Movimiento Ciudadano era una opción poco viable por las condiciones internas en las que se encuentra el partido de Dante Delgado y los liderazgos emergentes al interior de ese partido.
La realidad es que Marcelo siempre consideró como las opciones más viables en primer lugar quedarse en Morena siempre y cuando fueran atendidas sus demandas, y cuando hablamos de demandas no son precisamente las de candidaturas, sino de planteamientos y proyectos.
La segunda opción era convertir al movimiento que representa, El Camino de México, en un partido político y empezando el año solicitar la acreditación como un nuevo partido de izquierda, aunque no se pudiera competir electoralmente en 2024.
Se aceptaron buena parte de las demandas de Marcelo por corregir procesos internos en Morena y va a dar la batalla por defender su proyecto de izquierda al interior del que sigue siendo su partido junto con la sociedad civil que lo acompaña.
Esta decisión como era de esperarse pisó muchos callos y le quitó espacios y representatividad a grupos internos del partido, alguno de ellos tal vez la parte más nociva de Morena.
Por lo tanto, se viene un proceso muy fuerte en contra de Marcelo y el grupo que lo apoyamos. Y aunque muchos duden que la negociación no tuvo que ver con posiciones y candidaturas, tuvo que ver con el proyecto, Marcelo no irá al Senado como muestra de congruencia por dejar a un lado el pragmatismo que opera no solo de Morena, en todos los partidos y la clase política mexicana.
@normaglzz