El pasado viernes 3 de noviembre, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen del proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2024 por una mayoría de legisladores compuesto por Morena, PVEM y PT sumando 32 votos contra 24 de la oposición. El dictamen considera un gasto de 9 billones 66 mil 458 millones de pesos, incluyendo reasignaciones por 42 mil 266 millones de pesos, recortando presupuesto de organismos autónomos de manera significativa, entre ellos, el INE y el TEPJF, y destacándose el recorte al Poder Judicial de la Federación, por más de 6 mil millones de pesos. Este proyecto, habrá de ponerse a discusión del pleno de la Cámara el 6 de noviembre.
De las reasignaciones que se le harán al gasto público, la mayoría oficialista destinará recursos adicionales a PEMEX, a la SEP y a la SICT, además de garantizar recursos para avanzar en las obras del Tren Maya y la refinería Olmeca (Dos Bocas), sin que ello garantice su plena conclusión y puesta en operación.
Es necesario subrayar que el proyecto también considera un endeudamiento por 1.9 billones de pesos, justo en el último año de la administración del presidente López Obrador, lo que hace polvo aquel compromiso de “cero deuda”, promesa rota desde el inicio de su gestión; además, es notable la ausencia en el dictamen de recursos específicos para atender la reconstrucción del devastado Acapulco tras el paso del huracán Otis del pasado 25 de octubre, y que ha desatado una batalla de declaraciones entre el Gobierno Federal y diversos grupos y sectores relacionados con la atención de la tragedia en el puerto guerrerense (empresarios, organismos de la sociedad civil, colegios de profesionistas, entre otros).
El líder de la fracción oficialista en la Cámara de Diputados Ignacio Mier Velazco, ante el reclamo de la oposición por la notable ausencia de recursos para la reconstrucción del puerto, sólo atinó a señalar que los recursos saldrán de los remanentes de la Tesorería de la Federación, es decir, de las probables economías de las dependencias federales y de las recaudaciones adicionales de la administración pública federal, reconociendo, sin embargo, desconocer el monto que se podría canalizar a Guerrero el año que entra.
Es imposible soslayar el tema de la atención inmediata y de la reconstrucción de Acapulco en la previsión presupuestal del gasto del Gobierno Federal para el 2024. Es claro que el paso del huracán tomó a las autoridades por sorpresa, principalmente por esa debilidad manifiesta en su capacidad y competencia para atender sus responsabilidades, a lo que habría de sumar la frivolidad política con la que ha respondido a la emergencia, ignorando en principio las advertencias del Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés) del día previo a la devastadora entrada de Otis al puerto, y las justificaciones y explicaciones tardías y a desafortunadas del propio presidente Andrés Manuel López Obrador, del “no nos fue tan mal”, así como de la gobernadora de Guerrero Evelyn Salgado Pineda, quién se encontraba en Nuevo Vallarta en un evento social, o la alcaldesa de Acapulco, extraviada desde el principio de la tragedia.
La respuesta del gobierno se dio con un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación del lunes 30 de octubre, señalando 12 puntos describiendo beneficios fiscales para los afectados por el huracán en la zona impactada reconocida por las propias autoridades durante los meses de octubre, noviembre y diciembre del 2023. El cálculo que hace la SHCP para apoyar la reconstrucción de Acapulco asciende a poco más de 61,300 millones de pesos, que, además de los beneficios fiscales, apoyen con 250 mil despensas de 24 productos semanales a otras tantas familias afectadas, apoyos para acciones de limpieza, pintura o arreglos a viviendas y locales comerciales dañados, y previamente censados por las autoridades, más becas, aunque no haya clases. El monto oficial de costo de la reconstrucción contrasta con el proporcionado por el sector empresarial, a través de José Medina Mora, presidente de Coparmex nacional, y que oscila entre los 200 mil y 300 mil millones de pesos, sin precisar el tiempo necesario para volver a poner en pie el centro turístico devastado y los aspectos a considerar en el objetivo propuesto. Adicionalmente, Medina Mora señaló su preocupación por el incontrolable rol que habrán de jugar los grupos del crimen organizado que operan en la región y sus efectos entre la población de los municipios y las localidades afectadas.
Regresando al tema del presupuesto 2024, habremos de señalar destacadamente el aumento del gasto público en programas sociales por 544 mil millones de pesos, esto es un aumento de 129 mil 300 millones más que el asignado en el 2023, sobre todo en el programa de adultos mayores. Asimismo, es posible identificar una significativa disminución en los recursos a distribuir entre los estados, lo que obligará a replantear los programas y proyectos de desarrollo regional en el país entero, en aras de la priorización de las obras capricho presidenciales.
El dictamen aprobado el pasado viernes por el grupo parlamentario oficialista, innegablemente tiene un propósito electoral, ante la inminencia del proceso electoral más grande y complejo de la historia de México, donde estará en juego el futuro del proyecto político del presidente López Obrador y su cuarta transformación, y que hoy no está garantizada su continuación en los términos que durante estos cinco años se estableció desde Palacio Nacional. La ratificación de la 4t en la presidencia de la República lleva aparejada la consecución de una mayoría parlamentaria, que, de otra manera, se verá acotada y reducida de manera importante durante al menos los años entre el 2024 y el 2027.
Los dineros disponibles para el 2024 son una parte fundamental en el proyecto lopezobradorista, que, sin embargo, debe atender otras circunstancias de orden político interno que se están desarrollando en el interior del movimiento guinda y que amenazan con marcadas turbulencias los planes transformadores en las próximas semanas.