Después de condenar el ataque del grupo armado de Hamás contra Israel, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó el 9 de octubre su “profunda preocupación” ante el anuncio del gobierno israelí de instaurar un “sitio completo” contra la Franja de Gaza, y urgió a ambos lados del conflicto a “acabar con el círculo vicioso de baño de sangre, odio y polarización en el Medio Oriente”.
“Recuerdo a Israel que las operaciones militares deben ser conducidas en estricto cumplimiento al derecho internacional”, dijo Guterres, al agregar que “los civiles deben ser respetados y protegidos en cualquier momento, y la infraestructura civil nunca debe ser blanco de ataque”. Momentos antes, el secretario general de la ONU había reconocido los agravios del pueblo palestino, pero recalcó que “nada puede justificar estos actos terroristas, los asesinatos, las mutilaciones y los secuestros de civiles”.
En represalia al ingreso de hombres armados de Hamás en Israel, que dejó por lo menos 800 muertos y 2 mil 600 heridos -así como decenas de rehenes, incluyendo tres ciudadanos de México-, el gobierno de Benjamín Netanyahu lanzó un ataque aéreo masivo contra la Franja de Gaza, con un saldo de al menos 687 muertos y 3 mil 700 heridos este lunes.
El gobierno de Israel anunció que el sitio de Gaza sería “total”, y que incluiría el recorte de agua, alimentos y energía eléctrica al pequeño territorio, donde más de 2.3 millones de personas están encerradas desde 2007, sometidas a un bloqueo instaurado por los gobiernos de Israel y Egipto. Por su parte, las Brigadas Al-Qassam, el brazo armado de Hamás, han advertido que ejecutarán a un rehén por cada ataque aéreo que el ejército israelí lance contra la población civil de Gaza sin aviso previo.
Ante la escalada del conflicto y el riesgo de que incendie la región y se expanda en el mundo, Guterres urgió las dos partes a buscar una solución pacífica, la cual deberá combinar las “aspiraciones legítimas” de Israel a tener seguridad, y de Palestina a tener un territorio y un Estado.