La revuelta fue en represalia contra McCarthy por haber encabezado los trabajos de cabildeo para que el sábado pasado se aprobara un proyecto de ley para mantener financiado al gobierno federal.
- Jesús Esquivel
En un acto sin precedentes en la reciente historia política de Estados Unidos, ocho legisladores demócratas se unieron a 208 republicanos para expulsar a Kevin McCarthy como líder de la mayoría del Partido Republicano y presidente de la Cámara de Representantes.
Con 216 votos en total a McCarthy le arrebataron sus correligionarios el enorme poder que ejerce la presidencia de la Cámara de Representantes, constitucionalmente el segundo en la sucesión presidencial después de la vicepresidencia, y dejando al Partido Republicano en la incertidumbre.
La decisión de llevar a cabo la votación de dejar o sacar a McCarthy del liderazgo se dio luego de que la fracción ultraderechista del Partido Republicano en el Congreso, encabezada por el legislador por el estado de Florida, Matt Gaetz, prometiera vengarse del ahora líder destituido.
La revuelta o guerra civil republicana en la Cámara de Representantes fue en represalia contra McCarthy por haber encabezado los trabajos de cabildeo para que el sábado pasado en esa ala legislativa se aprobara un proyecto de ley para mantener financiado al gobierno federal.
En el Capitolio Gaetz y los ultraderechistas republicanos querían que McCarthy dejara sin dinero al gobierno federal encabezado por el presidente demócrata Joe Biden, al que no le han aprobado su propuesta presupuestal para el año fiscal 2024 que empezó el pasado 1 de octubre.
Se evitó el cierre del gobierno federal gracias a que McCarthy cabildeó entre los republicanos moderados unirse a los demócratas y al proyecto de ley aprobado en el Senado que autoriza fondos para mantener en vigor al aparato gubernamental hasta el próximo 17 de noviembre.
Los ultraconservadores que encabeza Gaetz querían declarar la bancarrota del gobierno federal a menos que en el proyecto de ley presupuestal se recortaran o anularan fondos para programas sociales, educación, salud, subsidios para medicamentos y sector agrícola.
“Esto es en beneficio del país y para que tengamos a un presidente de la Cámara de Representantes mejor que Kevin McCarthy”, declaró Gaetz al concluir la votación e indicar que es posible que él se postule para el puesto cuando se lleve a cabo la votación.
En enero pasado y luego de 15 rondas de votación, McCarthy consiguió el apoyo de Gaetz y el ala ultraconservadora de los republicanos con la promesa que incumplió de que recortaría y anularía fondos presupuestales para programas sociales de los demócratas y Biden.
De los 433 miembros activos de la Cámara de Representantes del Congreso federal estadunidense, 212 son demócratas y 221 republicanos, por lo que estos últimos son la mayoría.
Con la vacante de la presidencia de la también llamada Cámara Baja, los republicanos tendrán que definir quién de entre ellos puede ser el nuevo presidente, aunque Gaetz quiere serlo pero difícilmente lo logrará con la oposición moderada de su partido a la que pertenece McCarthy.
Otro de los posibles candidatos al puesto aunque con poca posibilidad de triunfo es Hakeem Jeffries, el líder de la minoría demócrata y representante por el estado de Nueva York, y aliado del californiano McCarthy por lo menos en la votación para evitar la bancarrota del gobierno federal que encabeza Biden.