Se hace complejo entender el conflicto histórico que enfrentan desde el siglo pasado Israel y Palestina por todas las variables y actores que han intervenido e intervienen en este conflicto. Se combinan elementos étnicos, religiosos, culturales, pero sobre todo la intervención de élites políticas y económicas que involucran intereses de países aliados de uno u otro grupo, enredando en cada momento la posibilidad de una coexistencia pacífica.
Todo inicia en 1917 con la Declaración de Balfour que reconocía el derecho de los judíos a reconstruir su antigua patria en Palestina, pero el documento no planteó ningún derecho de la población árabe autóctona que era la que históricamente tenía la posesión de la tierra, muchas de las tribus con un carácter semi nómada.
En la medida en que se fueron asentando los judíos en territorio palestino la tensión se empezó a agudizar, para 1936 Gran Bretaña interviene como mediador y plantea la posibilidad de establecer un Estado Árabe y un Estado Judío y una zona neutral para asuntos religiosos. No hay acuerdo y el plan se abandona.
En ese momento empieza a hacerse presente la conciencia nacional palestina ante la presencia colonial británica y la creciente población judía. Siguió el planteamiento de repartir el pequeño territorio por la mitad, los israelitas aceptaron y en 1947 se forma el Estado Israelí.
Los árabes atacaron esa resolución rechazando esa mitad del territorio y el Estado Palestino nunca nació. En 1948 fuerzas de Egipto, Siria, Jordania, Irak y Líbano invaden el territorio, iniciando un periodo de guerras árabes-israelíes que se mantiene hasta la fecha.
Se alcanza un armisticio y la ribera occidental se separa de Israel para convertirse en territorio Jordano y la zona de Gaza se destina como territorio de Egipto.
Para 1967 en una nueva guerra que se le denominó de los 6 días, Israel gana la guerra contra Egipto, Jordania y Siria, Israel duplica su territorio y recupera la península del Sinaí, Los Altos del Golán y la Ribera Occidental muy codiciada tanto por los árabes, como por los israelíes.
Desde entonces el dominio Israelí y el avance por el control de tierras de Palestina siguen estando presentes. Esto se ha convertido en un caldo de cultivo para el rencor y el odio entre unos y otros, en donde la peor parte la padecen los palestinos.
Por ello desde 1987, se da un levantamiento palestino denominado La Intifada, que es un levantamiento de la población civil contra los procesos de opresión que vive Palestina.
En el territorio palestino viven 5.48 millones de personas la gran mayoría en condiciones de alta necesidad y pobreza. Este rencor social no ha permitido que corrientes políticas moderadas prosperen en Palestina y en 2007 gana el control político Hamás.
Además de las condiciones de pobreza y opresión la población civil tiene que vivir de manera permanente entre la guerra y la pérdida de familia. Todo esto producto de una errática conducción de las élites políticas del mundo árabe. Es necesario parar esta atrocidad contra el pueblo palestino, si no se detiene este injusto proceso va a terminar en exterminio étnico.
@normaglzz