“A mí me obedecen”, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador en torno a que el Ejército no sigue sus órdenes como comandante supremo de las Fuerzas Armadas para entregar toda la información sobre el periodo de la Guerra Sucia y la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.
Al mismo tiempo reiteró: “Yo personalmente estoy conduciendo esta investigación y nos estamos reuniendo periódicamente para ir a fondo”, dijo en ambos casos porque “no tengo duda de que hay injerencia de estos grupos”, en referencia a organizadores en defensa de derechos humanos y abogados que han representado a las víctimas.
“Leo en el Reforma: ‘A pesar de que el presidente les ha pedido a los mandos de la Defensa que entreguen toda la información sobre la Guerra Sucia, igual que en caso Ayotzinapa, no le hacen caso, no obedecen’. No es cierto, están mal informando, no están siendo objetivos. Primero, a mí me obedecen; hay, por convicción, la voluntad de esclarecer todo, no ocultar absolutamente nada, hacer todo transparente”.
Y fue enfático: “Me consta que han entregado todo lo que tiene la Secretaría de la Defensa. En el fondo, es decir: los mandos de la Defensa, del Ejército ocultan información, no están ayudando a conocer todo lo que sucedió. ¿Cuál sería el propósito de ocultar los hechos si ya es más que conocido que hubo un periodo autoritario de represión que se conoce como la Guerra Sucia? Nosotros creamos ese comité y si lo creamos cómo no vamos a entregar toda la información, que se sepa todo”.
Incluso acusó que hay infiltrados del conservadurismo en su movimiento y cada día que pasa encuentran nuevas cosas “porque había muchísima simulación”, pues, dijo, se tiene la apariencia de que se lucha por una causa justa, cuando en realidad no existe esas convicciones.
“Y hay también diferencias ideológicas. Muchos de los que nos cuestionan estuvieron en contra de nosotros aun siendo de izquierda, llamando a no votar, colocándose como independientes, no tomando partido porque según ellos todos éramos iguales”, apuntó.
Al tratarse de señalamientos del Mecanismo parte de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las Violaciones Graves a los Derechos Humanos Cometidas de 1965 a 1990, el mandatario federal acusó que “si ellos no tienen convicciones y no tienen confianza, mejor que no regresen y ya buscamos a otras personas que nos ayuden”.
Un ejemplo similar, aseguró, es el del fiscal del caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo que, dijo, fue propuesto por derechos humanos de la OEA y se quedó porque fue aceptado por las madres y padres, y de nuevo destacó una supuesta rebelión en la Fiscalía Especial y la General al momento de emitir la orden de aprehensión contra Jesús Murillo Karam, exprocurador general de la República y responsable de la llamada “verdad histórica” sobre el caso Ayotzinapa. “Ahí nos dimos cuenta de que había una confabulación, que el pacto de silencio llegaba hasta la Fiscalía Especial y la General”.