El dato más relevante de la encuesta de El Universal, del pasado 4 de octubre, no es la intención del voto que tiene Xóchitl Gálvez, sino su nivel de desconocimiento entre la ciudadanía.
La encuesta arroja que Claudia Sheinbaum tiene un conocimiento del 68% y Xóchilt del 47%, una diferencia de 21 puntos.
Lo que la explica es que Sheinbaum, por cinco años fue jefa del gobierno de la Ciudad de México, que es el puesto, después del presidente, que tiene la mayor visibilidad política del país.
El candidato López Obrador, en muy buena medida, construyó su imagen nacional a partir de desempeñarse en ese cargo que en gran parte, si no es que en todo, se lo debe a Rosario Robles.
Ella, que sustituyó a Cuauhtémoc Cárdenas en esa responsabilidad, recibió instrucciones de este, para hacerlo ganar. Eso incluía registrarlo como candidato, que no se podía, porque tenía credencial del IFE de Tabasco.
Sheinbaum además tuvo la visibilización nacional, en el marco de la estrategia electoral diseñada por el presidente, que le dio estar por meses de gira por el país como una de las corcholatas.
Cuando Gálvez anunció su interés de participar en la contienda interna del Frente Amplio por México para elegir al candidato a la presidencia de la República, tenía solo 10% de conocimiento.
Cuatro meses después ya es de 47%, ha subido 37 puntos, no es poca cosa y ha hecho un gran trabajo. Ahora su mayor reto es alcanzar un nivel de reconocimiento igual o mayor al de Sheinbaum.
Tiene para ello los próximos tres meses y lo puede alcanzar en el marco de una estrategia nacional que pasa por responder a las características de cada región del país. Los tiros tienen que ser de precisión.
Ahora, la diferencia en la intención del voto entre Sheinbaum y Gálvez, es de 20 puntos, de 50% contra 30%, que hace relación al mismo porcentaje del desconocimiento que son 21 puntos.
Una de las condiciones de la victoria de Gálvez, que a estas alturas sigue siendo claramente posible, pasa necesariamente por elevar su conocimiento del 47% al 70%.
Los estrategas y operadores de su campaña deben concentrar todo su esfuerzo en llevarla a esos niveles de conocimiento. Hay que ir ahí donde sigue siendo una desconocida y en ese espacio hacer lo necesario para darse a conocer.
Cada región, de las cinco o seis que puede dividirse el país, requiere de una estrategia en particular de recordación. La gran historia personal de Gálvez a contar es la misma, pero hay que hacer énfasis a episodios en dependencia del lugar que se trate.
@RubenAguilar