¡Buenas noches Aguascalienteeeeees! Resonó por toda la llamada plaza de toros, el grito eufórico de la gober de Aguascalientes. Luego arengó ella ¡Viva el giganteeeeee! Outfit de color azul pastel y pink shoelaces, con peinado tipo hair studio y maquillaje ad hoc al fiestón anual Las Quinceañeras del Campestre, apareció la diva gobernante en mitad del escenario. ¡Huo oh, oh, oh! ¡Huo oh, oh, oh!
¡Todo era perfecto! La larga cabellera recién teñida de castaño-chocolate-obsesión de Sebastian Coiffure, lucía las transparencias doradas, con rizos bien marcados de medios a puntas. La ex líder juvenil daba la espalda a un tercio de los asistentes, pero la vox pópuli perdonó la grosería porque “los ángeles no tienen espalda”.
Previo a su triunfal arribo para pararse la idolatrada, en el número uno; lo más selecto de nuestros grupos de baile del expropiado Instituto Perredista de Cultura de Aguascalientes, bailaron para un público que no se dignó prestar atención. Los únicos grupos que hicieron reaccionar al respetable, fueron los zacatecanos danzantes matlachines, pues al estar el graderío lleno de acarreadas doñitas, éstas se hincaron de inmediato y se santiguaron pues “ya le trajeron su danza a la virgencita”. Algún docto sentado por ahí, se preguntó por qué no fueron los Chicahuales del merito Jesús María los convocados, pero ¡Qué se le va a hacer!
Acalitano Puritano
A don Acalitano Puritano, un caballero fino y exquisitamente educado, le dio por acompañar a la gober el 29 de septiembre pasado, día en que debía ella cumplir con la obligación constitucional de rendir cuentas de la administración pública estatal.
Don Acalitano, culto como lo es, distingue entre informar cómo se ejerce el presupuesto, pues para eso está don Alfredo Cervantes García, secretario de finanzas estatales o en informar los RESULTADOS obtenidos conforme a las metas trazadas en el Plan Estatal de Desarrollo. Debió concluir Acalitano, que la gober nos recetó la danza de los millones, pero POCO, habló de lo logrado y menos aún de lo malogrado. ¡Ah que desilusión, se llevó don Acalatino!
El día de “la gober, niña” –así la llama Acalitano, pues él ya pinta canas y la gober cierra los treintas- comenzó en el Honorable Congreso del Estado, donde la politóloga Jiménez Esquivel, debía presentarse en una sesión solemne, para cumplir la constitución y entregar por ESCRITO su informe. Antes que decir ¡Agua va! Debían rendirse honores a la bandera, con la férrea conducción de la catorceava zona militar. Luego, la costumbre (fuente del derecho) marcaba leer en la más alta tribuna estatal y DE FRENTE a la representación de la SOBERANÍA del pueblo, un extracto de la rendición de cuentas. Acto seguido, una o un diputado dando voz a la oposición pronunciaría una respuesta o primer saque, aunque el gobernador en turno “le saque” ya que luego vendría la defensa, diputada o diputado oficialista a revirarle a su antecesor, ponerle en su lugar y reivindicar a la gober.
¡Ño, ño y ño! Diría la carismática periodista Cintia Macías, a la querida niña de Don Acalitano Puritano, le entró frío o bien sus hacedores no le permitieron cumplir lo constitucional, pues no es NADA, pero nada fácil. Mire Usted admiradora y admirador de Acalitano: ay le va.
Cuando se rinden honores a la bandera, la gober o el gober en turno, deben ensayar horas enteras con la representación de la zona militar. El general a cargo, no es perita en dulce, siempre porta la típica cara de sargento mal encarado pues él cumple con la Ley de Bandera e Himno Nacional. ¡Andese! Donde la mandataria no se aprenda las ordenanzas, salude donde no debe o se distraiga –algo que en ella es muy común-, así que los asesores mejor se la evitaron a la gober y SUPRIMIERON así sin más los honores a nuestro lábaro patrio. En el check list, de los hacedores-asesores, la catorceava zona militar, la bandera, el himno y los honores fueron tachados.
Las macetas al zaguán
Luego estaba el problema de DAR LA CARA a los representantes del pueblo y eso tampoco es NADA fácil. Es que el salón de pleno ¡Impone! Y ahí las y los diputados son los que mandan, NO la gober y eso ¡Jamás! La realidad es que Jiménez Esquivel ha hecho una mesa de trámite con veintiséis oficiales, al congreso –con excepción de la diputada Ana Gómez y el diputade Juan Carlos Regalado- y la gober quiso dejar BIEN CLARO quién MANDA ahí: ella. “En Aguascalientes hay rumbo y mando” fue y les espetó; los sacó al zaguán como macetas, los paró detrás de ella, puso un pronter y les aventó choro. ¡Soporten! Les ordenó, mientras les acomodaba para la foto, con un cartelito del primer informe.
Excuso decirles que a Don Acalitano casi le da el soponcio, cuando vió a las y los diputados no sólo de tapete, sino de ADORNO en un escenario. Don Acalitano recordó aquellos oscuros años, en que los sacerdotes católicos, impartían misa de espalda a los fieles, pues no eran dignos de mirar a los ojos a los representantes de Dios, oprobiosa práctica que terminó con el Concilio Vaticano II. Don Acalitano Puritano, abandonó todo encorajinado el vestíbulo del palacio legislativo, deseando para las y los humillados diputados un Concilio que les devuelva la dignidad. Los hacedores tacharon la Constitución de Aguascalientes, la Ley Orgánica del Congreso, al recinto oficial del pleno y a las diputadas y a los diputados.
Leo aporta la porra
¡Pobrecito de Acalitano! No contaba con que al salir del vestíbulo de palacio legislativo, se encontraría con la líder vecinal Martha Adame y sus huestes. Aun cuando era horario LABORAL y la bulliciosa Adame está contratada como inspectora MUNICIPAL de reglamentos, se encontraba ahí portando un cartelito que agradecía la pavimentación del tercer anillo en Aguascalientes Capital, ¡Sí! Esa circunvalación que inaugura cada 400 metros la gober. ¡Sí! Ese circuito que en un año lleva poco más de un kilómetro de re encarpetación.
Acalitano Puritano, noble y buen ciudadano ya no pudo más. Encaminó sus pasos rumbo a la presidencia municipal de Aguascalientes, para exigir –con buenos modos, eso sí- a Leo Montañez que se inicie un procedimiento administrativo contra Martha Adame, por andar de porrista y no de inspectora en horas laborables.
Vaya Usted por un par de deliciosas chiquiadas hidrocálidas, a la calle Teododosio Lares 105, Barrio de San Marcos, con Marthita. Hágase de una fresca agua de guayaba calvillense y regrese para seguirle informando, del NO informe, aquí lo espero el próximo miércoles.
