No voy a venir a quejarme y a enumerar las irregularidades que se observaron a lo largo del proceso interno de Morena para elegir el candidato presidencial. Lo he venido exponiendo a lo largo de este proceso.
A lo que quiero llegar es a tratar de describir la causa efecto que culminó con los resultados que todos conocemos. Así comprenderemos mejor el rumbo y la decisión que tomará Marcelo Ebrard y el movimiento que representa.
De entrada no se si caracterizar de buena fe o de ingenuidad política el creer que era una elección limpia que dejaría elegir libremente a los ciudadanos.
Ese fue creo yo, el error de cálculo que nos condenó a perder una competencia que ni siquiera había empezado. Cuando inició el proceso de “asambleas informativas” ya estaba todo decidido porque nosotros ya habíamos perdido la competencia dos años atrás.
Y perdimos porque hace dos años cuando el presidente empezó a mencionar a sus mejores cuadros para aspirar a sucederlo, en ese mismo momento, se empezaron a canalizar los recursos de los programas sociales a favor de Claudia Sheinbaum.
Todos los días durante los siguientes dos años con setenta días, los siervos de la nación, recorrían las calles de colonias y municipios para entregar los programas sociales. Al entregarlos le comentaban a la gente que era un apoyo que le enviaba el presidente y la compañera Claudia Sheinbaum. Se tapizó el país completo de bardas y espectaculares y se entregaba el periódico de Claudia a los domicilios y familias que recibían el apoyo.
En los espectaculares la foto de Claudia junto al presidente. Foto que daba a entender de manera muy explícita que ella era la “elegida por AMLO”. Cada vez que Marcelo se lo trató al presidente, le aseguraba que la contienda iba a ser limpia, que no se preocupara y que confiara en su palabra. Mientras Marcelo en su calidad de Canciller, resolviendo asuntos con eficiencia y lealtad que el presidente le encargaba
Al mismo tiempo que el presidente le manifestaba esto a Marcelo, le hacía guiños a los dirigentes de Morena, Gobernadores, Diputados, Senadores de quien podía ser la mejor carta que continuara su legado.
Poco a poco además de la Secretaría de Bienestar de todas las entidades del país, se sumaron gobiernos municipales, estatales, los dirigentes de Morena y el gobierno Federal con el presidente a la cabeza.
En los estados donde Morena no era gobierno, se mandaron equipos pagados por gobiernos estatales de Morena como el caso documentado de la gobernadora de Colima. En lugar de destinar presupuestos a combatir la delincuencia del estado que gobierna, comprometió presupuestos importantes para la campaña de Claudia.
La inmensa operación se fue articulando de manera tal que todos los recursos materiales, y humanos no tenían límite, con chequera abierta para lo que se necesitara.
Junto con ello, información privilegiada donde se iban a aplicar las encuestas, y si todo esto no fuera suficiente, se acordó con las encuestadoras que la encuesta tuviera valores ponderados, esto quiere decir según las palabras de Citlali Hernández, Secretaria General de Morena “que no importaba si alguien tenía más aceptación que otro, que a cada preferencia contestada por los encuestados se le daría un valor distinto porque no vale igual un voto de una señora de Las Lomas a la de campesino de la sierra de Guerrero”.
Llegaron urnas abiertas, otras alteradas y sin firmas de representantes. Las boletas irregulares representaron el 14% del total de las boletas recibidas. Cuando Marcelo lo denuncia se molesta Morena y Marcelo se queda sin representación en el conteo clave, ya que no dejaron pasar a las dos compañeras que estuvieron representando a Marcelo.
Marcelo no compitió con una compañera del partido, fue una competencia de Estado. El Estado completo operó contra Marcelo. Poco a poco se fueron mostrando instituciones y personajes.
O Marcelo se doblegaba y aceptaba las cosas como se habían planeado, o se quedaba fuera porque todo el escenario ya estaba montado para legitimar a quien de antemano, ya estaba elegida.
@normaglzz