El secuestro de la alcaldesa de Cotija, Guanajuato, Yolanda Sánchez, motivó el 25 de septiembre la exigencia de la dirigencia nacional del PAN, para que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga y resuelva el caso.
El dirigente nacional panista Marko Cortés Mendoza calificó el hecho como una evidencia del “fracaso rotundo” en las políticas de seguridad que refirió como “abrazos a los criminales”, en una declaración en la que responsabilizó reiteradamente al gobierno federal del clima de violencia que se vive en el país.
Cortés Mendoza llamó a la FGR y al gobierno federal a “que atraiga el caso de Yola Sánchez y exigió que la regresen sana y salva, con vida, para sus familiares, amigos y para la gente de Cotija que la eligió”.
De acuerdo al panista, el hecho refleja la vulnerabilidad de la sociedad pues a cualquiera le puede tocar estar en el lugar incorrecto y ser presa de la delincuencia organizada que es muy violenta.
Sin embargo, tras referir una situación fortuita, precisó que la alcaldesa había recibido amenazas del crimen organizado y por ello estaba considerando dejar el cargo, atribuyendo esa decisión a la posible negativa de la guanajuatense a negociar con grupos criminales lo que habría motivado su desaparición.
“Yola ya había tenido amenazas y había resistido. Ellos no cuentan con una fuerza municipal policiaca para poderles garantizar su seguridad ni la de la gente, porque recordarán ustedes que dentro de las cosas malas que ha hecho el gobierno federal le quitó todos los recursos al Fondo de Seguridad a los Municipios”.
Cortés Mendoza encomió a Yolanda Sánchez como una mujer buena y decente de trabajo, para luego agregar un “enérgico reclamo al gobierno federal por el clima de violencia e inseguridad que se vive en todo el país”.