Si hace un año, en julio de 2022, apenas balbuceaba emergente del silencio público el colectivo inédito de la sociedad civil, el FCN, Frente Cívico Nacional, para aparecer súbitamente en la historia -al manifestarse multitudinariamente en las calles- en defensa del ya asediado INE, Instituto Nacional Electoral; en el transcurso de seis meses posteriores ya evolucionaba para conformar un Comité Electoral Ciudadano, CEC, que de inmediato dió un paso decisivo para conformar la alianza ciudadana “Unid@s”, en concurrencia con los partidos de oposición PAN-PRI-PRD bajo el slogan “Va por México”, junto a cuyas cúpulas partidistas aparecen connotados empresarios como Claudio X. González Jr., organización híbrida que se proponía como primicia realizar una elección interna “Primaria”, inédita para los procesos electorales de México, con el objetivo central de elegir un líder, candidato único, para contender en la elección por la Presidencia de la República en 2024.
Consiguientemente, no se hizo esperar una suerte de perplejidad, incluso para politólogos avezados ya insertos en dicha formación; se criticaba como “un proceso cerrado controlado por los partidos” (Sergio Aguayo dixit). De manera que la siguiente modulación no se hizo esperar y se amalgaman como el Frente Amplio por México. A pesar del sacudimiento interior al colectivo, muchos actores notables no abandonaron sus filas. Aunque sí causó escozor en la sensible piel del rector de Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador. La sonora baladronada de que su próximo triunfo electoral era tan imbatible como irreversible para la Historia, a la manera de un “destino manifiesto”, se encontraba de pronto ante un valladar de serias proporciones.
De haber festinado triunfos indiscutibles por una oposición prácticamente inexistente, por silente, aquiescente y penitente irremisible debido a su “derrota moral”; la prefiguraba en los años -entiéndase, sexenios- por venir, como la serpiente al ser devorada por el águila real y sometiéndola, como escabel bajo sus pies. Acaecido el súbito y sorprendente cambio de acto, en que un vigoroso y desafiante Frente Amplio por México, le planta cara y con la sonriente imagen al frente con la senadora Xóchitl Gálvez…(Fuente: El Financiero, Nacional, Redacción. ´Corcholatas´ del Frente Amplio por México: Esta es la lista de los 13 aspirantes. Julio 10, 2023). le hace despertar a una vigilia, todo, menos que tranquilizante y pacificadora.
A partir de ese momento, el elector único de Morena se arrogó el derecho de sentar cátedra electoral para todo el país y como augur supremo del imperio tetra-transformista lanzó su carta adivinatoria de que Xóchitl Gálvez era la elegida y que el exclusivo elector (a imagen espuria suya) era el empresario Claudio X González Jr. Todo el movimiento de la sociedad civil a la base de este novedoso proceso, estaba siendo borrada de un plumazo como auténtico actor e interlocutor contra su movimiento hegemónico, tan imbatible como inexpugnable. Dejemos, pues, claramente asentado que este recurso tramposo, muy socorrido y aplicado indiscriminadamente por el expresidente Donald Trump, le venía a él, Andrés Manuel, como anillo al dedo para fortalecer su narrativa cesáreo-filípica, y con ella reducir, éste es el efecto retórico esperado, tanto la identidad, como el tamaño, dignidad y calidad de sus adversarios, y con ellos a su “adversaria” por antonomasia. En efecto, el anglosajón “labeling”/etiquetación es un recurso semántico, mediante el cual además de calificar nominalmente a un adversario, se pretende reducir a tal grado su importancia, que ante la audiencia y el foro político en que se pronuncie, su relevancia y beligerancia se vea reducida al mínimo, si no es que a su total aniquilación (minoría rapaz, vencidos moralmente). Para quienes no quieran aceptar o entender este recurso discursivo, les podrá parecer “chistoso”, acaso cargado de ingenio, o de astucia polémica; pero, omiten el juicio certero del arte de la Retórica, respecto de que se trata en realidad de un “falso argumento”/ por eso llamado ‘Falacia’; máxime cuando se usa ya no para construir un argumento inteligente, cargado de objetividad y con sentido de verosimilitud; sino, todo lo contrario, connotación manipulada como vulgar argumentación “ad hominem”, contra la persona.
Las burdas amenazas de instalar “una auditoría”, hacer recurso a una “investigación” de la unidad de inteligencia financiera desde el SAT, de pergeñar indicios de mal comportamientos/misdemeanors bancarios o financieros del propio titular o sus socios o allegados; el sembrar sospechas de corruptelas en la concesión pública de contratos, o peor aún, con la amenaza de “demoler” la propia vivienda de la persona interpelada, debido a irregularidades en el proceso de construcción… ¿Qué son? Sino recursos chantajistas, montoneros, pero sobre todo abusivos del poder que se detenta como un funcionario público, más punibles aún, por la indefensión jurídica en que se sitúa al indiciado. De esto se trata el objetivo faccioso de “reducir” al adversario; aunque, cínicamente, no enemigo.
Este largo exordio tiene sentido en el momento climático que estamos viviendo. De los dos objetivos estratégicos con los que iniciamos este central proceso, para el futuro de México, el primero está casi cumplido: A) La selección del o de la candidato-a para competir por la elección Presidencial de 2024. – Queda claro que en el caso del Frente Amplio por México, su proceso interno está concluido, al 3 de septiembre con la designación de Xóchitl Gálvez como Coordinadora del propio FAM; en tanto que para el movimiento oficialista de la Cuarta Transformación, no concluyó del todo el día 6 de septiembre previsto; ya que se puso un interdicto -un juicio sumarísimo- por uno de los aspirantes, el excanciller Marcelo Ebrard, del que aún no tenemos una posición resolutiva final; a pesar de que la maquinaria morenista hizo caso omiso de la impugnación y dio por concluida su selección con el nombramiento institucional de la Dra Claudia Sheibaum como Coordinadora de los Comités de Defensa del Movimiento de la Cuarta Transformación. De modo que se instaló una impugnación contra el proceso selectivo interno, de cuya resolución pende la exclusión o bien el avenimiento orgánico del aspirante inconformado, frente a su organización política.
De manera que el objetivo de tener designado-a a un representante único, para contender, en la elección constitucional próxima está virtualmente concluido, a excepción del resolutivo interno de Morena con el objetor del proceso, lo que aún es de resultados inciertos; aunque deja muy en claro la nada tersa gerencia del proceso selectivo, y posible ruptura de uno de sus principales interlocutores.
Estamos, en cambio, plenamente enfocados ahora al objetivo estratégico segundo: B) Construir un proyecto de Nación viable, plausible y sostenible para la nueva transición de poder político. En este asunto, yo me di a la tarea de construir un marco teórico, prácticamente en lo que va del presente año 2023, capaz de proporcionar la base para la edición de Políticas Públicas, no tan sólo nuevas, sino radicalmente diferentes a las que puso en marcha la presente Administración del presidente López Obrador.
La razón de esta distinción fundamental está a la vista, la pretensión del presidente Andrés Manuel López Obrador en substancia fue la de un “cambio de Régimen”, de ahí su lema de gobierno de impulsar una Cuarta Transformación de la vida Nacional. Recurriendo yo, a esta pretensión histórica, acudí lógicamente al concepto fundamental del análisis sociopolítico de Forma de Estado. Que es una teoría consagrada de la Sociología Política. Que en gran síntesis se construye en cuatro grados -ordenados por orden de importancia y dignidad constitucional del Estado Mexicano-: 1o.-) La Forma de Estado. Es de naturaleza Capitalista dependiente del Capital Central de los Estados dirigentes -principalmente occidentales- en el sistema mundial dominante a nivel monopólico mundializado. Nuestro actual y orgulloso “near-shoring” es vivo ejemplo de este pacto. 2o.-) La Figura de Gobierno. Es Federal bajo división Tripartita de Poderes: Ejecutivo, Legislativo, y Judicial. Norma constitucional que hoy 14 de septiembre de 2023 es olímpicamente tasajeada, para celebrar una fiesta en Palacio Nacional, que es sólo del artificioso príncipe de Palacio. 3o.-) Tipo de Gobierno: En tres órdenes, Federal, Estatal y Municipal. Los Estado Libres y Soberanos hoy son juego del ajedrez y capricho del primer mandante de la Federación, sin respeto alguno a sus estadios territoriales y juridisdiccionales. 4o.-) Tipo de Régimen. Administración Federalizada en coordinación y concurrencia con el gobierno de los Estados y los Municipios. En este cuarto punto residiría la pretensión del actual gobierno de inducir el cambio de Régimen constitucional, el lamentable estado de las Políticas Públicas de Bienestar es patente; por tanto, un cambio de 4o Grado de dignidad y prioridad categorial del Estado Mexicano, y 4o Grado de trascendencia para la Forma de Estado Mexicano, en esto residiría la tan cantada y traída Cuarta Transformación. ‘¿O se ignora esta teoría consolidada, no tan sólo en la Academia sino en la gobernanza correctamente entendida a nivel mundial?
Sin embargo, las intentonas y pretensiones explícitas del actual Régimen López Obradorista han contundido las estructuras y dinámicas propias de las categorías Segunda y Tercera del orden Constitucional, sin el debido abordaje, tratamiento y gerencia de las mejores prácticas o “stwardship” a nivel mundial. En corto, se ha conculcado el orden Constitucional, bajo iniciativas caprichosas, improvisadas, incoherentes y muy lesivas al buen orden de Gobierno y legítimos niveles de dignidad jurídica y prioridad institucional. El muy cantado y aberrante Plan B “Electoral” es testimonio explícito del arrogante y absolutista “la Ley no es la ley”. Muestra de un despotismo presidencial tan insostenible como recriminable. Un espantajo para ser arrojado al basurero de la Historia.
Huelga decir, por lo pronto, que en lo personal he venido construyendo principalmente desde principios de este año 2023, de manera sistemática y continua un Marco Teórico como base para la emisión de nuevas Políticas Públicas, capaces de confrontar las derivas completamente extraviadas del actual régimen López-Obradorista. Hube de invocar una teoría epistemológica inédita, que rompe paradigmas incluso con estamentos férreos como son los de la Filosofía Contemporánea, máxime con la gran articulación de la Filosofía Idealista Alemana, y luego existencial -Heidegger- y fenomenológica bajo la gran visión del pensador Peter Sloterdijk, de cuya tesis doctoral se aventuró con una casi impensable: Crítica de la Razón Cínica, y luego, su ‘obra magna’ que aquí sigo “Esferas I, II, III”.
Gracias a este formidable referente teórico-fenomenológico, nuestro compromiso gnoseológico y bioético es con un enfoque central “por la vida”, pero uno experimentada “en común”, “en pares”, no en ruptura, separación o actualmente dicho polarización, como a la que hemos estado sometidos completamente durante este “cambio tetra transformista”. De manera que nuestro enfoque sí es convergente a lo que ya viene proponiendo felizmente el sociólogo de gran vigencia y actualidad, Roger Barta en nuestra UNAM: “un giro en espiral y hacia arriba”, esta afirmación lejos de ser un estribillo retórico novedoso y simpático, es la confluencia teórico-práctica de cómo hay que confrontar este aparato aberrante de la “ideología populista TetraTransformista”; ciertamente no por su confrontación contraria y negativa (negro-blanco; honestos-corruptos/neoliberales), que lógicamente implica quedar atrapados en un esquema dualista, dicotómico y de base maniquea.
Hay que superarlo con una teoría que epistemológicamente, axialmente, bioéticamente, y pragmáticamente lo supere mediante un abordaje dialéctico y auténticamente contradictorio, yo lo califique -con mucho apego a Peter Sloterdijk- “giro helicoidal y hacia arriba”, como se construye el genoma humano, la “Hélice de la Vida”. Seguiremos abundando en esta deriva teórico-práctica. Y lo haremos bajo un criterio distintivo.
Un criterio distintivo: – El tráfico fronterizo entre lo público-claro y lo oculto-oscuro troquelan acontecimientos, que “sobrevienen”, pasan y dan que pensar. La diferencia entre proposiciones verdaderas y falsas se funda, por el contrario, en acciones que acaban con éxito (acertadas, apropiadas, concluyentes) o sin éxito (desacertadas, inapropiadas, inconcluyentes). (Esferas. III. Loc. 5917).
