Ante la agravación de la crisis migratoria, la canciller Alicia Bárcena Ibarra recalcó que es imposible procesar 140 mil solicitudes de asilo en “un pequeño pueblo llamado Tapachula”, y aseveró que la llegada de miles de personas al día “rebasa cualquier capacidad”, ya sea en México o en Estados Unidos.
“Estamos tratando de hacer una política muy apegada a los derechos humanos, muy apegada a la protección humanitaria de los migrantes”, dijo la canciller, aunque reconoció que “no es fácil, son grandes cantidades de migrantes que están entrando, de nacionalidades muy específicas”.
En noviembre próximo se reunirán en Washington los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden para abordar la cuestión migratoria; según Bárcena, el mandatario mexicano planteará la necesidad de incrementar el número de visas y la petición de invertir en los países de origen para frenar la migración desde su raíz.
Durante una conferencia de prensa en Nueva York, donde participó en diversas reuniones en el marco de la Asamblea General de la ONU, la canciller justificó la crítica contra la ONU que lanzó López Obrador ayer, pues sostuvo que la “frustración” del mandatario se debe a la falta de atención a las “causas de origen” de la migración, y agregó que México está invirtiendo más que las agencias internacionales para atender a los solicitantes de asilo.
En respuesta a una pregunta de la prensa de Estados Unidos, la canciller también insistió en que México condena la invasión de Rusia a Ucrania, y que ella aprovechó la sesión del Consejo de Seguridad para reunirse con Dmytro Kuleba, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania.