En muchos sentidos Argentina y México son punta de lanza en la cultura de América Latina, por ejemplo, las dos casas de ópera más importantes en el continente al sur de Estados Unidos, son el Teatro Colón de Buenos Aires y el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, compiten no sólo en la belleza arquitectónica de estos sagrados recintos del arte total, sino también en la importancia que ambos teatros tienen en la cultura latinoamericana, ambos escenarios han recibido a algunos de los mejores cantantes de ópera de todo el mundo y han dado hospedaje a muchas de las grandes orquestas, históricas en el orbe, así como a algunos directores que son iconos en el arte de la batuta.
En otros lenguajes musicales no es la excepción, ocupémonos concretamente del rock, y sin ánimos de menospreciar el trabajo de grupos y músicos de otras latitudes del continente, es en Argentina y en México en donde la luz resulta ser más intensa, y lejos de hacer un listado de bandas de rock de ambos países, te propongo que hoy recordemos a una de las más grandes expresiones musicales de todo Iberoamérica, me refiero al grupo de Sui Generis, y es que bobeando en las redes sociales me entero que este pasado 5 de septiembre se cumplieron 48 años del concierto de despedida de esta súper agrupación argentina realizado en un escenario legendario en la cultura, no sólo de Argentina, sino de todo el cono sur, el Luna Park, un estadio polivalente techado con una capacidad de más de 9 mil personas. Aquel legendario concierto de despedida de Sui Generis se realizó el 5 de septiembre de 1975, y aquel concierto representó algo inédito en el rock latinoamericano, la primera fecha se vendió con rapidez por lo que se abrió una segunda fecha, finalmente el total de entradas vendidas para aquella serie de conciertos que hoy recordamos como un acontecimiento icónico, fue de 25.600, algo inédito hasta ese momento y que incluso a los músicos de Sui Generis llegó a impresionar.
De aquellos conciertos queda como testimonio un par de discos llamados Adiós Sui Generis Parte I y Parte II, sin embargo, en 1994, es decir, 19 años después de aquellos conciertos, se editó un tercer volumen de aquel histórico acontecimiento que reúne algunos de los temas que habían sido descartados en las dos primeas ediciones.
Sui Generis, como algunos de los grandes grupos que han hecho historia en el rock, tuvo varias formaciones y, salvo tu mejor opinión, resulta estéril ponernos a recordar los nombres de los músicos que tocaron al amparo de este nombre, sin embargo, nos queda perfectamente claro que Sui Generis es una banda de rock argentino que siempre vivió y se desarrolló al amparo de la fórmula de dos grandes del rock argentino, Charly García y Nito Mestre. García se encargaba de todos los instrumentos de teclado, específicamente el piano que, como instrumento de teclado, o percusión, -discusión vigente-, merece un lugar aparte, no es simplemente un instrumento más de teclado, y también se hacía cargo de las guitarras y, claro, de la voz. Por su parte Nito Mestre tenía a su cargo la guitarra la flauta y la voz, como ya lo señalamos líneas arriba, los acompañaron diferentes músicos a lo largo de toda la carrera de Sui Generis que se extiende desde 1968 hasta 1975, fecha de estos legendarios conciertos a los que hoy nos referimos, aunque hay que señalar que su debut discográfico fue hace 50 años, en 1973, su primer disco se llama Vida y el segundo, le mejor de Sui Generis para quién esto escribe, es Confesiones de Invierno, una verdadera obra de arte que se publicó en agosto de aquel lejano 1973, han pasado 50 años de que el mundo conoció esta fina pieza de joyería musical argentina y aprovecho, por supuesto para recordar esa grabación con canciones tan significativas para el rock latinoamericano como el tema homónimo del disco, también recordar aquella delicia llamada Cuando ya me empiece a quedar solo con bellas formas en la flauta de Noto Mestre y una identidad jazzística que resulta un verdadero manjar, o qué decir de aquel himno setentero llamado Bienvenidos al Tren. Fíjate que siempre me ha llamado la atención esta canción, en 1973 Charly García nos decía: “Bienvenidos al tren, pueden venir cuantos quieran”, y después de algunos años, en mayo de 1987, el mismo Charly García, ya como solista, nos dice en su disco Parte de la religión, que ya no va en tren, ahora viaja en avión, y ya no quiere a nadie alrededor. Siempre he entendido esto como una especie de reflejo generacional, en los años 70 todo consistía en hablar en plural, éramos nosotros, como un colectivo que compartía los mismos valores, una generación con identidad. Después, en los 80, lo que importaba era el “yo”, la otredad dejó de tener significado y lo individual era lo único verdaderamente importante.
Pero siguiendo con los discos de Sui Generis, en 1974 aparece el disco Pequeñas anécdotas sobre las instituciones y aquí el grupo se retira después de aquel concierto de 1975 en el Luna Park de Buenos Aires. Finalmente, en el año 2000 publican el disco Sinfonías para adolescentes y hasta este momento, es el último disco de Sui Generis, pero las colaboraciones entre Charly García y Nito Mestre no se limitan solo a lo que hicieron en esta agrupación, hay un disco, posiblemente no muy conocido, llamado La Biblia, en donde varios músicos de rock argentino hacen un repaso libre a algunos libros que integran los dos libros de las Sagradas Escrituras acompañados por el Ensamble Musical de Buenos Aires, un excelente disco de rock sinfónico de lo más destacado del rock argentino.