“La diferencia entre Ideología y Política no es una diferencia absoluta,
son realidades que se contaminan, se recubren,
mantienen entre sí conexiones difíciles de desentrañar”.
Jorge Alemán, Página 12,
´La diferencia entre la ideología y la política´,
13 de agosto de 2023
Ya vamos avanzando por la mitad del mes de agosto del año previo a la elección más importante de la época contemporánea de México, y los mexicanos somos hoy testigos de los resultados derivados del gobierno federal encabezado por la “Cuarta Transformación” como le gusta reconocerse al oficialismo en turno, o la 4t, para efectos prácticos de redacción. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social, CONEVAL, hizo público el resultado de su reporte sobre la medición de la pobreza en México correspondiente al 2022, y, en su tabla de indicadores de pobreza, donde se contrastan las cifras de ésta última entre el 2018 y el 2022, se reconoce que la pobreza multidimensional en el país se redujo en 5.1 millones de personas, al pasar de 51.9 a 46.8 millones de mexicanos en esta condición.
El anuncio provocó que en Palacio Nacional lanzaran cuetes y repicaran las campanas. El presidente Andrés Manuel López Obrador no cabía de contento, obsequió a los asistentes de la mañanera su mejor sonrisa de dientes apretados, en un claro guiño de: ¿…ya ven? Todo parecía que escurría miel sobre hojuelas, cuando, esos insensibles reporteros de los pasquines neoliberales arrojaron la primera cubetada de agua fría en el Salón Tesorería, sede de las cotidianas mañaneras. Señor presidente, espetó el imprudente comunicador, pero la pobreza extrema aumentó y arrojó a 400 mil pobres a la pobreza extrema, según el mismo reporte de CONEVAL ¿es correcto? Y enseguida otro periodista cuestionó: y de acuerdo al mismo informe, ¿no aumentó la población vulnerable por carencias sociales y pasó la cifra de mexicanos en esta condición de 32.7 a 37.9 millones, es decir 5.2 millones más? El presidente, era evidente, empezaba a perder la sonrisa inicial. Y un tercer reportero soltó la más dolorosa y complicada pregunta/afirmación: ¿…y que nos puede decir del rezago educativo que afectó a 1.5 millones de niños y jóvenes en el mismo lapso o, lo más grave, el dato relativo a la carencia por acceso a los servicios de salud que pasó, en 2018 de 20.1 a 50.4 millones de mexicanos en el 2022, esto es, quedaron fuera de la salud pública más de 30 millones de compatriotas, es correcto?
La sonrisa había abandonado del todo el icónico rostro presidencial, y sólo atinó a responder al respecto que las preguntas al respecto estaban mal planteadas. (Sesuda respuesta del presidente.)
El tema del reporte del CONEVAL se agregaba a la bodega del pecho del presidente, de donde, de unas semanas para acá, está tratando de sacar el asunto de los libros de texto gratuitos elaborados en lo oscurito por su colaborador ¿esbirro? Marx Arriaga Navarro, director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), quién promovió que se reservaran por 5 años las minutas de las actas de las sesiones técnicas para la elaboración de los libros ¿qué tal?
Respecto a este espinoso asunto, el presidente, en los primeros días de agosto, y con relación a una resolución judicial que amparaba una demanda de la Unión Nacional de Padres de Familia, y que ordenaba detener la impresión de los cuestionados libros, sólo atinó a anunciar el regreso de las conferencias vespertinas (circulares, les llama) para “aclarar” el tema en cuestión. En la primera conferencia, el doctor Arriaga Navarro, reconoció la existencia de “solo 20 errores en los libros” y acotó que “más que llamarlos errores, son áreas de oportunidad”.
Es claro que el asunto no se ciñe al tema cuantitativo del número de errores, sino que gira alrededor de una cuestión cualitativa más profunda: el asunto de la existencia de contenidos ideológicos y el proyecto político particular del presidente López Obrador. Los nuevos libros de texto, como señala Sergio Sarmiento, “no sólo plantean un rechazo a la economía de mercado, sino al esfuerzo individual para progresar. Lejos de ofrecer una filosofía revolucionaria, parecen una receta para sumir a la sociedad en mayor pobreza”. Ahora bien, las conferencias vespertinas aclaratorias parece que provocan resultados contrarios a los esperados por el gobierno federal, ya que a la fecha se han manifestado al menos siete estados en el sentido de que no distribuirán los libros de texto, a saber: Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León y Querétaro. El argumento principal de los gobiernos de estas entidades es que no resolverán a su distribución, hasta que se resuelvan todos los juicios de amparo en proceso relativos a la situación de los materiales en cuestión. No podemos dejar de señalar que todos los estados son gobernados por la oposición, y que cuentan con un amplio respaldo de sus gobernados.
Aunado a lo anterior, los datos sobre los efectos de las políticas sociales del gobierno lopezobradorista en la mermada calidad de vida de los mexicanos, a cuatro años de su arribo al poder, y el conflicto provocado por los libros de texto, se acumulan otros asuntos que con seguridad le arrebatan el sueño al señor de Macuspana, como el avance del proceso de selección del candidato del Frente Amplio por México y su descollante Xóchitl; ya no hablemos de la realidad nacional en inseguridad, migración, carestía, y el rezago y encarecimiento de sus obras magnas: la refinería Olmeca en Dos Bocas, el Tren Maya, el funcionamiento de su aeropuerto fantasma y el corredor interoceánico del Itsmo.
Todo es parte del mismo paquete de la Cuarta Transformación, de su cúmulo de errores y descuidos, de la improvisación, del arrebato y soberbia de un gobierno que nunca optó por gobernar, y se dedicó a crear las condiciones de su permanencia en el poder desde la personal perspectiva del presidente. Hoy, citando al doctor Arriaga Navarro, los mexicanos, en la mayoría, vemos en los errores de la 4t, como una gran área de oportunidad que habrá de concretarse en el 2024.