En la medida en que no asumamos actitudes democráticas, no podremos pasar a un nivel de consolidación y aceptación de reglas en los procesos de competencia política.
Lo digo porque a pesar que en días pasados Marcelo Ebrard denunció ante el Presidente Nacional de Morena y la comisión de procesos internos una serie de ilegalidades que se han venido presentando a lo largo de la campaña, no se han detenido en modo alguno, al contrario, se han intensificado. Son tan visibles que ya fueron detectadas por los medios de comunicación, y lo han venido exponiendo en las últimas semanas.
Hablamos del uso de recursos públicos para pagar anuncios, espectaculares, bardas, etc. Hace más de un año que los siervos de la nación les dicen a los beneficiarios de los programas que es Claudia Sheinbaum y el Presidente quien les manda ese recurso.
Junto con eso la amenaza de quitarlos del padrón de beneficiarios si no apoyan a Claudia. La cada vez más evidente intervención de los funcionarios públicos y gobernadores operando abiertamente con Claudia. Porque si no es así de qué otra manera se conoció a Claudia en todo el país, particularmente entre la población más desfavorecida.
A pesar de todo, Marcelo ha estado compitiendo con un comportamiento ético y jugando limpio. Ha insistido y denunciado que no puede ser adecuado ni sano operar desde el poder y las estructuras del partido sin acatar reglas.
Ha jugado en este escenario adverso porque tiene confianza en dos factores en los que ha depositado su confianza; la palabra del Presidente, y ver el entusiasmo de la gente que llega donde se presenta por voluntad propia, sin acarreos, sin coacciones, y con entusiasmo y esperanza. Eso lo mantiene con la frente en alto y con una confianza que respalda el cariño que le expresa la gente.
Este gran aparato es el que habla de grandes ventajas, y de predicciones que tienen que ver con la versión de élites políticas de Morena que busca beneficios personales.
Marcelo ha enfrentado con valentía, con congruencia y con un liderazgo y capacidad propia todas estas adversidades. Si revisamos datos serios y comportamientos no coaccionados en población abierta, tendremos que llegar a la conclusión de que tres o cuatro puntos arriba de uno o de otro es empate técnico y que la contienda está muy cerrada.
Que el control de esas élites políticas, muchas de ellas perniciosas, no llegan al total de la población que tiene un mayor margen de libertad y se van a expresar de manera libre y abierta por la mejor opción que es Marcelo.
Que a pesar de todos los desafíos que ha enfrentado, Marcelo va a ganar, y va a ganar porque la sociedad ya tiene más conciencia de lo que significa su libertad para elegir, y además va a ganar a la buena.
@normaglzz
