El asumir un cargo en cualquier lugar, implica un acto de responsabilidad personal y de arraigo en el libre albedrío, ya que se deberá responder a los resultados esperados por quienes depositaron la confianza al delegar tal o cual función, a la cual estamos comprometidos actuar con transparencia, responsabilidad, ingenio, confianza, dedicación, humildad, fortaleza y liderazgo en la cadena de los procesos empresarial, sin dejar de considerar que en la gestión del recurso humano, se la realiza con el personal colaborador, altamente calificado, capacitado en la sólida estructura organizacional con recursos tecnológicos adecuados e Instalaciones funcionales para el excelente desempeño de sus actividades. En este contexto consideraremos los importantes temas para delegar eficazmente las funciones y obtener una gestión eficaz.
Delegar significa asignar a un subalterno la autoridad y la responsabilidad formales para realizar actividades específicas, manteniendo en cierto grado la supervisión de dicha actividad. También delegar significa EMPODERAR, es decir, darle herramientas, inducción y visión panorámica a una persona que tome la rienda o se comprometa con un proceso para la entrega de un resultado.
Entre los beneficios más importantes derivados de la delegación de autoridad de forma adecuada se pueden mencionar: Los administradores o líderes de equipo pueden dedicar su tiempo a ejecutar tareas más estratégicas orientadas al desarrollo del negocio y delegar las tareas operativas a otros empleados, incluso si piensa que puede hacerlas mejor.
Delegar tareas que requieren habilidades especiales que no se tienen o en las que no se destaca a personas que sí las tienen, es un camino seguro para aumentar la productividad de la empresa. Esto es la especialización asociada a la eficiencia operativa.
También es un gran mecanismo para desarrollar profesionalmente a los miembros de un equipo ya que cuando un jefe delega en un subordinado, lo más probable es que logre aumentar su motivación y si el trabajo se hace bien, este puede ir evolucionado dentro de la organización de manera funcional.
Ahora bien, DELEGAR NO SIGNIFICA olvidar o dejar de supervisar o colaborar en el proceso, todo lo contrario a la vieja teoría, es un acompañamiento a distancia de lo que hace el otro y ciertamente responsabilizarlo de su cumplimiento enfrentando una realidad compartida al final del camino.
Luego así el líder podrá confiar gracias al ojo puesto en aquellos que respondan por los actos delegados para un resultado superior y así lograr enseñanzas para todos los involucrados en el proceso.
Ignacio González (autor)
@ignaciodegon