El pasado domingo 16 de julio terminó la décima novena edición del Festival de Música de Cámara de Aguascalientes que se desarrolló del miércoles 12 a este domingo 16 confirmándose como uno de los festivales de estas características más importantes de México.
Cierto es que el festival de música de cámara más antiguo de México, y seguramente el que cuenta con mayor presupuesto, es el de San Miguel de Allende, Guanajuato, pero el nuestro, el de Aguascalientes, en estos casi 20 años de historia, siempre ha tenido como fundamento principal el de la cuestión académica, y en este rubro sí somos los mejores inobjetablemente. Las clases son la razón de ser de esta gran fiesta del verano aguascalentense y con irreprimible orgullo vemos ensambles de música de cámara de toda la República Mexicana que vienen a inscribirse para participar en el festival, y además, grupos de música que otras partes de América Latina, esto ha impulsado el hecho de que, según lo expresado por Alejandro Vázquez Zúñiga, director general del Instituto Cultural de Aguascalientes, a partir de la vigésima edición, que si Dios no dispone lo contrario, será llamado Festival Internacional de Música de Cámara, esto, claro, obedeciendo al hecho del poder de convocatoria de este evento fuera de los límites territoriales de nuestro país.
Este festival se creó por iniciativa y gracias al entusiasmo del maestro Rafael Machado, una persona íntimamente relacionada con Aguascalientes, recordemos que durante muchos años, la verdad no sé cuántos, él fue el concertino de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, actualmente es integrante de la Orquesta Sinfónica de Yucatán son sede en Mérida pero el cordón umbilical que lo une con Aguascalientes es justamente el Festival de Música de Cámara. Si no me equivoco, sólo un par de años no fue él el director del festival, y lo cierto, hay que decirlo, fueron las ediciones más desangeladas de este certamen de verano. Con él ha colaborado siempre el Cuarteto de Cuerdas José White, uno de los de mayor prestigio en México y cuarteto en residencia en cada una de las ediciones del festival, salvo esas que ya mencioné en donde se prescindió de la dirección del maestro Machado.
En esta decimonovena edición, y como sucede en cada festival, el poder de convocatoria fue muy grande y se inscribieron ensambles de todo México y de algunos países de América Latina para dar inicio el pasado miércoles 12 de julio de la gran fiesta del verano en Aguascalientes.
Durante estos cinco días de festival, tuvimos la oportunidad de disfrutar de grandes conciertos, el primero de ellos con la participación del Cuarteto White con un programa compuesto por dos obras de compositoras mexicanas, en primera instancia el cuarteto de cuerdas de Guadalupe Olmedo, una compositora de finales del siglo XIX y que de hecho se interpretó el primer cuarteto de cuerdas compuesto en México por una mujer, el Cuarteto de Cuerdas, Op.14 llamado Studio Clásico. La segunda obra fue de la maestra Ana Lara a quien tuvimos el privilegio de escucharla en una plática previa en cada uno de los conciertos y que sin duda ayudó mucho a tener una mejor audición de cada una de las obras a interpretarse. Su obra se llama Memorial y está dedicada al maestro Mario Lavista quien hace algunos años coordinó el taller de composición del Festival de Música de Cámara de Aguascalientes y también nos ilustró con sus comentarios previos a cada concierto. El maestro murió el 4 de noviembre de 2021, una gran pérdida para la música mexicana de concierto, pero al menos nos queda la satisfacción de haberlo conocido y haberlo tratado aquí en Aguascalientes. La maestra Ana Lara dedicó a él este maravilloso cuarteto que fue interpretado por el Cuarteto White. Este primer concierto terminó con el quinteto para clarinete en la mayor, K. 581 de Mozart.
El segundo concierto, el jueves 13 estuvo a cargo del Cuarteto Q Arte de Colombia con un programa integrado por el Cuarteto Op.18 No.3 de Beethoven, el Cuarteto No.1, Op.20 de Ginastera y finalmente con el Cuarteto Tricolor del compositor colombiano Francisco Cristancho. Como un obsequio al público, interpretaron un movimiento de un octeto de cuerdas para lo que convocaron a subir al escenario al Cuarteto White.
El viernes 14, una maravilla de concierto con un homenaje a Sergei Rachmaninov a cargo del pianista Rodolfo Ritter y el cellista Rolando Fernández, ellos interpretaron Lied Romanza en fa menor; dos piezas para violoncello y piano: Preludio en fa, Op.2 No.1 y Danza Orfiental en La, Op.2 No.2, y una exquisita versión del Vocalise Op.34 No.14. Después del intermedio, una inmaculada versión de la Sonata para cello y piano en sol menor Op.19.
Finalmente se realizaron sábado 15 y domingo 16 de julio los conciertos de grupos participantes y finalmente la decisión del jurado después de la liberación para nombrar al grupo ganador del Premio Ponce, y mientras se hacía esta deliberación tuvimos la oportunidad de disfrutar de un breve concierto con los tres trombones y la tuba de la Sinfónica de Aguascalientes, sin duda la mejor sección de nuestra orquesta, y la afortunada participación del trompetista John Urness, un privilegio que nos acompañe en nuestro festival. Después de su participación pudimos conocer el nombre del ensamble ganador, el Cuarteto de Cuerdas Yonjuushi de Chiapas, felicidades a ellos y quedamos en espera de la vigésima edición del que ahora será el Festival Internacional de Música de Cámara de Aguascalientes, una de las más grandes fortalezas del músculo cultural de nuestro estado.