- Presenta en Aguascalientes la abogada y activista Carla Escoffié su último libro País sin techo
Este fin de semana, la abogada y activista Carla Escoffié presentó en Aguascalientes su libro País sin techo en un evento organizado por Conversa Sur, en el que detalla la crisis de vivienda en la actualidad, además de impulsar la conversación sobre las situaciones de vulnerabilidad al derecho a la vivienda, en la que se encuentran los vecinos de todas las calles de México. Sobre esto platicó con LJA.
Pero ¿qué es la gentrificación? “La gentrificación es cuando en un barrio empiezan a llegar personas de mayor poder adquisitivo en comparación con las de la población originaria y esa llegada masiva va generando, paulatinamente, un desplazamiento, es decir, por la llegada de gente con mayor capacidad económica, la población originaria, por carecer de recursos, se termina trasladando a otro lado”, comenta Carla, quien tiene muy claro que antes de buscar una definición que se apegue al concepto, lo importante es escuchar a las personas para entender qué sucede en sus colonias:
“Ahora, mi postura es que obviamente puede haber casos de gentrificación, pero me parece que lo más importante en esta discusión es qué están tratando de describir las personas cuando dicen gentrificación, o sea cuando alguien dice ‘están gentrificando mi barrio’, ¿qué está pasando?, las personas están tratando de nombrar cosas que les pasan”.
Carla consideró que la pandemia abrió un nuevo capítulo de la discusión de la vivienda en México, “no es que antes no se hablara de esto o que no había gente preocupada o afectada, pero es verdad que la pandemia, a nivel mundial, cambió las dinámicas del mercado inmobiliario, el ejemplo más común es el de los nómadas digitales en la CDMX, pero generó un fenómeno mayor como el aumento de las segundas casas, gente que compra casas en el campo, en la playa, etc,. para hacer el home office, el aumento de los materiales, con la pandemia y luego la guerra en Ucrania y las medidas que adoptó China, se elevan los precios de los productos de acero”.
Así fue como comenzó este capítulo de la discusión, aseguró, sobre todo en la esfera mediática, “más medios de comunicación empezaron a preocuparse por este tema, igual que en redes sociales, se armaron discusiones sobre el tema, incluso los políticos tuvieron que empezar a hablar de esto, cuando parecía que no era un tema obligado, esa discusión activó muchas preguntas”.
La activista detalló que justo esto fue lo que propició el pensar este País sin techo, las otras problemáticas, pues la gente está llamándole gentrificación a los problemas que ve en su ciudad porque es un concepto que se popularizó, aunque no necesariamente eso es lo que esté pasando,
Puso como ejemplo a la población inquilina que está en aumento por todo el país, que “está teniendo problemas para pagar la renta o incluso acceder a esos espacios no por el precio, sino por requisitos, por discriminación o falta de oferta, eso de poderlo pagar pero está ocupada toda la zona, con lo que se tienen que ir alejando, eso genera muchos problemas, sobre todo porque casi todas las ciudades del país tienen esta construcción basada en un centro único, cuando lo ideal serían ciudades policéntricas que distribuyeran la vida cultural, la política, entonces vemos que la situación es problemática para todo mundo”.
Sobre el contexto local, Carla apuntó que hay muchas cosas de Aguascalientes que le recuerdan a su natal Mérida, “una de ellas es el crecimiento horizontal, esto es una gran problema para las ciudades por la cuestión de servicios, transporte, medioambiente, pero también hay que recordar que la verticalidad es un medio, no un fin”. Carla considera que se debe hablar de verticalidad para hacer ciudades más compactas, para tratar de administrar mejor los espacios, “de tal manera que no ocupemos más espacio del medio natural que realmente necesitamos.
Es importante aclararlo, porque así como está Aguascalientes con un serio problema horizontal, tenemos ciudades con problemas verticales, como Monterrey, incluso Guadalajara, que se están construyendo edificios altísimos, pero que muchos son para oficina, los que son de vivienda son para los estratos altos y por lo mismo no logran densificar la ciudad, no es que la gente esté dejando de irse a la periferia por esos edificios, el hecho de que se pongan a construir ciudades como Dubai no garantizan una ciudad compacta, de hecho hay muchos urbanistas que hablan de verticalidad pero de 5-6 pisos, pensar en hacer ciudades más compactas, por ejemplo, con unidades de vivienda que tengan usos mixtos que tengan servicios directamente, más o menos como lo que se hizo con la Unidad Tlatelolco y la Miguel Alemán en la CDMX, que eran estas unidades en las que tú bajabas y había lavandería, la tienda, todo lo encontrabas, pero más o menos esa es la visión de verticalidad que ahora se recomienda”.
Sobre la crisis medioambiental, la también abogada dijo que “justo hoy en día no podemos entender el cambio climático sin la discusión sobre vivienda y ciudad, en la medida en que tengamos ciudades más justas y equitativas también va a representar la posibilidad de ciudades que impacten menos el medioambiente, que generen menos calentamiento urbano, más áreas verdes, pero no solo tenerlas, porque luego se hacen esos proyectos con zacate japonés, les encanta a los gobiernos poner de ese zacate pero consume mucha agua y no refresca el ambiente, entonces, impacta cómo diseñan la ciudad y cómo manejan el medioambiente del tema de vivienda y lo vemos en otras ciudades como en Mérida que estamos sufriendo calentamiento urbano, hay mucha plasta de cemento, no hay planificación”.
Sobre el impacto diferencial que hace la crisis de vivienda en ciertos grupos poblacionales, Carla aseguró que uno de estos es el de las mujeres, pues “tienen más problemas para obtener una vivienda que los hombres, para acceder a créditos, para tener un trabajo bien pagado con tus prestaciones para que puedan tener un crédito, la brecha salarial implica una brecha para acceder a la vivienda, pero también lo vemos hacia las mujeres al rentar, muchos lugares en CDMX no quieren rentarle a una mujer soltera, muchas veces porque no les creen que pueden soportar el gasto, porque están solas o infinidad de prejuicios, es común que les soliciten actas de matrimonio para poder rentar un lugar”.
La discusión continúa, hablemos del derecho a la vivienda, insite, “es importante que recordemos que no solo es la vivienda en propiedad, sino en arrendamiento u otras modalidades, incluso los refugios temporales de mujeres son parte del derecho a la vivienda”.