“Lo que uno piensa que es, nunca es, lo que uno espera de la política nunca llega, solo sucede lo peor que puede suceder, así son los tiempos políticos”.
Estimado lector de este reconocido medio LJA.MX, con el gusto de saludarle como cada semana, quiero aprovechar esta ocasión para hacer abordar la tesitura política de nuestro país. Es necesario entender que en los próximos meses se van a definir los próximos 6 o posiblemente 12 años en materia política, aunque no se puede avizorar con exactitud el futuro, es elevadamente probable el próximo presidente o presidenta de la república sea emanado de Morena, y con esto seguir la línea que ha marcado Andrés Manuel López Obrador.
Mientras la irónica y paradójica alianza política del PAN, PRI y PRD, define el método de selección de su candidato a la presidencia de la república, Morena echa a andar toda la maquinaria política con sus corcholatas, sin duda alguna aprovechan los tiempos políticos. Están haciendo campaña o precampaña por todos, no por uno o una en específico, mientras los apoyos gubernamentales siguen bajando de manera vertical, como una política pública animosamente funcional, las corcholatas siguen promoviendo y visitando a toda la estructura y haciendo presencia política en los distintos estados del país.
“La sociedad que separa a sus sabios de sus guerreros perecerá por falta de defensa, la que los une perecerá por falta de luz” Talleyrand.
Creo particularmente que el auge y la posibilidad que tiene Morena en gran medida se debe al aprovechamiento de los tiempos y al desaprovechamiento de los demás partidos políticos, ya que la oposición nunca fungió como tal, se dedicó a tratar de rescatar y capitalizar los pocos espacios para ellos mismos, ante esa situación poco a poco las identidades de los partidos de la alianza por México se han ido perdiendo en el tiempo, han abandonado a sus doctrinas para incrustarse como rémoras en los pocos estados donde aún gobiernan, y con esto lo único que se provoca es mantener la cuota de los cuates, desvirtuando a los pocos adeptos de consistencia que tenían, este es un mensaje directo para Marko Cortez, Alito Moreno y Jesús Zambrano, su tiempo ya fue, lo más decente que les queda es su renuncia.
El primero de las corcholatas en definir sus tiempos fue Marcelo Ebrard, pero evidentemente los demás llevan sus procesos conforme a su propia estrategia, es evidente que lo tienen bien medido y bien calculado. Lo que es necesario entender es que en los próximos tres meses se definirá a la persona que ocupará la silla presidencial. Después de 5 años el presidente sigue teniendo una aprobación mayor al 60 %, y es justamente un porcentaje muy similar el que tiene de ventaja Morena sobre los demás partidos políticos, no quisiera decir que está escrito, pero existen elevadas posibilidades que sea en la proporción en la situación se de en la proporción en la que se la estoy comentando estimado lector.
“Los imperios mueren por el exceso de sus fuerzas, los individuos por el exceso de sus debilidades” Talleyrand.
El tiempo no vuelve, es el único recurso no renovable que tenemos los seres humanos, y aunque hay más tiempo que vida, este instante ya se fue y no regresara. Los tiempos políticos tienen que ver con ciclos de poder, tienen que ver con procesos sociales en los que los distintos factores reales confluyen, Lenin citaba “Hay décadas en las que no pasa nada, y días en los que pasan décadas” en estos tres meses se escribirá el camino por el cual transitará la supuesta democracia que vive México, es muy probable que después de doce años de Morena en el poder, el PAN y el PRI estén casi extintos, sean reducidos a nada, la praxis del poder y la ambición les quitó la posibilidad a las generaciones entrantes.
Si los tiempos políticos siguen así, despertaremos en un país atrasado tecnológicamente, en el letargo energético, sumergidos en el crimen organizado y en la narcocultura, con una severa crisis de identidad como país, puesto que después de que han pasado casi todos los partidos políticos por la silla presidencial, estaremos expuestos a la nada, al desencuentro de un laberinto que existencial para nuestra sociedad. La historia de las personas se puede entender desde su interacción con el poder, así lo mencionaba Michael Foucault.
Epílogo
Los tiempos políticos son una reseña de la peor tesitura que pueden tener los hombres, antes era un orgullo legislar para este país, hoy es una vergüenza, no hay por donde, no hay con quien, el tiempo se va, se esfuma, se escapa de la manos, pero ese no es el punto, el punto central es que los que podían hacer equilibrios, prefirieron perder su lugar en la historia, por garantizar la pretensión material, tiempos políticos vienen y van, aparecen y desaparecen, pero la historia y su juicio siempre permanecen.
In silentio mei verba, la palabra es poder