CIUDAD DE MÉXICO.- La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) determinó que se hubo “uso excesivo de fuerza policial” en la persecución que derivó en la muerte del actor Octavio Ocaña, recordado por su personaje de “Benito” en la serie televisiva “Vecinos”.
La investigación de la CNDH concluyó que en este caso existieron violaciones a los derechos humanos a la legalidad, seguridad jurídica e integridad personal por uso excesivo de la fuerza.
En su recomendación 71/2023 dirigida a la Presidencia municipal de Cuautitlán Izcalli, el organismo recordó que los hechos ocurrieron el 29 de octubre de 2021 cuando el actor murió durante la persecución de un vehículo en el que viajaban tres personas.
Refirió que policías municipales persiguieron y dispararon a la camioneta, provocando que se estrellara y se accionara un arma que privó de la vida a una de las víctimas, en referencia a Octavio Ocaña.
El organismo a cargo de Rosario Ibarra Piedra, detalló que hubo omisiones en la preservación del lugar de los hechos por parte de las autoridades que fungieron como primeros respondientes; así como “afectaciones al derecho a la intimidad e imagen pública de la persona fallecida, atribuibles a policías de la demarcación”.
Además, determino que durante la persecución uno de los oficiales expuso la mitad de su cuerpo por una de las ventanillas de la patrulla mostrando un arma de fuego larga, sin que existiera resistencia agresiva por parte de los tripulantes del vehículo donde viajaba Ocaña.
Al respecto indicó que se trasgredió el principio de “absoluta necesidad” al realizar dos disparos hacia el vehículo, colocando en riesgo no sólo a las víctimas sino a la población en general, dado que era una zona urbana y transitable.
En un comunicado señaló que el mismo elemento de seguridad efectuó un disparo más mientras circulaban en una carretera de la entidad, impactando la camioneta donde iba el actor y omitiendo actuar con mayor prudencia y diligencia.
Asimismo, indicó que el conductor de la patrulla realizó diversos “alcances” con el “tumbaburros” del vehículo policial contra la camioneta, ocasionándole daños en el vértice posterior derecho, la parte posterior media y derecha, además de la facia, lo que provocó que sufriera una desestabilización y se estrellara en un montículo de tierra.
De acuerdo con la indagación del personal especializado de la CNDH se concluyó, “con alto grado de posibilidad”, que a consecuencia de alguna de estas maniobras de choque, se accionó un arma de fuego en el interior de la camioneta que “dio como resultado una lesión en la extremidad encefálica de la víctima, de tipo mortal” y que vulneró su derecho a la vida.