El Décimo Primer Tribunal Colegiado en materia Administrativa en la Ciudad de México declaró que los animales de compañía, es decir mascotas como perros y gatos, forman parte de una familia, dando así lugar a la familia multiespecie.
“La realidad actual es que los animales domésticos han pasado a ser en algunos senos familiares, parte de los miembros de la familia. Desempeñan un papel de protección, apoyo, compañía, cariño y cuidado hacia los humanos“, mencionó este tribunal al dar el fallo, el cual dio la razón a una mujer que interpuso un amparo.
Este proceso inició cuando Bertha Alicia Romero interpuso un recurso legal para ampararse del Instituto de Verificación Administrativa (INVEA), el cual había determinado que el domicilio de la ciudadana no podía utilizarse como un albergue para perros con servicios de estética y adiestramiento, dado que no contaba con uso de suelo correspondiente para ello.
Es así que Romero acudió a los tribunales, en donde se señaló que el giro mercantil de albergue y cuidado de animales efectivamente corresponde a una vivienda de bajo impacto, dado que estos servicios son parte de una demanda social que se genera a partir de una nueva integración de las familias como núcleo de una sociedad.
Es decir, el tribunal reconoció que las mascotas tienen derechos a la protección y cuidado como miembros valiosos de la sociedad. “Son, en pocas palabras miembros de ella, de allí la denominación de familia multiespecie o interespecie. Este contexto social implica que existan giros comerciales de albergue y cuidado de animales“, mencionó el tribunal.
Para robustecer su fallo, los magistrados recordaron que la Constitución de la Ciudad de México establece que los animales son seres sintientes, por lo que deben ser protegidos de manera particular y son sujetos de amparo en su dignidad.
Diversas asociaciones civiles enfocadas en la protección de animales celebraron este fallo, pues supone un avance en la protección y consideración de estos seres.