El concierto para clarinete de Copland es, sin duda, una de las obras que hacían atractivo el quinto de los ocho conciertos que integran este segundo capitulo de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, menciono esto sin demeritar el resto del programa que se completaba con el Voyévode, Op. 78 de Piotr Ilych Tchaikovsky, -creo que si afirmo que es una de las obras que más veces ha programado el maestro Revueltas en sus dos períodos al frente de la OSA no cometo un error-, después el ya mencionado Concierto para clarinete del compositor estadunidense Aaron Copland, que al mismo tiempo fue un gran musicólogo al que recordamos también por su libro “Cómo escuchar la música”, un excelente documento que nos acerca con facilidad al fascinante mundo de Su Majestad la Música. Después del intermedio disfrutamos del cierre del quinto concierto con la ejecución de las Danzas Sinfónicas, Op.45 del compositor ruso Sergei Rachmaninov. Este concierto contó con la participación de la muy joven clarinetista Mariana Jazmín Pascual que apenas el pasado 2 de junio acaba de cumplir 22 años y ya tiene la solvencia de abordar repertorios de muy alto nivel de exigencia. Este programa fue dirigido por el maestro Román Revueltas, director titular de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.
El Voyévide, Op.78 de Tchaikovsky es una balada sinfónica que por su muy elocuente vocación descriptiva lo podemos considerar, sin temor al error, como un poema sinfónico. El inicio de la obra nos representa una cabalgata en la que el Voyévode va acompañado por su asistente y lo apresurado de su cabalgata es por la necesidad de encontrarse con su amada, a la que finalmente sorprende en brazos de otro. Le pide a su acompañante que mate a su esposa y que él se encargará del amante, pero en la torpeza de su ayudante es al Voyévode al que mata, y el disparo de la escopeta es puntualmente descrito en un episodio de evidente violencia musical en donde el compositor echa mando de toda la potencia de la voz de la orquesta.
El maestro Revueltas dirigió sin partitura, una obra que evidentemente tiene segura y la dirigió de memoria sin la menor dificultad.
Como ya mencioné líneas arriba, uno de los principales atractivos de este quinto concierto, al menos así me lo parece, fue el Concierto para clarinete de Aaron Copland, una obra que el maestro escribió por encargo del clarinetista Benny Goodman. No estoy seguro de esto, pero según recuerdo, este concierto lo había interpretado ya hace algunos años el maestro Francisco Javier Pascual Aquino, originario del estado de Oaxaca, y esto es importante mencionarlo porque estamos hablando del estado con la más grande tradición de alimentos en nuestro país, él es el principal de la sección de clarinetes de la propia Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y padre de la maestra Mariana Jazmín Pascual, a quien se le encomendó la ejecución de esta obra en el concierto del pasado viernes 9 de junio.
La obra, como lo comenté al inicio de esta entrega, ya es de por sí atractiva, la verdad es que nunca esperaba la virtuosa ejecución que hizo la maestra Mariana Jazmín Pascual. Evidentemente esperaba un buen trabajo, estaba seguro de que no tendría problemas en cumplir dignamente con el compromiso. Sabía que siendo hija de un gran clarinetista, y considerando evidentemente la escuela que tiene en casa, no tendría problemas y tendría un papel decoroso, pero sin más que eso. Pero tremenda sorpresa nos llevamos todos los asistentes al Teatro Aguascalientes, la maestra Aquino hizo verdaderamente una ejecución virtuosa, todavía sigo saboreando la cadenza del primero de los dos movimientos, llamado Slowly and expressively, Lenta y expresivamente, que integran este concierto, el segundo es Rather fase, preferentemente rápido. Desconozco si la cadenza es obra del propio Copland, no sé si la escribió el destinatario, el maestro Benny Goodman o si alguien posteriormente la escribió, pero la ejecución de la maestra Pascual fue convincente, solvente, virtuosa, ¿y por qué no?, espectacular, y apenas tiene 22 años, seguramente su proceso formativo aún no termina y no me imagino sus alcances dentro de algunos años, simplemente sus posibilidades no tienen límites, y hay que tener en cuenta que este concierto de Copland que le fue encomendado no es un caramelito dulce fácil de ejecutar, es una obra muy exigente para el intérprete. Lo que me pareció triste y quizás hasta descortés, es que no se le entregara un ramo de flores a la maestra Mariana Jazmín Pascual, como suele hacerse en cada concierto cuando hay un solista, y más aún con un solista de este tamaño. De verdad, este tipo de detalles visten y dan prestigio, pero en fin, se lleva los entusiastas aplausos de un público que supo reconocer el inmenso valor de su trabajo en el escenario.
El concierto terminó con las Danzas Sinfónicas Op.45 de Sergei Rachmaninov, una obra en tres movimientos: 1) Non allegro. 2) Andante con moto. Tempo di valse. 3) Lento assai – allegro vivace.
Para la próxima semana, el viernes 16 de junio, el sexto programa del segundo capítulo 2023 de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes nos presenta inicialmente el poema sinfónico Bosques de José Pablo Moncayo. Siguiendo con la misma tendencia de la música descriptiva, escucharemos la deliciosa y al mismo tiempo imponente Isla de los muertos de Rachmaninov, y finalmente la Sinfonía No.1 de William Walton. El director será el maestro Román Revueltas, director titular de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes. Nos vemos este viernes 16 de junio a las 20:30 horas en el Teatro Aguascalientes.