El punto de confluencia/ Opciones y decisiones  - LJA Aguascalientes
03/07/2024

Dos elementos indispensables e imperativos para un cambio socio-histórico de México, hace doce meses, se veían muy remotos, dispersos y difíciles de conjuntar. Sin embargo, al decir de connotados retóricos de la antigüedad, a ellos -los adversarios polemistas- la Historia los refuta. ¿Cómo elegir a un candidato creíble, competitivo y capaz de galvanizar a la sociedad y hacer girar la Historia del país? ¿Desde qué formación partidista y/o de la sociedad civil mexicana, habría qué postularlo? Por un lado. Y, por otro lado, ¿con qué plan, con qué programa, o plataforma de Políticas Públicas, dotarlo? Al día de hoy, tienen respuestas afortunadamente convergentes. Veamos.

  1. Pretexto. – Hace prácticamente un año, se avizoraba en la atmósfera política de México una tormenta política nada halagüeña, los nubarrones que ennegrecían los cielos hacia el horizonte, presagiaban un franco pesimismo reinante en la comentocracia nacional, respecto de las posibilidades de que la oposición política al régimen López-obradorista, abanderado por Morena, pudiera enfrentar con relativo éxito la sucesión presidencial del cabalístico 2024.

La razón principal que fuera esgrimida consistía en la manifiesta nula presencia pública de un liderazgo claro, concreto que pudiera encauzar los más elementales anhelos de cambio desde la sociedad civil de México, que sentía con desesperanza el desfonde sistemático del entramado democrático y de estructura público, arremetido por las intervenciones autoritarias de la Cuarta Transformación. (Nota consignada el 08 de julio, 2022, bajo el título de Yira, Yira, Tango, 1930, Enrique Santos Discépolo: Verás que todo es mentira/ verás que nada es amor/ Que al mundo nada le importa/ -Yira, yira/). Piso institucional logrado gracias a décadas de avances y conquistas ciudadanas, mediante firmes opciones surgidas de la organización social. La excusa exhibida consistentemente por el nuevo régimen ha sido la de erradicar los privilegios de una “minoría rapaz”, impulsada por el poder neoliberal corrupto del PRI y partidos políticos alternos de una tecnocracia instalada en el aparato gubernamental. El escepticismo de la opinión pública era ostensible.

Bregar contra esa atmósfera enrarecida por el desmantelamiento institucional, al que yo califiqué de “perestroika a la mexicana”, más la práctica gubernamental de una simple y llana canibalización de la Hacienda pública; se veían engrosadas por los ya desfondados e ineficientes sistemas de Procuración e Impartición de Justicia; el pleno dominio de la impunidad y la violencia irrefrenables de grupos criminales, arrojaban datos que obviamente no corresponden al México que esperábamos; y mucho menos anhelaríamos hacia el futuro.

La opción evidente consistiría en diseñar, promover e instalar un proyecto de Nación diferente, bajo planeación científica, con políticas públicas racionales y sustentables, con un aprovechamiento de los recursos naturales y no renovables que sea sustentable y no contaminante del planeta. Incluyendo, yo, la inclusión de un requisito sine que non de este rescate nacional, sea: – Un pacto de unidad y colaboración absolutamente indispensable de la clase económica dominante -dígase sector empresarial- a una con el Estado, y que haga posible el gobierno alternativo que entre en funciones -mediante el proceso electoral-, en franco apoyo e impulso al colectivo social que disiente de este “destino manifiesto” de México.

  1. Contexto. -Surgieron, no obstante, motivos de aliento y esperanza, gracias a que un sector de la población acaba de divulgar una iniciativa ciudadana, bajo el nombre de Frente Cívico Nacional. Motivando su propuesta desde una recuperación histórica del México y una postura clara: – Para comenzar y construir un nuevo camino es necesario actuar ya para que el deterioro del país no se prolongue después del 2024. Queremos contribuir a la construcción de un México más justo, democrático, incluyente, próspero, sustentable y digno, en el que todas las libertades y todos los derechos -individuales y colectivos, políticos, sociales, económicos, ambientales y culturales- sean efectivos para todos. Y que apostillan diciendo: Para ello, hemos iniciado la organización del Frente Cívico Nacional (FCN), una iniciativa ciudadana que reivindica las demandas de inclusión, prosperidad, libertad, igualdad, paz y justicia (Ver: [email protected] /manifiesto).

Su llamado estaba siendo dirigido a los votantes de las elecciones intermedias 2021 (a las que yo me referí como “corte histórico”): – En razón de que sentó los fundamentos para que los partidos políticos de oposición, precisamente en esas elecciones intermedias, recibieran la confianza de 23 millones y medio de electores; mandato popular de las urnas que debiera ser escuchado y a partir de él, avanzar en la construcción de la unidad electoral que les permita competir juntos para afrontar la elección presidencial del 2024. Lo que dejaba meridianamente claro el objetivo estratégico electoral a perseguir.

  1. Texto. – Se informa, al 29 de junio, 2023; 02:25 p.m., la conformación de los Designados al Comité Organizador del Frente Amplio Por México. Un dato histórico: A) Por la Ciudadanía: Alejandra Latapí, Teresa González Luna, Marco Baños, Patricia Macarthy, Juan Manuel Herrero Álvarez, Rodrigo Morales, Arturo Sánchez. B) Por el Partido Acción Nacional: Armando Tejeda, Raymundo Bolaños. C) Por el PRD México: Luis E. Cházaro y Claudia Castelo. D) Por el PRI Nacional: Rubén Moreira y Rolando Zapata. – En entrevista con @aristeguicnn, @acostanaranjo señaló que en el método de la Oposición para elegir al candidato 2024, habrá debates, árbitro mayoritariamente ciudadano, participación ciudadana y urnas.

Este tránsito decisivo, de ausencia pública de una oposición organizada a su antítesis, presencia efectiva y de cuerpo entero, pone en relieve la recién pasada experiencia práctica y societal que los mexicanos habíamos venido experimentando, durante los últimos cuatro años, de un supuesto ‘cambio de Régimen’ encabezado por la Cuarta Transformación, Morena, nos arrojó a la cara que no hemos avanzado a ningún horizonte promisorio, pero sí hemos sido forzados a regresar a puntos y sitios de nuestra historia nacional en que había sido el autoritarismo político, el poder regente de una sociedad cada vez más despolitizada y, por lo mismo, desactivada como un actor eficaz de su propio destino, lo que habíamos estado constatando.

Por esta importante razón, y contra toda desesperanza, un cada vez más amplio colectivo social -bajo el signo de la sociedad civil-, ha estado emergiendo de esa ‘burbuja’ tremulante como una pompa de jabón, para aparecer como un verdadero sujeto de su Historia, y asume que su futuro depende de un factor esencial: su convivencialidad, su poder y decisión para coexistir con otros, su convicción de que no es aniquilando a sus “enemigos de clase”, como va a afianzar su futuro, sino potencializando su capacidad de dialogar cara a cara con aquellos que son diferentes. Este inédito fenómeno social, finalmente, está emergente y mostrando una capacidad de ebullición que puede crecer hasta formar una esfera plural, dinámica y con visos de alta energía transformadora. Este factor social clave ya está viniendo a nuestro mundo, lo que me lleva al otro elemento indispensable para una auténtica transformación: la conversión de esas emociones e impulsos de cambio en una estructuración sistemática de Políticas Públicas, es decir un plan, un programa de gobierno. Este es el otro carril desde el cual tengo mi cita, y a su salir al encuentro.

Propuesta. Afortunadamente, esas dos grandes avenidas al día de hoy ya tienen su punto de confluencia. Yo me propuse sentar las bases para impulsar una redirección de nuestra tarea y establecer un proyecto común. (Evento que data del 27 de enero, 2023, en que redacté el artículo Imaginario colectivo, publicado en LJA.MX), El punto central consistía en proponer un marco teórico que sustentara la emisión de Políticas Públicas, capaces de aterrizar en lo concreto un plan de desarrollo y bienestar para el país. Pero uno que implicara un enfoque nuevo o modo distinto de ver nuestro mundo, imaginar de nueva cuenta para configurar nuestro entorno; darnos las condiciones de posibilidad de avistar un ‘horizonte esférico’, dentro del cual pudiéramos coexistir de hecho.

A partir de ese momento, elegí la plataforma del conocimiento producida por un pensador contemporáneo como es el filósofo alemán Peter Sloterdijk, en su innovadora teoría de las “esferas”. Lo que significa que escuchemos su mensaje esencial y desde ese prisma releer la experiencia existencial por la que estamos transitando. ¿Para qué? Básicamente, para transformarla, para llevarla a estadios superiores de desarrollo, y desde luego, evitando caer en las visiones destructivas de unos colectivos sociales enteros contra los otros, como supone la forma populista de pensar, en la que abreva la Cuarta Transformación, a fin de crear un mundo maniqueo, polarizado, dicotómico que, al final, significa el desecho por recambio de unas clases sociales para entronizar otras, antes subalternas, ahora dominantes.


De manera que comencé a esbozar mi tarea -en su fase de lanzamiento- desde un plan muy fundamental: – Construir la plataforma noética o del conocimiento por un cambio societal y político que permita la formación de una sociedad mexicana del futuro, mediando una atmósfera de convivencia, para permitir circular el oxígeno vital entre nosotros, de hacer respirable la atmósfera que nos envuelve; con el objeto de salirnos decidida y formalmente de un espacio irrespirable y ponzoñoso, como el que impone ideológicamente la condición de suprimir a un estrato social -de adversarios o enemigos-, por antagónico que hoy se predique, para relativizar y aun denigrar a los que son tenidos como sus antípodas… El Pueblo bueno contra los neoliberales y conservadores, corruptos y moralmente vencidos.

Se trata de una tarea social, esencialmente solidaria, que topa en elaborar -según el método científico- una hipótesis o una serie de hipótesis capaces de adelantar las líneas maestras para diseñar y aplicar unas ya muy próximas -por exigencia de los tiempos políticos- políticas públicas, capaces de reconstituir la red de relaciones de los actores sociales, real y vitalmente actuantes. Entonces, puedo adelantar que el propósito central de esta tarea -mía y suya- consiste en construir lo que en el trabajo de investigación se llama un Marco-Lógico o marco teórico desde el cuál sea posible trazar líneas prospectivas necesarias que den fundamento a políticas públicas, que obedezcan y cumplan su real cometido. Esto que es relativamente simple de enunciar, implica una articulación y capacidad de ingeniería teórico-práctica para diseñarlas con atingencia y eficacia.

Adopté como plataforma noética, la obra calificada por su prologuista Rüdiger Safranski como opus magnum -obra magna- de Peter Sloterdijk, filósofo alemán: Esferas I-II-III, 1998. Español, Ed. Siruela, S.A. 2003. Cuyos contenidos hube de someter a una prueba de aplicabilidad. Para tal efecto, invoqué la referencia de su Capítulo 3. Impulso hacia arriba y mimo, (de Esferas III, Esferología plural. Espumas. Loc. 9599), como hipótesis adecuada para dicho ejercicio de aplicación. Partimos del criterio epistemológico de que la fase cuarta del método científico consiste, precisamente, en la aplicación; toda vez que hubiera quedado establecida en tanto que una Teoría. A partir de este punto, nuestro ejercicio consiste en probar qué tanta aplicabilidad tiene la teoría construida por Peter Sloterdijk, a nuestro objetivo de diseñar Políticas Públicas. (Cfr. LJA.MX/ Opinión. Prueba de impulso helicoidal. Viernes 21 de abril, 2023).

Plausiblemente, al aplicar esos conceptos de la “esferología plural”, al discurso dominante del grupo en el poder, autodenominado de la 4T, muestran con pertinente evidencia un claro desmentido de las pretensiones reformadoras, e incluso autovaloradas como moralmente superiores de la “regeneración nacional”. Consistiendo la pregunta de fondo en: – ¿Quién es verdaderamente conservador? – Al contrastar con los enunciados del “impulso hacia arriba y mimo” de Sloterdijk vemos con toda nitidez que se manifiesta una clara Anti-topía Lopezobrdorista