Pasaron diez años para que Revueltas, la película, pudiera concluirse. Resultado de una serie de esfuerzos de los hacedores de cine en Querétaro por situar éste a nivel nacional, el filme de Antonio Jiménez hurga en la producción del escritor de Los muros del agua y luchador social relativa a su tarea en la factura de guiones. Egresado de filosofía, el director, adentrado en la obra de Revueltas, quiso rescatar uno de ellos, Tierra y Libertad, sobre la odisea de Emiliano Zapata. Y con su amplio equipo armó la historia de cómo podría haberse filmado. Jiménez cuenta el intrincado proceso para poder estrenarla.
Con base en el guión Tierra y Libertad (Ediciones Era, 1981) de José Revueltas, cuya esencia es la lucha de Emiliano Zapata, artistas de Querétaro filmaron Revueltas, la película, estrenada apenas como estelar de la Semana del Cine Queretano, con miras de llegar a la Cineteca Nacional. La historia de su realización se remonta a una década, tras múltiples vicisitudes, a la manera de las vividas por el escritor, quien ya a los 15 años fue encarcelado por sus ideas comunistas.
El largometraje es de corte meta-cinematográfico, es decir, una película dentro de otra, y su director, productor y guionista es Antonio Jiménez, quien comparte créditos de argumentos con Ana Clara Muro y Rodrigo Cortés, música original de Diego Jiménez, y con ellos un equipo de 66 personas en total entre equipo técnico y actoral, todos productores asociados de la cinta, pues gran parte de su trabajo fue donado.
El realizador, con estudios de filosofía, y promotor cultural, relató a Proceso la razón de ser de la cinta inspirada en el histórico guión de Revueltas: “Sé que en algún momento Revueltas pensó en dirigir el guión de Tierra y Libertad, pero por distintos conflictos políticos no pudo; él abogó por el cine mexicano, hizo fuertes críticas a distribuidores y eso le valió que lo vetaran, además de sus andanzas en el comunismo. Es un texto que nadie se ha atrevido a dirigir, en parte porque es un guión de época, y esos filmes cuestan en materia de producción. A la distancia esperamos que Revueltas, la película sea un digno homenaje”.
La sinopsis del filme es la siguiente: “Tras ganar un premio con su último cortometraje, Diego (Roberto Castañeda) y su entusiasta equipo deciden empezar una nueva aventura; filmar su primer película de largometraje. En 2009, año previo a la conmemoración del centenario de la Revolución Mexicana, por lo que deciden llevar a cabo la filmación de un guión publicado por el escritor mexicano José Revueltas, titulado Tierra y Libertad; el cual relata la odisea de Emiliano Zapata y los revolucionarios del sur de México.
“El proyecto es financiado vía un diputado y una senadora, quienes posteriormente toman ventaja de la conmemoración para propósitos políticos-electorales. Esta situación perjudicará al proceso creativo de la película…”.
Tanto información técnica como la referencia al tráiler y el trabajo de la cinta, pueden consultarse en https://revueltaslp.com.
El filme se exhibió durante la primera Semana del Cine Queretano y fue el que abrió “con bombo y platillo”. En el ciclo, efectuado del 5 al 10 de mayo alternativamente en el Museo de la Ciudad de Querétaro y en la Cineteca Rosalío Solano, se proyectaron 150 trabajos en total, entre cortos de escuelas de cine y animación de ese Estado, productoras locales, proyectos experimentales y videoclips.
Pero llegar al estreno de Revueltas, la película no fue cosa fácil, como “si en el nombre llevara la penitencia”, pues según relato de Jiménez el filme se pensó en 2014 y la producción vivió diversos retrasos que hicieron parar su rodaje, desde situaciones económicas y técnicas hasta el impasse pandémico.
El cineasta, fundador de la asociación en Querétaro de Apoyos, A. C., que data de 1999, conformada por profesionistas y artistas de diversas disciplinas en la búsqueda por promover la cultura, explicó que la cinta tiene su origen ahí, pues de ésta se desprendió Paideia, Escuela Libre de Cine en 2004, pionera en el Estado en materia de esa enseñanza. “Paideia” es un término educativo con el cual los griegos antiguos englobaron el largo proceso de formación de conocimiento entre los más jóvenes como futuros ciudadanos. (Al concepto dedicó el especialista alemán Werner Jaeger el volumen ya clásico Paideia, los ideales de la cultura griega, publicado en México por el Fondo de Cultura Económica.)
Explica Jiménez: “Como parte de Paideia se desprendieron una serie de cortos, algunos galardonados con el Premio Alejandrina en 2006. En 2010, con motivo de los festejos del bicentenario, producimos algunos cortos y nos invitaron a participar en la producción del mediometraje Los Constituyentes, en relación al proceso de la Constitución de 1917 que se firmó en Querétaro. Esa cinta la terminó adquiriendo Estudios Churubusco y obtuvo entre sus reconocimientos el premio Pantalla de Cristal (2013), homónimo del festival.
“Y con ese gusanito de haber hecho cortos, y el mediometraje, quisimos hacer un largometraje. La idea de Revueltas, la película se asentó en 2014 por los diez años de conformación de Paideia, y así inició la idea de la cinta que terminó presentándose este mes de mayo”.
– ¿Cómo llegó la idea de filmar el guión de Revueltas, y cómo hicieron con los derechos de autor?
– La idea viene de 2014 cuando se celebró el centenario del nacimiento de dos grandes escritores, el del Nobel de Literatura Octavio Paz, y el de Revueltas, y está de más decir que los festejos estuvieron descompensados, cargados a Paz respecto de Revueltas. Y al ser un lector de su obra, novelas, cuentos y filmes en los que intervino como guionista, cayó en mis manos el libro-guion de Tierra y Libertad. Me interesó porque apoyé durante mucho tiempo el movimiento zapatista, y me inquietó la visión de Revueltas, un marxista-comunista, sobre el zapatismo y las injusticias sociales.
“Y sobre los derechos de autor creo que no hay mayor tema, pues, aunque se menciona a Revueltas y su obra, en realidad no es fiel, es una historia actual en la búsqueda por filmar el guión de Revueltas”.
– ¿Cómo definir la trama de la obra más allá de la sinopsis?
– Cargada a las injusticias sociales y la corrupción, porque te das cuenta que desafortunadamente, desde Zapata, las cosas no han cambiado del todo. Quisimos plasmar todas las problemáticas y situaciones que habíamos vivido antes, es decir, filmando los cortometrajes y el mediometraje, hasta el tiempo pospuesto debido a la pandemia, porque la cinta estaba pensada para estrenarse en 2020.
“Además creo que lo importante es que en la cinta los personajes se ven tristemente reflejados en la misma injusticia de la que habla José Revueltas, se ven dentro de esa historia, como si las cosas no hubieran cambiado un siglo después”.
Explicó que justo el día en que se convocó la rueda de prensa para anunciar la película en 2020, se declaró el tema del Covid-19, y como ya tenían todo contratado, incluido un servicio de brindis, decidieron no posponerlo pensando que duraría un mes.
El filme, entonces y ahora, se publicitó con el mensaje “Cine, tierra y libertad”, y, quizá como coincidencia, fue estrenado el 5 de mayo pasado, día en que la Organización Mundial de la Salud declaró concluida la pandemia por Covid-19.
Para Jiménez, la película define como meta-cine, con fuertes influencias en la obra experimental de dos representantes de la llamada Nouvelle Vague (nueva ola francesa), François Truffaut y Jean-Luc Godard, en donde parece que los personajes se dibujan y desdibujan en sus filmes por las subtramas. Además, en los diálogos siempre se habla de Revueltas contextualizándolo, no solo como escritor o autor cinematográfico, sino con sus aportaciones en materia política y su participación en el movimiento de 1968. O sea, se presenta un bosquejo de la figura de José Revueltas a lo largo de toda la cinta.
– ¿La película ha sido vista por algún descendiente del escritor, están al tanto sus familiares?
– La vio Dina Revueltas, la nieta de José, incluso estuvo en un conversatorio de la película. Pero nadie; en realidad no tenemos nada que ver con la familia, esto fue un trabajo aparte.
Tras el estreno en la Semana del Cine Queretano y una función en Cinépolis de la capital estatal, Jiménez planea promover la cinta en otros puntos del país mediante Paideia: “Fueron 150 obras las que se presentaron como parte de la Semana del Cine Queretano. El encuentro tuvo producciones de jóvenes y artistas de Querétaro en esencia, muchos de estos trabajos fueron pospuestos también por la pandemia, y sé que mucha gente se quedó con ganas de ver la cinta”.
– ¿Qué sigue ahora?
– La idea de la Semana del Cine Queretano fue también el hacer muestra o selección y moverla a diferentes municipios de Querétaro y después a diferentes estados. De hecho, queremos hacer un documento-memoria de todo lo que se mostró ahí.
“Y con base en esto tocar las puertas de la Cineteca Nacional y llevar una Muestra de la Semana del Cine Queretano. Estamos en ese proceso-selección para poder ofrecerlo así con una especie de catálogo; pero mostrar con ello también que hay un movimiento cinematográfico en el Estado, una efervescencia, pues hay una delegación del cine queretano, una ley del cine que se está conformando, licenciaturas de estudio relacionadas con el cine, y una ingeniería en animación, estamos levantando la mano con el cine desde Querétaro”.