Las autoridades de la Universidad de las Artes y en particular el director, Adrián Alfonso Ruiz Romo, son señalados por ordenar el retiro, sin algún argumento, de un instrumento de investigación del alumno Israel Martínez, quien cursa el tercer semestre de la Maestría en Arte Contemporáneo dentro de la institución, que se encontraba desplegado en los pasillos de la Universidad desde hace cerca de año y medio.
El proyecto de Israel Martínez, desarrollado dentro del programa de la maestría, gira en torno a la “reflexión sobre las prácticas nomadistas y el descubrimiento de las posibilidades de diálogo frente a las condiciones de ocupación de los espacios públicos”. Para el desarrollo de esta investigación, se crearon estructuras de madera a manera de cuartos, pequeños espacios techados con posibilidad de trasladarse, “la casita”.
Dicho proyecto participó en el Programa Estudio Abierto: Agitaciones Recíprocas entre México y Chile de 2022, la estructura fue colocada en la Ex-Escuela de Cristo y las actividades que se fueron suscitando le dieron un nuevo rumbo para convertirse en lo que se denomina Departamento Universitario para el Despliegue Artístico-Imaginativo [d.u.d.a.], donde empezó a involucrarse con los niños que visitaban la galería e intervenían la casita; a su regreso a los pasillos de la universidad, el d.u.d.a. empezó a utilizarse como un medio donde los mismos alumnos empezaron a plasmar y manifestar inquietudes, ideas, e incluso inconformidades para con la universidad. El desarrollo del espacio y la investigación propiciaron que la casita se desdoblara y convirtiera en un espacio con una sala de lectura, una mesa, un espacio sombreado e incluso se rehabilitaron macetas en desuso de la misma universidad que se habían convertido en basureros. El apropiarse de este instrumento por parte de la misma comunidad universitaria fue aportando datos en todo momento al proyecto en investigación, mismos que están documentados demostrando la utilidad y la sinergia que se puede generar. Aunado a estas acciones, el d.u.d.a. ha favorecido e incluso solventado carencias de la propia universidad, el mismo Israel Martínez se desempeña como docente de la institución y en cierto punto, una falla en la organización de los horarios empalmó dos clases en una misma aula, por lo que Israel utilizaba la casita para poder impartir la materia de manera virtual. En otros casos, las gestiones dadas a partir del proyecto generaron charlas con personajes reconocidos en el ámbito nacional en el área del performance, ampliando temas abordados en las carreras de danza donde los alumnos se vieron favorecidos e impactados de manera positiva.
A manera de rumores y recados informales Israel empezó a recibir las inquietudes de las autoridades para retirar la casita hasta que se le hizo llegar el oficio DUA-posgrado015 donde, en breves líneas, se hace una solicitud de parte del director para que en un término de cinco días naturales se retire “cada una de las obras que se encuentran expuestas en los pasillos exteriores de la Universidad de las Artes”.
A dicho oficio, Israel dirigió una carta en donde busca se le explique por escrito y de manera fundada y motivada, las razones por las que se pide el retiro de las herramientas de su proceso de formación en el programa de estudios. Sin embargo, la respuesta no ha dado los argumentos necesarios que respalden la instrucción.
Israel Martínez lamenta sentir la falta de respaldo por parte de la universidad a los procesos de producción de conocimiento que deben promover, ya que el instrumento ha generado nexos tanto al interior como el exterior de la institución, el proyecto dejó de ser del estudiante Israel Martínez para convertirse en una especie de bien del colectivo y la comunidad estudiantil.
La insistencia sobre la respuesta oficial, fundada y motivada del retiro busca evitar caer en el sospechosismo o hacer una interpretación incorrecta de las cartas y concebir la petición como un ejercicio de censura y represión, por lo que espera se pueda dialogar y llegar a acuerdos si así fuese necesario.
De momento, con el plazo cumplido, la casita fue retirada de la universidad para evitar que se interpretara como una afrenta hacia las autoridades no sin antes dejar un registro de este extrañamiento.