Mi problema con la economía es…/ Opciones y decisiones  - LJA Aguascalientes
15/11/2024

Nuestra conversación continúa por la avenida de la construcción de políticas de Estado propiamente dichas, y cuyo primer imperativo se da por sentado en la identificación del objeto central de interés, que hemos expuesto en anteriores colaboraciones, y a la vez descrito en tanto que definición de alternativas reales y factibles de intervención desde un gobierno constitucionalmente instituido, para un ejercicio determinado. Lo que resume “el qué hacer” de nuestro propósito inicial.

Ahora, transitamos al segundo imperativo, ya no metodológico -o de mediación para abordar la realidad-, sino estratégico en el sentido de metas y objetivos específicos a conseguir, es decir para movilizar a la acción, el cual está configurado por la pregunta: ¿Cómo hacerlo? Para responderla, encuentro en un esquema analítico, de apariencia muy simple, que es capaz de involucrar una composición gradualmente compleja y de alta calidad conceptual, me refiero al conocido “diagrama de espina de pescado / the fishbone diagram”. Cuyo autor es el empresario y autor japonés Kaoru Ishikawa, experto en control de calidad en la década de los 60’s, muestra simultáneamente las causas y los problemas dentro de su estructura. Las causas que se muestran con el motivo de los problemas principales, lo que resulta beneficioso para un análisis de profundidad y para resolver el problema de una mejor manera. (Cfr. www.edrawsoft.com/es/fishbone/).

Su imagen es muy simple, pero efectiva. Imagine usted el remanente desnudo de una columna vertebral de pescado, entero, conectado con su cabeza y cola. Para efectos del análisis, la cabeza está conformada por el problema a resolver, y recorriendo cada espina-vértebra hacia atrás se trata de identificar cada causa con su efecto; la causa es simbolizada por la espina y el efecto queda incrustado en la vértebra en su sitio respectivo; se procede así, sistemáticamente, a lo largo de esa espina hasta la cola, para encontrar cada causa relacionada con su propio efecto, y que al final una vez agregadas y especificadas, reproducen la cadena de causas y efectos que son matrices del problema a resolver. (Cfr. Nota mía. LJA.MX. Opinión. La espina en el hueso ajeno. Sábado 15/06, 2019).

Este diagrama se inscribe en lo que marcó tendencia mundial durante los años 80’s, para el sector organizacional y/o empresarial, en el área de análisis de Calidad, y también adoptado como herramienta para las intervenciones de consultoría de Procesos, bajo la línea vanguardista por la Excelencia. En esencia se trata de un esquema aplicado al análisis de un problema, explicitando las relaciones recíprocas entre causa y efecto. Para los consultores empresariales este instrumento se aplica en el área de “resolución de problemas”.

Por ello, a la hora de emitir políticas públicas, importa y mucho conjugar armoniosamente causas y efectos. Entendamos que mi elección del esquema “the fishbone” es una entre muchas alternativas, y sólo es su simplicidad esquemática, tanto como su eficacia metodológica lo que me anima a proponerla.

En mi caso, estoy asumiendo que, a la hora de enunciar una política pública explícita, el poder vincular un “efecto” dado con “su causa” específica, declara con gran precisión el propósito para el cual está siendo diseñada. En pocas palabras, se trata precisamente de no caer en el “pragmatismo” al formular una política “X”, como simple reacción al reto que ella supone atacar, sin tener claros y definidos los factores reales y las condiciones del entorno que determinan su naturaleza. Esta reacción pragmática lejos de resolver el problema de fondo, o bien de obtener el resultado deseado, manifiesta su corto alcance o rotundo fracaso, acusando además el desfonde de su productividad.

Pongamos en acto este diagrama, para visualizar con mayor claridad su altísimo grado de precisión -tanto como deseamos aproximarla-, como sucede en las ciencias naturales la aplicación de un microscopio de alta tecnología y máxima precisión a un objeto de investigación. Y además de la precisión, se puede medir el alcance que pueden tener sus instrumentos de intervención; ambos factores, inseparablemente acompañados del tipo de medición aplicable, que viene a elevar el nivel técnico-científico de intervención de que se es capaz. Recordemos que, en la plataforma noética de Las Esferas I, II, III, se tiene en cuenta de manera central al tratamiento técnico-racional fenomenológicamente observado que implica un acercamiento a la realidad, especialmente tratándose de preservación de la vida humana, en común.

Imaginemos la vigorosa espina de un colosal salmón, que representa a nuestra Política Fiscal, la madre de todas las políticas. La cabeza está conformada por la Política Fiscal 2024, la que en un primer acercamiento nos presenta un macro-mundo altamente problemático: ¿quién la define? ¿qué la determina como tal? ¿cómo está configurada? ¿qué sectores y/o colectivos sociales están involucrados? ¿cómo está siendo definida desde el todo de la Economía Política Nacional? ¿Cómo se subordina o afecta al normal funcionamiento de ésta? ¿qué sectores económicos de la sociedad están siendo mayormente determinados? ¿cómo opera el sistema de mediciones de sus principales índices o indicadores? ¿Qué supuestos o mediaciones estatales están interviniendo en su definición? ¿Cómo están colaborando o debatiendo los dos Poderes alternos, Legislativo y Judicial? ¿Qué proyecto político está prevaleciendo, uno vanguardista y vigilante del futuro, o uno conservador, regresivo y restrictivo?

Todos estos cuestionamientos marcan precisamente la naturaleza meta-problemática de la Política Fiscal. Su naturaleza nos obliga a un acercamiento gradual y progresivo de los elementos y procedimientos que involucra. En razón de ello, podemos ir procediendo -como lo permite el análisis de diagrama fishbone– por cada uno de los factores de más alta prioridad e importancia.

Como es el caso, para empezar, A.- De Los Actores. – Inmediatamente nos surge la pregunta por el Sector Empresarial de la economía nacional, que el actual Titular del Ejecutivo Andrés Manuel López Obrador ha suprimido explícitamente al menos para los dos últimos ejercicios constitucionales, del pacto fiscal como contribuyente a la Inversión Pública, políticamente concertada. Conocida su excusa de no pactar con “esa minoría rapaz” que ha robado al Erario público en detrimento del “pueblo bueno”. Etiqueta cargadamente ideológica que excluye al sector central de la economía nacional, aunque de manera incoherente, retórica y falaz porque lo hace a sabiendas de que en el proceso económico financiero real del país, ese sector está intensamente incrustado y de manera automática es causante principal del fisco, a través de su normal actividad económica en los tres sectores determinantes: primario, secundario y terciario. Y esta primera instancia conforma la primera gran espina vertical hacia arriba de nuestro colosal esqueleto.


No obstante, esta forma inercial de cómo el gobierno federal actual está recaudando el plusvalor de este importante sector social, en la práctica de la circulación del Capital y de su obvia agregación al Tesoro de la Nación es discrepante con un normal funcionamiento. El hecho de “no pactar” ha abierto un hiato riesgoso contra la forma normal de formación del capital nacional, y que de facto resulta contradictorio con el tan cantado esquema del T-MEC, lo que se afirma y firma en el exterior o ámbito internacional, se niega y se tacha en lo interno, nacional. Notemos que esta actitud del Ejecutivo va más allá de una mera conducta heterodoxa o una anomalía de visión de Economía Política, se trata de una verdadera contradicción estructural que amenaza y pone en riesgo la homeostasis del sistema económico Fiscal. Evidentemente, esta aberrante intervención estatal tiene efectos.

B.- De las Mediciones.- Inútil resulta abundar en los sistemas reconocidos y vigentes para medición de las economías nacionales, dado que el pacto técnico y científico a nivel internacional y mundial, está fuera de toda discusión. Las estadísticas se agregan, se compendian, se sistematizan y se publican con puntualidad inexorable.  Los índices e indicadores que rigen la medición macro y microeconómica de los países del mundo y de sus concentraciones en los mercados financieros mundiales, son comparadas sistemáticamente para poder situar en su justa dimensión el valor de las economías nacionales. Los años post-pandemia que estamos viviendo son elocuentes en la medición de la Inflación Global, a que dio paso esa pandemia generalizada y luego la guerra inducida por Rusia contra Ucrania. Estamos bregando con una inflación económica que se inició como rampante y que amenazó al mundo con una severa recesión económica; afortunadamente este año 2023 está mostrando una desaceleración de las tasas inflacionarias. México está siendo bien monitoreado por su Banco Central y ha logrado atemperar los estragos de una inflación agresiva contra la economía de los hogares del país. El Tipo de Cambio de México ha sobrellevado con temple y gran equilibrio el embate de este fenómeno inflacionario mundial. En este punto se incrusta nuestra espina vertical alterna hacia abajo, en el robusto esqueleto Fiscal.

Sin embargo, los amagos -más retóricos e ideológicos que reales- de parte del Ejecutivo de la Nación, sobre el hecho de “tener otros datos” está quedando más en el anecdotario de los pasquines de ocurrencias desechables. Lo que sí no se debe sustraer a las Mediciones de la política Fiscal es el costo real de obras prioritarias e infraestructura que el Gobierno Federal ha puesto en marcha, en real contraste y medición con los desfondes monetarios y fiscales tanto de sectores clave del Desarrollo Social -Educación, Salud, Seguridad, Campo, Agua, Movilidad urbana, etc., como de los programas, proyectos e institutos tanto oficiales como de la Sociedad Civil, a los que ha desaparecido unilateral y voluntariamente sin dar cuenta fehaciente de su mandatoria extinción.

C.- De los Colectivos de la Población. – Una vertiente de Política Fiscal que resulta central consiste en el tratamiento que se hace de la distribución de las cargas fiscales a los distintos sectores sociales de la economía. Hablamos de la famosa tasa impositiva del ISR, aplicable tanto a personas morales como físicas y según su tipo de actividad u ocupación. En este punto encontramos nuestra siguiente gran espina vertical ascendente que retrata el status de Ingreso para colectivos diferenciados de la población nacional.

Esta definición resulta sumamente sensible para que los impuestos resulten justos y equitativos a la hora de su aplicación; en ello están las grandes aspiraciones de Principios Constitucionales que debieran en la práctica ser Derechos individuales y sociales para el todo de la población nacional. Al presente, resulta evidente la inequidad del reparto de la riqueza a nivel nacional, el famoso Índice de Gini que mide la desigualdad del Ingreso en una sociedad, nos arroja año con año Deciles de Población con decreciente ingreso económico por unidad familiar y con escandaloso aumento de más colectivos que caen bajo la línea de pobreza. Ello nos produce una sociedad gravemente desigual y, por ello, inequitativa. Fenómeno que contrasta con Deciles de población cada vez más reducidos con altas tasas de Ingreso y, por tanto, de acumulación. Lo que evidencia una Política Fiscal ineficiente para distribuir equitativamente el ingreso de la Riqueza de la Nación. Ergo, ¿se necesita o no un apremiante pacto social? // Sólo notemos que su correspondiente espina alterna descendente estaría conformada por los instrumentos de medición que hemos dado por asignar al CONEVAL en tanto medición multidimensional de la pobreza; vista por cierto muy de soslayo por el grupo en el poder hoy actuante.

Este breve acercamiento nos da una idea muy clara y precisa de lo que implicará aplicarnos de fondo en la elaboración de una auténtica Política Fiscal, que pueda aplicar un gobierno alternativo en el poder de México, con horizonte de futuro y no con medidas regresivas desde un esquema estéril de la escasez, la precariedad, la exclusión, la polarización, el odio y el resentimiento.

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