Promoción
Como parte de su gira promocional, Eduardo Verástegui se ha estado paseando por Aguascalientes, en puro evento mamalón, fue a una iglesia en Jesús María para rezar el rosario, se presentó en la Universidad Panamericana para vender su película Sonidos de libertad y ayer presentó esa cinta en el Teatro Morelos, donde un contingente de la comunidad LGBTQ+ se manifestó en contra de la presencia del actor, no por el tema que aborda la cinta (la explotación sexual de niños y niñas) sino por sus declaraciones homofóbicas en las que relacionó la homosexualidad con la pedofilia.
Buenas intenciones
En su gira promocional Eduardo Verástegui se coló a la oficina de Teresa Jiménez Esquivel y, como le contamos ayer, la gobernadora tuiteó que era un gusto saludar al actor “con quien trabajaremos importantes proyectos en favor de las niñas, niños y adolescentes”, ¿cuáles?, nadie sabe, sólo se reiteró el compromiso del gobierno estatal con la lucha contra la trata de personas con fines de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes. La verdad, es un acto sin importancia alguna, ¿qué administración en su sano juicio se negaría a combatir ese crimen? Urgido de atención para hacer crecer su Movimiento Viva México (el apéndice nacional de la Conferencia Política de Acción Conservadora) Eduardo Verástegui se dio vuelo difundiendo el encuentro con Jiménez Esquivel, lo importante aquí es, ¿se firmó algún compromiso?, ¿hay presupuesto de por medio? No, nada, puras buenas intenciones.
Peine
La reunión con el actor es, francamente, irrelevante, cuando los conservadores influyen en el gobierno no lo hacen a través de sus payasos de las cachetadas, cuando el Consejo de Laicos le pidió la cabeza de Claudia Santa-Ana al gobernador Martín Orozco Sandoval no hubo selfies previas ni anuncios, únicamente un intervencionismo cínico y una actitud vergonzante de todo el gabinete del panista que se quedó calladito ante la amenaza del entonces obispo José María de la Torre; la foto con Eduardo Verástegui no se acerca a ese penoso momento, el único peine que vemos aquí es el protagonismo de Norma Guel y su pago de deudas de campaña acercando al actor a la gobernadora, ¿o ya se les olvidó que Eduardo Verástegui grabó un promocional para la campaña de la priísta?, en ese clip el actor convertido en activista invitaba a “conocer a fondo las propuestas de Norma Guel, sé de su compromiso con la vida y con la familia de todos los habitantes de Aguascalientes, si la eligen como presidente municipal de Aguascalientes, estoy seguro de que no se equivocarán”, bien, pues ya está pagado el spot, ya Norma Guel devolvió el favor, ahora al grupo de Jiménez Esquivel corresponde cuidar a la gobernadora de las malas compañías.
Barras de amaranto
Y sí, a veces nos gustaría tener pésima memoria para no acordarnos de nada, pero enseguida se nos pasa, sobre todo cuando escuchamos las declaraciones del diputado Maximiliano Ramírez quien con una desfachatada antelación asegura que varios integrantes de la LXV Legislatura ya están preparando su reelección, incluido él mismo, que porque los diputados llevan bien adelantado su trabajo en el Congresito, ¿en serio? Está bien que Maximiliano Ramírez haya cosechado un buen número de amigos en Facebook que se encargan de promocionar hasta cuando compra barras de amaranto en los cruceros, pero la promoción personal no es trabajo legislativo.
Reelección
El panista Maximiliano Ramírez le comentó a nuestra reportera Ely Rodríguez que ya tiene levantada la mano para buscar la reelección por el Distrito 17, suerte, a ver si en la siguiente elección, de ser elegido candidato, no lo obligan a cambiarse de distrito, como hicieran en el proceso electoral anterior, un cochinero para favorecer la reelección de Luis Enrique García López, quien al final se fue a una subsecretaría al gabinete de Teresa Jiménez, no sin antes echar debajo de la alfombra todos los cuestionamientos sobre La Caja Negra de Aguascalientes y las facturas a empresas fantasmas por más de 140 millones de pesos. Todo indica que los miembros de la LXV Legislatura consideran que la reelección son enchiladas y que por el simple hecho de ser un Congresito sumiso, levanta dedos y sin capacidad de análisis ya tienen la mitad del camino andado. Al optimismo ciego de Maximiliano Ramírez hay que recomendarle que no solamente lea las notas que manda a hacer, que se informe sobre la absoluta falta de liderazgo en Acción Nacional y la ausencia de Javier Luévano; aunque seguramente el diputado del Distrito 17 que empezó campaña en otro algo sabe, porque no se atrevió a decir quién más ya se está alistando en el Congresito para la reelección, prefirió omitir nombres, pues también en los otros nombres las dirigencias estatales hacen agua.
Pájaro en mano
Con la misma oportunidad de Maximiliano Ramírez, en el ámbito nacional, de la nada aparece Manuel Velasco, la dirigencia del Partido Verde Ecologista de México lo respalda para ser candidato de ese partido a la presidencia en el 2024, ¿quién?, aysh, el senador y esposo de Anahí que sirvió de taburete y cajero automático a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en la elección pasada. ¿Cambia en algo el anuncio del Verde? No, ese partido seguirá vendiendo caro su amor, aventurera, y la declaración de Manuel Velasco sólo sirve para comenzar a cotizar el precio al que venderá su alianza a Morena en el 2024, porque al senador con pretensiones le preguntaron sobre el caso de Coahuila, donde el Verde va aparte de Morena apoyando, junto con la UDC, a Lenin Pérez. Como usted sabe, en esas tierras está naufragando la campaña de Armando Guadiana y hasta ha tenido que ir a ondear banderas gente de Aguascalientes para hacer bola, cuando a Manuel Velasco le preguntaron que si su destape podía hacer que Lenin Pérez declinara a favor del morenita Armando Guadiana, el esposo de Anahí chimoltrufeó y como dijo una cosa, dijo otra, señalando que no habla a nombre de nadie, más que del partido, ah caray, o sea que… Nada, los del Verde preparando la pistola de etiquetado para ver en cuánto se van a vender.
La del estribo
Nada nuevo bajo el sol, la descalificación del equipo de natación artística y minimizar las medallas obtenidas que hizo Ana Gabriela Guevara, no es otra cosa que seguir el ejemplo del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando lo ponen contra las cuerdas; proponer que vendan calzones o tupperware pinta de cuerpo entero la inteligencia de Ana Gabriela Guevara, no a las deportistas. Triste
@PurisimaGrilla
