Legitimación
Las instituciones, dijo la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia, están sujetas a la constante aprobación y, por tanto, a la legitimación social, “la búsqueda institucional de legitimación social tiene una brújula muy clara y definida: el mandato que la Ley da a la propia institución”, Norma Lucía Piña Hernández explicó que para llegar al reconocimiento de los ciudadanos la Corte debe apegarse a cumplir con sus obligaciones, y no confundir la legitimación social con la popularidad: “es muy importante distinguir entre la necesaria legitimación social que requieren las instituciones públicas, del uso de las instituciones públicas como un medio para obtener aprobación social. La diferencia podría parecer sutil, pero no lo es” porque “no habrá confianza, aceptación ni credibilidad ciudadana si el actuar de la institución pública no se traduce en acciones concretas que redunden en un beneficio social”; la ministra Piña Hernández sabe, y lo sabe muy bien, que la misión de la SCJN es defender la Constitución para preservar el equilibrio entre los Poderes de la Unión. Este fue el discurso de la presidenta de la Corte durante la ceremonia del 25 aniversario del Instituto Federal de Defensoría Pública, el lunes por la tarde.
Popularidad
Por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador se rindió a las masas e hizo lo suyo en la conferencia matutina, metió intensidad a sus ataques en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tras la suspensión definitiva para frenar el desmonte y tala en los tramos 3, 4, 5 norte y seis del Tren Maya, acusó a la Corte de orquestar un “Golpe de Estado técnico” que busca neutralizar al Poder Ejecutivo. ¿Qué quiso decir López Obrador con eso?, sólo él lo sabe, porque eso no existe, sí, un Golpe de Estado implica la destitución de un poder o el desmantelamiento de las instituciones constitucionales, casi siempre, a través de la fuerza; se conoce el Golpe de Estado militar, donde participan las Fuerzas Armadas; y hasta el Golpe de Estado blando, que se caracteriza por la intervención de una fuerza extranjera para deponer a un gobierno mediante la desestabilización económica… ¿pero, técnico? La “neutralización” del Poder Ejecutivo a la que se refiere López Obrador que está logrando la SCJN no es otra cosa que el rechazo de la Corte a que se cumplan los caprichos presidenciales.
Legitimación versus Popularidad
El resumen de la intervención de la ministra Norma Piña Hernández es simple y sencillo, con sus sentencias la Corte no debe confundir legitimación con popularidad; en el otro extremo, López Obrador, gracias a la legitimidad que alcanzó con los millones de votos con que alcanzó la presidencia, considera que no requiere legitimación alguna, y lo único que le importa es la popularidad, que confunde con la aceptación de sus políticas públicas y su forma de gobierno. Norma Piña y López Obrador están hablando de cosas distintas y de tareas diferentes, a todos nos debería quedar claro, sin embargo, el discurso polarizador del presidente ya ha hecho mella en la discusión pública y lo que queda en el ambiente le permite acusar a la Corte de ser los verdaderos violadores de la Constitución porque los ministros ganan más que él. El legado de López Obrador se reduce a una justificación de la corrupción, aceptar que se cometen este tipo de actos pero “salvarse” mediante una comparación: sí, pero antes robaban más.
Local
Ya nos fuimos muy alto con nuestro comentario, sincera y lamentablemente, las agresiones de López Obrador a la Suprema Corte continuarán hasta que el dedito del presidente seleccione a la corcholata de Morena y el candidato o candidata elija los temas de su campaña, de lo cual dependerá la intensidad con que se continúe atacando a los ministros; así que vámonos a lo local, a la decisión de un puñado de comerciantes que, por sus pistolas, deciden cerrar una calle del Centro Histórico nomás porque no están de acuerdo con que un tramo de 5 de mayo tenga contraflujo para el transporte público; y con el pretexto de que sus ventas están cayendo a niveles catastróficos, amenazan con repetir la toma de la calle hasta que los reciba la mismísima gobernadora Teresa Jiménez Esquivel.
Dos
En la versión de Jaime Santillán, representante de los locatarios, el contraflujo ha convertido en un infierno ese tramo del centro, asegura en nombre de todos los peatones de Aguascalientes que ya no pasan por ahí porque ahora es más inseguro, asumiendo la voz de todos los comerciantes y habitantes de la zona jura por el Señor del Encino que de un tiempo a la fecha todo ha empeorado, desde la recolección de basura, la carga y descarga de mercancías, hasta el aumento de la contaminación y los accidentes de tránsito. En la versión de las autoridades, el doble sentido ha beneficiado a miles de usuarios del transporte público, reduciendo el tiempo de espera y, además, están juzgando un proyecto que aún no finaliza porque, tanto Ricardo Serrano de la Coordinación de Movilidad, como Luis Enrique García López, de la secretaría de Gobierno estatal, este cambio incluye la reconversión de los mercados y una regeneración general del Centro; pero Jaime Santillán, en representación de todos los comerciantes y habitantes de la zona, se montó en el macho de su versión y asegura que repetirán los cierres porque nadie les hace caso, en contraposición de las versiones que diferentes medios hemos recogido y publicado acerca de las mesas de diálogo que ya se dieron entre ambas partes, así como los subsidios y apoyos que han recibido los comerciantes. Ayer los manifestantes se negaron a dialogar con Ricardo Prieto, representante de la Dirección de Gobernación, tampoco quisieron armar un grupo de representantes para que fueran atendidos en Palacio de Gobierno, lo que las huestes de Jaime Santillán quieren es que, de rodillas, Teresa Jiménez Esquivel vaya a 5 de mayo y cumpla todos los caprichos que se les ocurran, y ya dijeron que si no lo hace la gobernadora mantendrán su manifestación… pobre politiquería de ranchito, en donde los “representantes” del pueblo bueno, del comerciante honrado, entienden las políticas públicas como el capricho personal de quien nos gobierna. A ver hasta cuando se comienza a pensar más en el bien colectivo antes que en el de unos cuantos.
La del estribo
Los fierros no tienen palabra, bien emocionados fuimos a Casa Terán para ver la exposición Experimentación lumínica, montada en la Galería Francisco Díaz de León nomás que al final nos quedamos con las ganas porque la chapa de la puerta de la galería se puso sus moños y nomás no se dejó abrir, cosa que según quien labora en el lugar, ya les había pasado y nomás era cuestión de tiempo para que tronara. Esperamos pues que haya salido ya esa reparación para ir a ver la exposición.
@PurisimaGrilla