- Proliferan constructores sin conciencia ambiental
- SEMADESU realiza recorrido a colegios de arquitectos, ingenieros y otros
Si bien gracias a la presencia de los guardabosques en las zonas protegidas ha sido posible inhibir el tiradero de escombros y otros residuos como llantas, es complicado evitarlo al haber aún muchas personas sin conciencia ambiental, reconoció Julio Medina, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (SEMADESU).
Externó que dadas la extensión de las zonas protegidas como el Bosque de Cobos, los esfuerzos de los guardabosques voluntarios y municipales no logran evitar que algunas personas vayan y depositen diversos materiales que dañan el medioambiente.
El funcionario explicó que cuando encuentran esos materiales es la misma SEMADESU la encargada de retirarlos, y cuando se excede la cantidad realizan jornadas de limpieza con la Secretaría de Obras Públicas municipal que presta maquinaria y personal para dejar limpia la zona, pues se ha retirado hasta cinco metros cúbicos de desechos.
“Es una lucha constante, desafortunadamente la vigilancia no es suficiente, pero seguiremos trabajando apelando a la conciencia de constructores o de quienes se dedican a realizar remodelaciones, inclusive el llamado es a los particulares para que no realicen este tipo de depósitos”, expuso.
Si bien resulta complicado atrapar en el momento a quienes depositan los escombros, en caso de así lograrlo se les pide que eviten el hecho y se lleven algo de lo que está ahí tirado, aunque ellos no lo hayan tiraron.
Destacó que a través del área de educación ambiental se busca concientizar a los habitantes de los cotos en el manejo adecuado de los deshechos, y ahora pretenden hacer lo mismo con los constructores a través de las cámaras, como pasó recientemente con la reunión con los afiliados del Colegio de Arquitectos y harán lo mismo con el Colegio de Ingenieros Civiles.
Detalló que además del Bosque de Cobos y en ocasiones La Pona, el Río San Pedro es de los lugares donde más se tiran materiales de manera inapropiada, por lo que constantemente es necesario despejar cauces naturales como arroyos, al traer luego como consecuencias dificultades con la llegada de la época de lluvias, entre otros problemas de contaminación.
“La recomendación es que los cauces de los ríos y los arroyos dejen de ser los patios traseros de los fraccionamientos, si los incorporamos a la infraestructura urbana será mucho más fácil cuidarlos porque es una zona transitable y con muchos ojos para cuidarlas”, manifestó el funcionario, al considerar como una buen ejemplo de esto es el Arroyo de la Hacienda ubicado entre avenida Independencia y Prolongación Zaragoza, al ser muy aproximado a los que pretende con la propuesta.