La semana pasada nos ocupamos en este mismo espacio de algunos de los discos publicados en el año de 1973, es decir, hace cincuenta años, a partir del comentario de algunos conocedores del tema que señalan 1973 como el año que cambió el rock. Por cuestiones de espacio dejamos inconcluso el tema y lo continuaremos en el banquete de esta semana.
Después de ocuparnos de algunos de los discos que considero fundamentales en el desarrollo del rock y de algunos de sus subgéneros, especialmente el rock progresivo, una de las mejores cosas que le han sucedido al rock, hoy espero poder terminar con el tema, o por lo menos tener conclusiones claras.
El grupo italiano Museo Rosenbach surge en la provincia de Imperia, en la región de Liguria, se trata de uno de esos grupos que definen su propuesta musical con un solo disco, ese disco se publicó a principios de 1973 y se llama Zarathustra, se trata de un disco conceptual que si hablamos de la gran música de concierto sería un poema sinfónico, es una adaptación musical de la obra cumbre de Friedrich Wilhelm Nietzsche llamada Also Sprach Zarathustra, Así hablaba Zaratustra, es un disco obligado en el repertorio básico del amante del rock progresivo, sin duda esta producción debe considerarse entre las mejores del año de 1973.
El grupo de rock sinfónico francés Ange, publicó en 1973 el disco Le Cimetiere des Arlequins, es su segunda producción en estudio y aunque recibió buenos comentarios en ese año, está muy lejos de ser lo mejor realizado por estos franceses. Desde mi punto de vista su mejor producción vendría tres año después, en 1976 con la publicación del disco Par les fils de Mandrin, un disco mucho más progresivo y de pretensiones musicales mucho más definidas, un disco exigente y más laborado en su discurso musical, destaca en esta producción la que quizás sea la obra que mejor los define, el tema musical llamado Hymne a la vie, Himno a la vida, una composición dividida en tres partes como si de movimientos de una obra de música clásica se tratara, sus partes son: 1) Cántico 2) Procesión 3) Himno.
Por su parte el grupo holandés de Focus, que construye su propuesta musical con el sólido fundamento que representan el tecladista y flautista, eventualmente también cantante Thijs van Leer y el guitarrista Jan Akkerman, publican en 1973 el disco Focus at the Rainbow, buen trabajo, pero muy lejos de sus primeros tres discos: el primero que es de 1971 llamado In and out of Focus, para quien esto escribe el mejor de toda su discografía sin ánimos de menospreciar el delicioso Focus II o conocido también como Moving Waves en donde encontramos su tema musical, sin duda, más famoso, el Hocus Pocus con fecha de publicación también de1971. Mother Focus del ’75 es también un buen disco, pero sin duda el primero es el mejor sin restarle méritos al publicado en 1973.
Regresando a Inglaterra, el joven Mike Oldfield debuta en el mundo de la música con una verdadera obra maestra, verdadera joya llamada Tubular Bells, o Campanas Tubulares, en este caso sí, su publicación de 1973 es el mejor de su discografía, una obra conceptual que ha sido interpretada en diferentes manifestaciones, particularmente siento especial gusto por la versión orquestal realizada por el maestro David Bedford, autor de otra inmensa obra orquestal que podemos ubicarla en el contexto de la música contemporánea llamada Stars End. También hay versiones para dos pianos y cuatro pianos, entre otras más de deliciosos acabados.
Siguiendo en las islas británicas nos encontramos con la agrupación Soft Machine, considerados dentro de lo que conocemos como el Sonido Canterbury, ellos publican en 1973 el disco Seven, recordemos que este grupo llamaba a sus discos consecutivamente con el número que ocupaban en la publicación, el primero es homónimo, y a partir del segundo hasta este de 1973 son solumen 2, 3, 4…etc. En el año de 1974 publican el álbum Bundles, para mí el mejor de su discografía. Tiene una maravillosa obra musical llamada Hazard Profile que se divide en cinco partes de acuerdo al formato de una suite sinfónica. En este disco, por cierto, participa el inmenso guitarrista inglés Allan Holdsworth, quien algunos años más tarde se integraría al supergrupo británico U.K. que en 1978 publican su primer álbum, homónimo y hablamos de una obra maestra.
Los ejemplos pueden continuar, ahí está el Band on the Run de Sir Paul McCartney y algunas otras producciones significativas en el desarrollo del rock, pero creo que para los fines de esta columna, con lo citado hasta este momento es suficiente.
La idea es darnos una chapuzón en los discos publicados en 1973 y darnos cuenta que la mayoría de los monstruos sagrados del rock dejaron algo en ese año, muy pocos de esos discos representan la cumbre del pensamiento musical de alguno de estos grupos o solistas. Es verdad Mike Oldfield o Paul McCartney publicaron muy posiblemente lo mejor de sus respectivas discografías, en el caso de Paul, por supuesto, hablamos de su producción solista, pero en el caso de casi todos los demás no fue el año de 1973 en el que hicieron su mejor obra, no obstante, este año se considera el año que cambió el curso del rock, evidentemente es un tema polémico tanto como cuestionable, pero sí, en efecto, fue un año de mucha producción, muy fértil con trabajos que si bien no son los mejores, sí representan una sólida columna en la estructura del rock en cualquiera de sus expresiones.
