Tras cinco meses de espera, la asamblea de dueños de la Federación Mexicana de Futbol anunció que Juan Carlos Rodríguez Bas será el nuevo presidente que tendrá la obligación no sólo de mantener las finanzas sanas, sino de incrementar el dinero que ingrese a las arcas del organismo rector del balompié. De capacidad probada para comercializar los productos del mercado deportivo casi de manera orgánica, Rodríguez enfrenta un reto muy difícil, unir a los propietarios de los clubes, cuyo divisionismo está cada vez más marcado.
Beatriz Pereyra
La historia del recién nombrado presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), Juan Carlos Rodríguez Bas, siempre ha estado ligada a este, su deporte favorito desde que era un niño amante de las Águilas del América, el equipo de Televisa-Univisión, cuyo propietario, Emilio Azcárraga, junto con sus socios, ahora ha puesto en sus manos la dirección del máximo organismo del balompié nacional.
El padre de Rodríguez, ingeniero de profesión, tuvo el buen tino de abrir una fábrica de zapatos deportivos, Calzado Técnico SA de CV, donde sus cuatro hijos, todos varones, tenían la responsabilidad de ir a trabajar al salir de clases o durante las vacaciones escolares.
Apenas había egresado de la Universidad Iberoamericana, donde estudió la carrera de administración, Rodríguez tuvo su primer contacto con el futbol como negocio. Formó parte del Comité Organizador del Mundial de México 86. Era un muchacho de alrededor de 22 años a quien se le encargó que atendiera todo lo relacionado con el hospedaje de la justa.
Al mismo tiempo, Juan Carlos Rodríguez se convirtió en el director de ventas de le empresa de su padre que era la fabricante exclusiva de Adidas en México; también tenía la representación de la multinacional de artículos deportivos Diadora y comercializaba la marca de zapatillas para correr y tenis, Etonic.
“Aprendí a trabajar con mi papá. Fue un jefe muy duro. Me mandaba a jugar futbol a la Cabeza de Juárez, por el rumbo de Neza. Me enseñó a cuidar a la gente (…) en la fábrica tomé nota de la importancia del reparto justo del negocio. Aprendí que toda empresa debe tener un plan de crecimiento y que hay que trabajar 24 horas diarias”, dice Rodríguez en una entrevista publicada en el libro TUDN, una nueva era donde se cuenta la historia del nacimiento de este proyecto deportivo.
Así fue como conoció a Ivar Sisniega, el entonces director de deportes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) donde el exdecatleta mexicano Jorge Camacho se desempeñaba como director técnico de atletismo. Camacho, quien al igual que Sisniega años más tarde ocuparía un cargo en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), llamó por teléfono a Juan Carlos Rodríguez para que en 1993 le ayudara a patrocinar la carrera Cuautla-Oaxtepec del IMSS.
“Vi un póster donde él era patrocinador. Me aceptó una llamada y le pedí tenis para premiar. Sin conocerme lo hizo. Luego fue a la carrera para ver qué estaba patrocinando y ahí acerqué a Juan Carlos y a Ivar. Así fue su inclusión en el deporte de competencia, no fue en el futbol. Cuando llegó Ivar a la CONADE, Juan Carlos estuvo muy cerca de él ayudándolo a conseguir los patrocinios de CIMA (el programa de financiamiento rumbo a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000)”, cuenta Camacho, quien después trabajó casi una década como comentarista de deportes en distintos medios donde volvería a encontrarse con Rodríguez.
La llamada
Juan Carlos Rodríguez llegó a los medios de comunicación en 1997 tocando la puerta de Grupo Acir, la empresa radiofónica para la que a finales de los años noventa trabajaba Francisco Javier González, quien era el titular del programa “Contienda deportiva” y el encargado de los deportes en Informativo Panorama, el noticiario matutino que conducían Guillermo Ochoa y Lourdes Guerrero.
Por aquellos años, Rodríguez Bas andaba en los campamentos de los equipos de futbol ofreciéndoles los tachones Diadora a los futbolistas de la Primera División. Miguel “El Piojo” Herrera fue de los que los aceptó como patrocinio y la marca comenzó a tener mayor presencia. Un día, así sin más, marcó el número de la estación para hablar con González. Tuvo la suerte de que él contestara, le dijo que desayunaran; quería proponerle que hicieran una revista deportiva, pero finalmente no llegaron a nada.
“Un par de meses después me fue a ver un vendedor de Grupo Acir que comercializaba ‘Contienda deportiva’ y me pareció un verdadero tarado, pero éste es el gran iniciador de la lujuria por la radio, la comercialización y el deporte, por lo menos de mi parte. Después le llamé otra vez a Javier y le dije: ‘volvámonos a ver, me gustaría comercializar tu programa’, cuenta Rodríguez, en Estad10, la historia de Estadio W, un video del productor Enrique Ballesteros que está disponible en YouTube.
En 1998, Antonio Ibarra Fariña, hijo de Francisco Ibarra, el ya fallecido dueño de Grupo Acir, le propuso a Francisco Javier González que creara una estación exclusivamente de información deportiva. Le ofreció la frecuencia 1180 de AM. A pesar de las dudas que generaba un proyecto incierto, Ibarra Fariña invitó a Juan Carlos Rodríguez a hacerse cargo de la comercialización.
El 4 de enero de 1999 nació Super Deportiva, la estación de 24 horas ininterrumpidas de contenido deportivo que en poco tiempo consiguió como patrocinadores a Bancomer y Banamex, a la cervecería Modelo y algunas marcas de automóviles. El primer programa que estuvo el aire fue “A las carreras” que conducían Jorge Camacho y Mauricio Clark.
Ibarra propuso a González y a Rodríguez que se asociaran para que Súper Deportiva fuera un producto de ellos, su empresa. El éxito comercial iba de la mano con que los más destacados comentaristas de Televisa y TV Azteca formaban parte de la barra de programación. El equipo que conformó y que encabezaba Rodríguez batió récords de ventas. Dejó de trabajar para la fábrica de su padre y se quedó de lleno en los medios de comunicación.
Durante los Juegos Olímpicos de Syndey 2000, Grupo Acir y Televisa Radio anunciaron que se fusionarían. Esto obligó a quienes también eran empleados de TV Azteca a elegir en qué empresa quedarse. González, después de 16 años en la televisora del Ajusco, se decantó por el proyecto radiofónico que ya era suyo y de Rodríguez. La semana pasada, durante un programa de la cadena ESPN en el que hablaron de Rodríguez como el nuevo presidente de la FMF, José Ramón Fernández dijo con una dosis de desprecio que se trata de “quien nos vino a quitar a Francisco Javier González”.
La fusión de Televisa Radio y Grupo Acir duró lo que un suspiro. Súper Deportiva se mudó a Grupo Imagen, entonces propiedad de la familia Fernández, donde Rodríguez y González rentaban la estación y por primera vez se hicieron cargo de todos los gastos operativos. El equipo de reporteros, narradores y comentaristas se toparon con que la trasnacional DirecTV compró los derechos de transmisión del Mundial 2002 en México. Todos los partidos de esa Copa del Mundo los tuvo canal 40, ya que Televisa y TV Azteca sólo compraron un paquete. La empresa de Rodríguez y González fue la gran ganadora.
Primer canal de deportes
Sin embargo, en pleno Mundial de Corea y Japón 2002 los Fernández anunciaron la venta del 830 de AM a Grupo Maccise a pesar de que tenían un contrato de cuatro años con González y Rodríguez. El equipo se quedó otra vez sin una frecuencia, así que se fueron un año a Núcleo Radio Mil, en el 590 de AM, donde estuvieron hasta que a principios de 2003 regresaron a Televisa Radio (W Radio). Ahí cambiaron de nombre a Estadio W. Tenían muchos apuros económicos, pues dependían de la venta de anuncios y de que los clientes pagaran puntualmente, lo cual no ocurría a menudo.
El Mundial de Alemania 2006 lo transmitió la empresa de Juan Carlos Rodríguez y de Francisco Javier González en el 96.9 de FM y el 730 de AM. Además, tenían un programa en el canal 620 de Sky en el que participaban los comentaristas y narradores de casa y tenían como analistas a Tomás Boy, Roberto Gómez Junco y Alberto Guerra.
Después, Sky, empresa de televisión restringida y hermana de Televisa, les pidió transmitir cuatro horas diarias de contenido deportivo y luego subió a ocho. Nació Estadio TV. En unas oficinas que rentaron en un edificio de canal de Miramontes, al suroriente de la Ciudad de México, montaron un estudio de televisión, compraron equipo de transmisión y comenzaron con el primer canal de televisión exclusivamente de información deportiva, al mismo tiempo que seguían operando en Estadio W.
Juan Carlos Rodríguez se encargaba de la administración y las finanzas y Francisco Javier González de los contenidos deportivos. Grupo Televisa se acercó a ellos para comprarles su concepto. En 2009, la fusión de todos sus espacios deportivos con la empresa de Emilio Azcárraga se convirtió en Televisa Deportes Network (TDN), un canal deportivo en televisión de paga que operaba de forma paralela al equipo de Televisa Deportes que entonces encabezaba Javier Alarcón.
En 2012, Rodríguez Bas fue propuesto como candidato para encabezar el proyecto de Univisión Deportes en Estados Unidos. Se convirtió en el primer presidente mexicano. Fue un directivo agresivo en la compra de derechos de transmisión, otra vez batió récords de ventas y superó en rating a Telemundo, la competencia directa en aquel país.
En julio de 2019, Televisa unificó las marcas Televisa Deportes, Univisión Deportes y TDN para crear TUDN (Televisa Univisión Deportes Network). Juan Carlos Rodríguez comandó esta fusión desde su cargo como presidente de Negocios Deportivos Globales, mismo que dejó en octubre del año pasado, a un mes del inicio del Mundial Qatar 2022.
Ivar Sisniega se integrará al equipo de Juan Carlos Rodríguez en la FMF. La tarde del miércoles 24 el pentatleta mexicano en retiro se reunió con directivos de Panam Sport, el organismo responsable de organizar cada cuatro años los Juegos Panamericanos donde Sisniega se desempeñaba como secretario general desde 2017. Les informó que deja el cargo para sumarse a la Federación los primeros días de junio.
Potenciar el negocio
“Yon de Luisa era muy brillante y logró potenciar el negocio, lo que también hará Juan Carlos Rodríguez. Esto es un negocio y él lo va a quintuplicar, es un especialista. Trabaja las 24 horas, es alguien que escucha, es muy diplomático, cuida mucho las formas y que no te va a dejar con la sensación de que no ganaste algo. Es creativo y apasionado. Creo que puede encontrar algunas ideas creativas para que la gente entienda que sus voces están siendo escuchadas”, dice Javier Alarcón, director de Deportes de Imagen Televisión, y quien fungió durante 15 años como director de Televisa Deportes.
Alarcón sugiere que Rodríguez se asesore con alguna figura europea, como las Chivas lo hicieron con Fernando Hierro, para atender el área deportiva de la FMF porque no basta con la presencia de Duilio Davino (director deportivo de selecciones nacionales varoniles) ni con la de Andrés Lillini (director de selecciones menores) a quienes considera “un buen directivo y un buen formador”.
“No es malinchismo, aquí hay gente que sabe de futbol, pero que no saben cómo conectar con las distintas áreas de una organización. En Europa es donde mejor se enseña y hay mejor futbol. Este asesor debe de venir de allá”, alega.
Esa figura que conoce el futbol sobre el campo y en la oficina es la que tendrá que convencer a Juan Carlos Rodríguez que el modelo de operación de los dueños del futbol mexicano no es el que nos va a dar un cambio de fondo en la parte de desarrollo deportivo”, añade el periodista.
–¿Por qué llega con tanta fuerza Juan Carlos Rodríguez Bas a dirigir la FMF? –se le pregunta a Rubén Rodríguez, reportero y comentarista de la cadena Fox Sports.
–Juan Carlos Rodríguez es muy conocido y muy valorado en el medio, conoce el negocio como pocos. Tiene tres puntos en favor con los dueños del futbol mexicano. Primero, el futbol mexicano es más visto en Estados Unidos que en México, allá tiene su mayor número de fans y fue gracias a Juan Carlos Rodríguez que tuvo la brillante idea de llevarlo. Siete de cada 10 aficionados están en Estados Unidos.
“Segundo, en la pandemia él fue quien sugirió que patrocinadores y socios comerciales les adelantaron los pagos a los clubes para que no pasaran apuros económicos y no tuvieran números rojos. Los convenció. Eso ayudó muchísimo a que los equipos se sostuvieran. Y tercero, como pocos conoce a plenitud el mercado del futbol mexicano en Estados Unidos, sabe cómo llegarle, cómo envolverles el dulce para que lo consuman”.
–¿Deportivamente qué aportará?
–Deportivamente el futbol mexicano va a seguir estancado al igual que hace 10 años, llegue quien llegue. Una de las misiones que tiene Juan Carlos Rodríguez es unir al futbol mexicano o que mínimo se puedan sentar una hora juntos en la mesa, porque con la foto que salió -de la asamblea de dueños del lunes 22- se puede ver que la división existe y que si apagan la luz alguien va a terminar apuñalado.
“Su otra misión es reposicionar a la Selección Mexicana, un negocio de millones de dólares. Al futbol mexicano como estructura de negocios le importa mucho por lo que le genera. Rodríguez se va encargar de ello”, finaliza.