- Sobre el libro Soñadores de gloria. Historia de la formación taurina en Aguascalientes, de Andrea Camila Cabrera Rodríguez.
Apenas el año pasado, 2022, el Fondo de Cultura Económica, publicó el libro Las crónicas de Pepe Faroles y otras escrituras, de la gran escritora mexicana Josefina Vicens. Para los que no lo sepan, diré que Josefina Vicens, además de escribir novelas, cuentos, libretos cinematográficos y poesía, escribía de toros –y lo hacía muy bien-, con el seudónimo de Pepe Faroles. En realidad el libro sólo recoge los escritos taurinos publicados en el semanario Torerías, fundado por ella, dejando fuera muchos artículos publicados en La Lidia, y en La Fiesta y en otras revistas de toros, de la autoría de Pepe Faroles.
El prólogo lo escribe Norma Lojero Vega, y dice:
Mientras el torero se viste con su traje de luces, la Peque se pone el disfraz de una voz masculina que le permite decir libremente lo que percibe y reflexiona acerca del mundo taurino, con su estilo singular se salta las barreras impuestas por los medios convencionales, de donde fue expulsada precisamente por ser honesta y directa. No obstante, Vicens se gana de una manera distinta “estar” en las plazas, de sentarse en las gradas con una mirada de autoridad, como una voz que no sólo grita “ole” sino que cuestiona y juzga; se gana un lugar que las mujeres siguen sin tener en la fiesta de toros.
Este largo preámbulo tiene su razón de ser, porque estamos presentando, precisamente, un libro de toros escrito por una mujer. Quien afortunadamente –cuando menos, por ahora-, no tiene que recurrir a ocultarse con seudónimo masculino; se trata de una joven historiadora, que con autoridad forjada por su investigación, se puede presentar en este difícil medio marcadamente varonil y machista.
Mi amigo Enrique Rodríguez Varela, profesor del Departamento de Historia de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, me pidió que asesorara a Andrea Camila Cabrera Rodríguez en la elaboración de su tesis de licenciatura. Acepté con mucho gusto. Fue así como conocí a la autora de este trabajo, convertido ahora en libro. Tuve la oportunidad de acompañarla a lo largo de la elaboración de su tesis, en un período especialmente difícil para la investigación bibliográfica y de archivos, por la pandemia que padecimos.
Cuando el texto quedó listo para defenderse en el examen profesional, pensé que, dándole una buena revisada, podría convertirse en libro. Me confirmó en esta idea uno de los sinodales de Camila, el doctor Luciano Ramírez Hurtado, que manifestó abiertamente en el examen, que la tesis merecía publicarse como libro.
El título y el subtítulo del libro están rebasados por su contenido. Es cierto, trata de la historia de la formación de los toreros en Aguascalientes, que sueñan con la gloria. Pero es más que eso, el libro cubre una parte importante de la historia de la Fiesta de los Toros en Aguascalientes. Responde a las preguntas que motivan el libro: “¿cómo fue la formación de los toreros antes de la fundación de la Academia Taurina Municipal de Aguascalientes?” y “¿cómo es ahora esa formación?”. Pero, además, trata de muchas otras cuestiones relacionadas con la fiesta taurina en Aguascalientes.
Al tratar de la formación de los toreros, narra desde las cuadrillas formativas o pedagógicas, se refiere a los maletillas, y pasa a contar la historia de las escuelas formales, culminando con la municipal. Todo esto, sin dejar de referirse a la formación especial de famosos toreros aguascalentenses, como la de las dinastías de los Armillita y los Sánchez o de circunstancias especiales como los Ruiz Narváez. Sin dejar de mencionar la formación apenas anterior a las escuelas –terminada en la primera de ellas-, donde surgió el inolvidable José María Luévano, apoyado por las enseñanzas del matador Rubén Salazar.
A tres toreros de la tierra dedica muchas páginas, a Alfonso Ramírez Calesero, Rafael Rodríguez y Jesús Delgadillo El Estudiante, precisamente los tres primeros.
El libro al referirse a la formación de los toreros, por supuesto que no deja de lado a los formadores, a los maestros. Los destaca de manera relevante y este es un aporte muy valioso del libro. Desde los formadores de cuadrillas de niños y jóvenes toreros, como los hermanos Rodarte y don Jesús Alonso Don Cacahuate, hasta los maestros como el mencionado Rubén Salazar y los imprescindibles Vicente y Elías Esparza.
El libro se abre con un prólogo escrito por Xavier González Fisher, que lo hace más atractivo. Y cierra con un anexo, que contiene una interesantísima relación de todos los matadores de toros de Aguascalientes, proporcionando el nombre del diestro, su fecha de nacimiento, fecha y lugar del debut como novillero, lugar y fecha de alternativa, también día y plaza de confirmación de alternativa, y fecha de defunción, en su caso.
No hay duda que la Fiesta de Toros se enriquece con el aporte femenino, con el punto de vista y la sensibilidad de la mujer. El tema mismo de la investigación, materia del libro, y como está tratando, me parece propio de una mujer; no quiero decir que no lo haya podido hacer un varón, pero está manifiesto el aporte femenino. Como ejemplo, el libro tiene un apartado que trata de “Los toreros que se quedaron a mitad del sueño”; en sociedades dominadas por el patriarcado difícilmente se habla bien de aquellos varones que no triunfan.
Josefina Vicens –Pepe Faroles-, tiene un precioso ensayo titulado “¡Oh, el público!”, en el que escribe quejándose de la “volubilidad” del público, con una sensibilidad de mujer: “Es inhumano pedir que un torero esté bien todas las tardes; hay mil factores, externos e internos, que lo hacen imposible: las condiciones del toro, el estado de ánimo del diestro, la actuación o percance del alternante; muchas cosas, en fin, que impiden a un hombre realizar, con la uniformidad de una máquina perfecta, una tarea tan peligrosa, tan personal, tan emotiva como es la exponer la vida ante una fiera.”[1], dice. Un varón –Vicente Blasco Ibáñez, en su célebre novela Sangre y Arena-, con otro modo de sentir, no dice que el público es “voluble”, simplemente le llamó: la verdadera, la única fiera.
Nos congratulamos, de poder contar con un libro que narra la historia de la formación taurina en Aguascalientes, y agradecemos a Camila Cabrera su empeño.
Aguascalientes, abril de 2023.
[1] Josefina Vicens, Las crónicas de Pepe Faroles y otras escrituras, Ed. Fondo de Cultura Económica, México, 2022, p. 60.